La Segunda | Los Colonos

La película chilena “Los Colonos”, refleja a su vez el genocidio vivido por el pueblo selk’nam, quienes habitaban en la Isla Grande de Tierra del Fuego. Sin embargo, también evidencia distintas limitaciones a nivel histórico y paisajístico dentro del escenario en el que se desarrolla.

Los selk’nam eran un pueblo indígena de cazadores-recolectores, habitantes de las pampas fueguinas, con una población entre tres mil a cuatro mil personas. Utilizaban herramientas de piedra, hueso, madera y cuero.

Su principal alimentación era la carne de guanaco, que cazaban a pie, ayudados por perros descendientes de zorros. Por su parte, han sido descritos a nivel físico, como altos, robustos y de espaldas anchas, con un promedio de estatura de un metro y ochenta centímetros. Eran temidos por los yaganes en medio de los distintos conflictos entre los pueblos del territorio, considerando además, que ninguno de ellos desarrolló la escritura o símbolos de comunicación.

Visión histórica

“En la película, se caracterizan a distintos personajes dentro de un rol maligno, con diversos estereotipos presentes en su desarrollo. No hubo mención de los otros actores en estos crímenes, que, al ser ignorados en la película, impiden hacerse una idea apropiada de lo sucedido. Entre ellos, está el sanguinario Julius Popper, rumano buscador de oro en la parte argentina de la isla; así como los poco preparados salesianos a cargo de la misión de Isla Dawson, donde murieron la mayoría de los indígenas”, manifestó el Dr. Manuel Suárez, académico de Geología en la Universidad Andrés Bello, Sede Viña del Mar.

Igualmente, el docente concluyó que “a su vez, el territorio perteneciente a la Isla del Fuego no logra ser representado dentro de contenido audiovisual, el duro clima presente en la zona, el intenso viento, la sobrevivencia en medio de las tempestades. De igual forma, los selk’nam eran habitantes de las tierras fueguinas, en donde pastaban las ovejas, pero la película se ubica en bosques. La cultura de este mundo no se logra apreciar, dejándola de lado para enfocar la atención en figuras poco claras, resumidas a figuras poco claras, apenas mostradas durante instantes”.

Visite la nota completa publicada en La Segunda, 20 de febrero del 2024.