El Mostrador | Explorando los senderos de la educación ambiental: un compromiso vital

El Día Mundial de la Educación Ambiental, conmemorado el 26 de enero de cada año, simboliza un momento de concientización frente a un factor fundamental de un sistema social que apunte hacia la sostenibilidad y regeneración del entorno.

“La educación ambiental no es simplemente un conjunto de datos y los problemas medioambientales, no es memorizar nombres de especies en latín ni aprender a separar la basura, es un proceso transformador que busca moldear perspectivas, actitudes y comportamientos hacia nuestro entorno, natural, construido y social”, expresó Pablo Rebolledo.

Además, en este sentido, el docente recalcó la importancia de fomentar el respeto por la biodiversidad, la conciencia climática, la vinculación con los océanos, la atmósfera, y la conexión con el medio ambiente.

Por otro lado, también realizó un llamado en materia de políticas públicas, manifestando que “se debe fortalecer las inversiones privadas y los programas académicos, integrando de manera efectiva la educación ambiental en el sistema educativo formal e informal, desde distintas miradas y con la inmensidad de herramientas que tenemos tanto para cuidar nuestro entorno como para regenerar nuestros procesos naturales”.

En esta misma línea, el director de la carrera de Administración en Ecoturismo de la Universidad Andrés Bello, Sede Viña del Mar, abarcó desde su área profesional la importancia del trabajo colaborativo, concluyendo que “al experimentar la naturaleza de manera consciente, los profesionales del área del ecoturismo se convierten en embajadores de la conservación y regeneración, protegiendo, además, la belleza escénica y la biodiversidad que se convierten en una fuente de ingresos para las comunidades locales, una plataforma para la difusión de valores ambientales, una forma de regenerar los lazos humano-ecosistema y de repoblar los espacios rurales”.

Visite la nota completa publicada en El Mostrador, 26 de enero del 2024.