El Mercurio de Valparaíso: Evaluación del Sistema de Salud cae abruptamente este 2024 en el Gran Valparaíso
Con un 4,1 los habitantes de la Región de Valparaíso evaluaron al sistema de salud chileno en la versión 15° de la Encuesta Nacional de Salud (ENS), desarrollada por el Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello (ISP UNAB) en colaboración con Ipsos. El Mercurio de Valparaíso, 12 de diciembre 2024.
La experiencia sobre el sistema de salud experimentó una caída en la Región de Valparaíso respecto al 2023 y, si se omiten los años de pandemia (2020 y 2021), llegó a su nivel más bajo desde el 2018. El “Índice de Experiencia de Calidad” alcanza 41 puntos en 2024, cinco puntos menos a lo obtenido el año 2023. Estos 41 puntos del índice, al ser inferiores a los 50 puntos (punto medio del índice), implica que la proporción de evaluaciones negativas es superior en la mayoría de los atributos.
Los puntos más débiles evaluados se relacionan con el acceso a prestaciones médicas tales como poder operarse, la obtención de horas médicas con especialistas, la atención en el servicio de urgencia y la posibilidad de hospitalizarse. “Lo mejor evaluado en este ámbito destaca la calidad de atención recibida por el personal de salud, sean estos médicos, enfermeras y/o personal administrativo. Específicamente, un 53% de las personas entrevistadas evalúan con nota 6 o 7 a los médicos que le atendieron, 54% para las enfermeras y auxiliares, y un 53% evalúa con nota 6 o 7 al personal administrativo (incluyendo recepcionista)”, informó Héctor Sánchez, director del ISP UNAB.
Reflejo de la Crisis Hospitalaria
Cuando se pregunta sobre qué tan oportuno y/o rápido es el acceso a la salud, un 72% considera que es muy poco oportuno o muy demoroso el poder operarse en el sistema de salud chileno. Un 74% opina lo mismo sobre el hecho de poder hospitalizarse, un 71% evalúa negativamente el acceso de la atención en el servicio de urgencia y un 69% la obtención de horas médicas en su hospital. Solamente la entrega de resultados de exámenes tiene resultados algo mejores en la medida que un 31% lo considera oportuno y rápido, y un 47% poco oportuno y demoroso.
Licencias Fraudulentas
El estudio consideró que obtener una licencia médica es una experiencia cotidiana en el entorno, sobre todo si es con un médico amigo o un profesional que se dedique a esta mala práctica. “La mitad o más de las personas consultadas considera que conseguir una licencia médica o comprarla es fácil, especialmente a través de médicos que se dedican a esta actividad (58%) o a través de médicos amigos (55%). Además, 54% considera que es muy frecuente o medianamente frecuente que se formen empresas falsas para vender licencias médicas. Sólo 33% de las personas consultadas creen que la formación de estas empresas es algo poco o nada frecuente”, sostuvo Sánchez.
La mitad de las personas consultadas conoce a alguien que consiguió o compró una licencia sin estar enfermo (47%). Este resultado confirma que el acceso a las licencias es observado en el entorno como una práctica frecuente.
Otro aspecto que se analiza en el estudio se focaliza en las situaciones relacionadas con cuidados en el hogar donde se legitima el uso de licencias falsas.
78% está de acuerdo en recurrir de esta forma a licencias cuando se requiere cuidar de un ser querido enfermo y 70% si es para extender el periodo de pre y post natal. Pero, no se le atribuye legitimidad a esta práctica si es para evitar un despido (66% de desacuerdo), extender un periodo de descanso (78% de desacuerdo), asistir a eventos personales (81%) o viajar o tomar vacaciones (87% de desacuerdo).
“En otras palabras, la práctica de comprar o acceder a licencias no es considerada legítima en sí misma, sino que su uso es el que confiere el estatus de legitimidad. Sería una práctica aceptada si se trata de labores de cuidado en el hogar, pero no aceptada en situaciones que pueden ser leídas como goce o aprovechamiento personal”, indicó Héctor Sánchez. Más allá de la aceptación o no de esta práctica, 68% cree que no es delito. Lo que le quita el carácter de ilegalidad a la compra de la licencia desde la perspectiva de la población, siendo que sólo una de cada tres personas opina que se trata de un delito que deber ser castigado.
“Esta percepción de que no es un delito si no que una mera falta, es un hallazgo que nos debe preocupar, ya que por muy justificadas que sean las causas que señalan los encuestados el uso indebido de licencias médicas por la vía de comprarlas o “conseguírselas” evidencia de que no hay conciencia de que es un fraude a la seguridad social que afecta los subsistemas público y privado, perjudica el ausentismo laboral y la productividad del país. Estamos delante de un grave problema que debería enfrentarse en su origen con castigo efectivo al fraude y una nueva institucionalidad que dé garantías de un uso correcto del sistema para que cumpla su objetivo de ser un instrumento para recuperar la salud”, concluyó Sánchez.
Visite nota publicada en el diario El Mercurio de Valparaíso, 12 de diciembre de 2024.