LUN | Techos blancos, la estrategia para bajar la temperatura de las casas

Los colores oscuros como el negro o gris, que podemos ver en las cubiertas de edificios ya sea de hormigón o membranas asfálticas, no reflejan la luz y por el contrario, la absorben transformándola en forma de calor. Los colores son oscuros de hecho porque no reflejan la luz. Sin embargo, en el otro extremo, el color blanco refleja la totalidad de la luz y por consiguiente no absorbe ni transforma esa energía en calor.

Juan Paulo Alarcón, director de la carrera de Arquitectura, UNAB, sede Viña del Mar, indicó que «en las cubiertas, los colores oscuros, al absorber la energía directa de la luz solar y transformarla en energía en forma de calor, contribuyen a elevar la temperatura de los materiales, y por ende, la temperatura interior de un edificio. Por el contrario, el color blanco refleja la totalidad de la luz y por lo tanto no la transforma en calor, evitando esa fuente de aumento de temperatura al interior».