06 Noviembre 2024

Conoce a Tu Profe | El académico que descubre los efectos del cambio climático a través de los peces

El Dr. Sebastián Klarian, investigador del Centro de Investigación Marina Quintay (CIMARQ) de la UNAB, comparte en sus clases la riqueza y los misterios de la vida que nace en el fondo de los océanos. Asimismo, está convencido de que los ecosistemas marinos están destinados a ser el futuro de la subsistencia humana.

“Se sabe más sobre la superficie de Marte y la Luna que acerca de las profundidades del océano. Descifrar precisamente qué ocurre en este valioso hábitat despertó en mí esta vocación”, señaló el Dr. Sebastián Klarian, investigador del Centro de Investigación Marina Quintay (CIMARQ) y docente de la Facultad de Ciencias de la Vida UNAB.

El académico nació en Santiago y estudió la carrera de Biología Marina. Luego hizo un Magíster en Biología Marina, y posteriormente un Doctorado en Medicina de la Conservación en la UNAB. En su destacada carrera ha desarrollado especializaciones de postdoctorado en la Universidad de Connecticut con el renombrado profesor Eric Schultz, unos de los científicos de mayor importancia en Biología de peces y pesquerías a nivel mundial.

El Dr. Sebastián Klarian, investigador del Centro de Investigación Marina Quintay (CIMARQ) de la UNAB, comparte en sus clases la riqueza y los misterios de la vida que nace en el fondo de los océanos. Asimismo, está convencido de que los ecosistemas marinos están destinados a ser el futuro de la subsistencia humana.

Recientemente junto a un equipo de expertos de la Universidad de Connecticut y de la Universidad de Massachusetts, se adjudicaron un SEA GRANT, prestigioso fondo estadounidense que les permitirá analizar los posibles efectos del cambio climático y otras causas de por qué están desapareciendo cuatro especies de lenguados en Long Island Sound.

El Dr. Sebastián Klarian reconoce que la docencia en la UNAB llegó de manera accidental el 2014 y de la mano de su labor como investigador en el CIMARQ.

¿Cómo nació su gusto por la docencia y la investigación?

Siempre fui curioso. Mis abuelos Krikor y Lucía (ambos armenios inmigrantes en Chile) me regalaron un microscopio para que pudiera ver las células de las plantas del patio de su casa. Crecí en esa enorme casa llena de vegetación y perros donde hacía experimentos. Además, ellos tenían dos gigantes bibliotecas. Allí había enciclopedias del mundo animal y los peces me parecían bastante atractivos.

En el doctorado, mi mentor fue el docente Roberto Meléndez. El académico me hacía ver que los científicos deben compartir su conocimiento, no solo en los congresos, sino que también con las nuevas generaciones. Eso me ha costado un montón, ya que no es fácil hacer clases y pararse al frente de 50-60 alumnos y alumnas. Aquí agradezco al Dr. Cristian Duarte (en ese entonces director de la carrera de Biología Marina) y a Loretto Contreras (también ex directora de Biología Marina), quienes me ayudaron con herramientas para ejercer mejor la docencia. Aún me cuesta hacer clases, así que quienes están leyendo esto, les digo que tomen cursos de docencia universitaria, les servirá un montón.

¿Cómo surgió su vocación para estudiar más sobre el mar y los peces?

La verdad es que cuando di la PAA (¡¡¡en ese entonces!!!) quería estudiar Astronomía. Me gusta y me atraen las cosas que no puedes ver, solo imaginar y hacer tus inferencias.

En un documental que vi de Carl Sagan, él decía que era inexplicable que supiéramos más del espacio que de nuestro mar. Eso fue en cuarto medio. Me di cuenta de que la Biología Marina era muy parecida al espacio. Nosotros cuando vemos el mar, solo apreciamos las olas y el agua, pero cuando metemos la cabeza abajo del agua descubrimos un mundo nuevo. Eso hizo que me decidiera a estudiar Biología Marina.

Los peces ya me gustaban de antes. Cuando iba de vacaciones salía a pescar a la playa. No obstante, quien me convenció de estudiar a los peces y especializarme en ellos fue mi mentor Roberto Meléndez. Con él aprendí no solo a enamorarme de ellos, sino que también recetas para cocinarlos.

El Dr. Sebastián Klarian, investigador del Centro de Investigación Marina Quintay (CIMARQ) de la UNAB, comparte en sus clases la riqueza y los misterios de la vida que nace en el fondo de los océanos. Asimismo, está convencido de que los ecosistemas marinos están destinados a ser el futuro de la subsistencia humana.

¿Cuál es su mayor preocupación en relación con el cuidado del ecosistema marino?

Los ecosistemas marinos están destinados a ser el futuro de la subsistencia humana. Tenemos que hacer posible que estos ecosistemas sean perdurables en el tiempo. Yo creo que es posible, pero necesitamos que todos se comprometan en esto. Requerimos que los ciudadanos crean en un futuro verde, que estén convencidos en el bien común para todos.

¿Qué nos enseña el mar y por qué deberíamos cuidarlo para las generaciones futuras?

El mar nos enseña que somos muy pequeños en este mundo. El mar provee vida, comida y bienestar. Nos brinda oxígeno. El mar es fundamental para todos en la tierra, y debemos cuidarlo para continuar en el planeta. Las generaciones futuras estarán sometidas al cambio climático, y los océanos son la clave para contrarrestar y minimizar los efectos.

La investigación y la docencia ocupan gran parte de su tiempo, pero cuando usted descansa ¿qué pasatiempos tiene?

No todo es trabajo y uno de mis pasatiempos favoritos es el deporte. Juego tenis semiprofesional hace muchos años y represento a Chile. En música mi banda preferida es Pearl Jam, aunque me gusta el rock en general. También me encanta pasar tiempo con mi familia, especialmente jugar con mis dos hijos, quienes desde ya valoran y disfrutan del mar al igual que yo.

Sebastián Klarian junto a Premio Nacional de Ciencias, Nibaldo Bahamonde.