Ernesto Garratt y su trilogía de la pobreza
El profesor de Periodismo UNAB habló sobre sus novelas “Allegados”, “Casa propia” y “Educación superior” – ésta última aún por lanzarse – y por qué para él fue importante poder contar esta historia que mezcla autobiografía, fantasía y crítica social.
Lo primero que llama la atención de Ernesto Garratt, reconocido periodista, crítico de cine y ahora escritor, es su sonrisa. No es muy amplia, pero transmite sinceridad. También sus palabras tienen una mezcla de honestidad, ironía y rabia, sobre todo al hablar de su experiencia de vida.
Se podría decir que Ernesto hoy lo tiene todo: escribe para medios nacionales, recibió el premio Marta Brunet por su primera novela “Allegados”, ha sido jurado en festivales internacionales de cine y reconocido por su trabajo tanto dentro como fuera de Chile. Sin embargo, recalca, sus orígenes distan mucho de estos privilegios que puede haber alcanzado.
Ernesto nació en Santiago en el Hospital San Juan de Dios hace 47 años. Hijo de madre soltera, nunca conoció a su padre. Durante 20 años vivió de allegado con su mamá, deambulando por diversos lugares como la Villa Frei, Gran Avenida, Avenida Matta, entre otros.
“Como no había muchos recursos, nuestras principales maletas eran las cajas de cartón que íbamos a buscar al supermercado. Era muy regular esa rutina de embalar, hablar con los traperos de Emaus, conseguir transporte a través de la municipalidad y después llegar al mismo destino. Era algo bien demandante y estresante, uno lo normaliza, pero es sumamente indigno”, expresa.
De ahí que en algún momento sintió la necesidad de contar su historia, una sobre la rudeza de crecer en Chile. Y así nació, como él mismo la denominó, la trilogía de la pobreza: “Allegados” (2017), “Casa propia” (2019) y “Educación superior” (aún sin publicar).
Si bien reconoce que no fue muy difícil hablar de sí mismo, sí le molestó tener que hacerse cargo de la incomodidad de “revisitar escenarios y momentos que son muy dolorosos para mí y darme cuenta de que son parte del ideario de una gran mayoría de chilenos”.
Como casillas de ficha social
Su primera novela se centra en la vida de una madre y su hijo adolescente que viven de allegados en el Chile de los años ’80 y en ella mezcla realismo con fantasía gótica. Historia que continúa en la segunda parte, lanzada el año pasado, donde los protagonistas están a la espera de obtener el subsidio para una vivienda.
Ernesto Garratt confiesa que se inspiró en las fichas de los asistentes sociales para los nombres de sus novelas. “Te preguntan si vives en casa propia o arrendada, tu nivel educacional, es como el escalón de una supuesta movilidad que te daría el modelo y que, en verdad, no es así. Puede haber una movilidad pecuniaria, pero la gran deuda es con la dignidad, de eso se trata esta trilogía y es lo que le ofrezco al lector”, señala.
Nunca había escrito ficción y tampoco nunca tomó un taller literario. Sin embargo, lleva 30 años escribiendo como periodista, así que se sentó y creó los tres libros al mismo tiempo. “Si tienes algo que contar tratas de hacerlo”, asegura con firmeza.
Así, la historia ya está completa y, aunque falta que el último tomo vea la luz, ya cada uno tiene su enfoque. “Diseñé ‘Allegados’ como una entrega más afincada en la realidad, después ‘Casa propia’ con un tono más delirante tipo Edgar Rice Burroughs, y ‘Educación superior’ como el lado oscuro de Pink Floyd. Siempre sentí que eran tres actos de una misma gran historia y quise que cada uno tuviera su personalidad”, manifiesta.
Pero, además – y aprovechando su gusto por el cine – realizó un pequeño paralelo entre su propuesta y la reciente ganadora del Oscar a Mejor Película, “Parasite”. De esta forma, reflexiona: “que personas tan talentosas como Bong Joon-ho se interesen por temas sociales es súper reivindicativo para mí como progenitor de ‘Allegados’ porque, manteniendo las distancias, es una validación importante para hablar de estos temas. Cuando empecé, antes del 18 de octubre, me miraban feo y me decían que era atonal lo que proponía, pero ahora parece que combina con lo que pasa”.
Su visión como profesor UNAB
Otro aspecto importante en la vida de Ernesto Garratt es su faceta como académico. Hace ya cuatro años que hace clases en la carrera de Periodismo de la Universidad Andrés Bello, específicamente el ramo de Taller de Apreciación de cine y documentales III.
Sobre su experiencia con los estudiantes de Campus Creativo UNAB, destaca que “tienen una visión súper clara y concreta del contexto país y entienden que, a partir de esto, se pueden hacer observaciones súper novedosas y originales. Como, por ejemplo, relacionar una película que está hecha hace 40 años en Estados Unidos con lo que pasa ahora”.
También asegura que los jóvenes siempre inician el curso con cierta timidez, pero después son sumamente activos a la hora de generar mensajes. “Mi generación es muy criada en las letras, pero ellos son súper audiovisuales, lo que para mí es un placer porque me encuentro con trabajos que uno se pregunta ‘¿cómo hicieron esto?’”, agrega.
De esta forma, recalca el talento y potencial de sus alumnos y alumnas, diciendo que “creo que se puede producir excelente contenido para competir con otras universidades y escuelas audiovisuales más consolidadas y así llegar a festivales de cine, los talentos y la infraestructura están en la Universidad para ello”.