DIARIO UNAB | El compromiso social de profesionales de la salud UNAB en esta pandemia
Las carreras del ámbito de la salud se han vuelto primordiales en esta crisis sanitaria producida por el COVID-19. Por ello, queremos destacar el trabajo que han realizado nuestros alumnis y estudiantes de Enfermería, Kinesiología, Química y Farmacia, Nutrición y Dietética, Odontología y Terapia Ocupacional.
Desde marzo que nuestro país está enfrentando una terrible pandemia provocada por el COVID-19, dentro de la cual se han reportado más de 390 mil casos de contagio y más de 10 mil personas fallecidas a la fecha.
Es por esta razón que los profesionales del área de la salud se han vuelto esenciales, por lo que quisimos destacar a titulados y estudiantes de la Universidad Andrés Bello, quienes hoy, a pesar del riesgo y del cansancio, reafirman su compromiso y el rol social frente a los que hoy los necesitan.
Enfermería
Francisco Fuentes se tituló de Enfermería UNAB en 2018 y en mayo de este año llegó a trabajar el Hospital Félix Bulnes de Santiago. En un comienzo realizó laborales en el Servicio de Urgencias y luego pasó a la UCI donde se dedicó a la atención y cuidado de pacientes confirmados y sospechosos de COVID-19.
Si bien su experiencia ha sido intensa – incluso se contagió del virus – asegura que desarrolla su trabajo con una gran vocación, alegrándose de que puede hacer sentir bien y feliz a los pacientes a su cargo, considerando por todo lo que han tenido que pasar.
Por su parte, Christopher Adasme, titulado en 2009, enfrenta día a día la pandemia trabajando como enfermero en el SAMU de Valparaíso, además es coordinador de emergencias y desastres del Servicio de Salud Valparaíso – San Antonio.
“Vemos morir personas casi a diario, tanto en contexto COVID como en tiempos de ‘normalidad’. Pero, en COVID es muy sobrecogedor porque casi siempre son situaciones inesperadas que evolucionan muy rápido”, cuenta y agrega que han tenido que realizar mucha contención emocional.
Mientras que Fernanda Aguirre se desempeña como enfermera jefe del Piso Quirúrgico del Hospital Base de Osorno. Afirma que la pandemia fue algo complejo desde el principio debido al carácter de desconocido.
Sin embargo, considera que la UNAB la preparó para esto y mucho más. “Me aportó conocimientos y valores claves que han sido la base fundamental en toda mi carrera. Me enseñó a amar la enfermería con toda mi alma y a darlo todo en cada trabajo que he tenido”, señala.
Tamara Molinet, se tituló de Enfermería UNAB el 2019 y hoy trabaja en la Unidad de Paciente Crítico del Hospital El Pino. Su principal labor es cuidar a pacientes en riesgo vital y favorecer su recuperación.
Asegura que el miedo a contraer el virus siempre está, sobre todo por contagiar a alguien de su familia, y que los turnos han sido agotadores y han debido trabajar sin parar, pero que siempre mantiene una actitud positiva.
Química y Farmacia
Héctor Torres, se tituló de Química y Farmacia en 2010 y hoy es el Jefe de Farmacia del Hospital Metropolitano de Santiago (Hospital Campaña COVID-19), el cual afirma ha sido un trabajo bastante estresante debido a todas las labores que hubo que hacer en corto tiempo.
El alumni UNAB dice que todo esto “ha sido un proceso de cambio completo, fue como un maremoto”, ya que pasó de atender diariamente pacientes de cuidados paliativos a asesorar la unidad de farmacia en un hospital de campaña. “Es por ello que, desde abril he trabajado de lunes a lunes en el planteamiento, desarrollo, compras, abastecimiento, capacitación del personal, manejo administrativo y un sin fin de labores”, relata.
Por su parte, Andrés Llanos, titulado en 2014, se desempeña como farmacéutico clínico en el Hospital de Urgencia y Asistencia Pública (ex Posta Central) y en la Unidad de Farmacia Clínica de la Universidad Andrés Bello. Si bien se contagió de COVID-19, sus deseos de continuar contribuyendo en el equipo de salud lo hicieron regresar apenas se recuperó.
Indica que esta pandemia planteó un desafío importante a todo el sistema sanitario y dice que, aunque ha sido muy agotador, también es algo reconfortante. “En estos meses, no me veo fuera del hospital. Siento que todo el equipo sanitario tiene una responsabilidad ética de estar al servicio de nuestros pacientes”, recalca.
Nutrición y Dietética
Valeria Mora, titulada en 2014 de la Escuela de Nutrición y Dietética, se desempeña actualmente en la Clínica Indisa donde debe proveer una alimentación segura y específica de acuerdo a las necesidades, requerimientos nutricionales y diferentes patologías de cada paciente.
En el caso de aquellos contagiados con COVID-19, dice que la asistencia nutricional es vital para contribuir a su recuperación y permitir que tengan una estadía hospitalaria menor. Además, expresa que el personal médico se la juega todo por salvar vidas, “el saber que estás aportando un granito de arena desde lo que tú sabes es satisfactorio”, resalta.
De la misma forma, Carolina Romo, titulada en 2017 y trabajadora de un CESFAM de la comuna de Renca, señala que sus labores y las de sus compañeros fueron reformuladas para enfocarse totalmente en la contingencia, por lo que hoy es parte del equipo de seguimiento telefónico de pacientes positivos de COVID-19 y de quienes están a la espera del resultado.
Cuenta que fue algo que nunca imaginó hacer, pero que es indispensable. “Como nutricionista, específicamente preparada en la UNAB, puedo involucrarme en el área clínica en conjunto con el equipo multidisciplinario que es necesario en este momento (…) y también en todas las áreas, como la administrativa, en las cuales se necesita ayuda”.
Kinesiología
Sebastián Páez, titulado de Kinesiología en 2009, trabaja en la Unidad de Paciente Crítico del Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso. Allí brinda cuidados respiratorios y musculoesqueléticos de los pacientes que se encuentran en una condición crítica. Esto parte desde que ingresa el paciente a la unidad hasta que se logra el destete de la ventilación mecánica.
En su trabajo tiene contacto constante con personas contagiadas de COVID-19, por eso, hoy reflexiona: “creo que esta pandemia ha visibilizado la importancia de nuestro rol en el sistema de salud, y espero que con esto puedan cambiar a futuro las políticas de salud en relación al rol del kinesiólogo”.
Por otra parte, Claudio Vidal, titulado este año, es parte de lo que se denomina “la primera línea” en el Servicio de Urgencias del Hospital Barros Luco. Allí se preocupa del proceso de instalación de los ventiladores mecánicos, el cual debe armar y manejar para apoyar en el proceso de intubación, además de realizar labores propias de su profesión.
Asegura que siempre existe el temor de que pueda contagiar a alguien de su familia, sin embargo, puntualiza que “en la atención misma no he sentido miedo, quizás porque el contexto y la adrenalina no lo permiten”.
Terapia Ocupacional y Odontología
Miguel Toro, titulado de Terapia Ocupacional, trabaja en la Clínica Red Salud Vitacura y su función es atender a hospitalizados en las distintas unidades. Su labor principal es lograr la mayor independencia de los usuarios a través de la ocupación y actividades de la vida diaria como ayudas técnicas y estimulación cognitiva.
“Me gusta pensar que todos mis usuarios son como un integrante de mi familia o un buen amigo/a. Por esto, doy lo mejor de mí en el proceso de rehabilitación, y siempre con una buena sonrisa”, expresa y añade que el sello social de la UNAB le resultó primordial para enfrentar esta pandemia.
Finalmente, Valentina Tobar, quien es estudiante de postgrado en la Facultad de Odontología UNAB, se desempeña en un CESFAM ubicado en el sector de Bajos de Mena en Puente Alto. Dice que ha debido reformular funciones hacia lo que la contingencia necesite, por lo que hoy es parte del equipo de notificación y seguimiento de pacientes con sospecha de COVID-19.
Debido a estas labores, es muy crítica respecto a quienes no se toman en serio las medidas de prevención. “Es como estar nadando contra la corriente. Todos los días uno hace el esfuerzo por educar a las personas acerca del peligro del contagio, los síntomas y las medidas de prevención. Todo ese esfuerzo se va a la basura”, concluye.