29 Marzo 2022

Docente de Artes Visuales expone en la Tate Modern e invita a reconstruir espacios

Con su obra Inhabiting Spaces la profesora del Taller de Obras Visuales III, Carolina Illanes, expuso durante marzo en la Tate Modern, uno de los centros de Arte más importantes de Londres.

En Tate Modern, el 11 y 12 de marzo, Carolina Illanes realizó la exhibición de su trabajo centrado en las transformaciones recientes ocurridas en el sector de Elephant and Castle, en Londres.

Gracias a sus estudios de Doctorado en Artes de la UC y al “Fondo Concursable 2020”, logró materializar este proyecto que estuvo dos años en pausa. 

Mediante documentos, correspondencia, dibujos arquitectónicos y fotografías recuperadas de distintos archivos públicos del Reino Unido, la artista reconstruyó espacialidades que ya no existen.

Respecto a esta experiencia, sus motivaciones y orígenes de la exposición habla Carolina Illanes.

¿Cómo nace tu participación en Inhabiting Spaces?

Nace durante una pasantía académica que hice en Goldsmiths University en el 2019, específicamente en el departamento de Cultura Visual. Allí conocí a la curadora e investigadora Joselyne Contreras, quien trabaja en la organización Latin Elephant, y quien me invitó a participar de Right to Inhabit, proyecto que reunió a varios artistas de Latinoamérica. Es así como estuvo también Galería Metropolitana y Sebastián Calfuqueo.

¿Qué te llevó a postular al financiamiento UC?

En estos momentos me encuentro terminando mi doctorado en esa casa de estudios, en el programa de Doctorado en Artes, el que reúne múltiples disciplinas de las artes (musicología, dramaturgia, teatro aplicado, arte visuales, etc.), y que lanza el llamado a concurso cada año, fondo destinado a financiar distintos proyectos de les estudiantes de la Facultad de Artes. Este correspondió al “Fondo Concursable 2020”, proyecto que solo pude llevar a cabo después de 2 años a causa de la pandemia. Este trabajo también estuvo patrocinado por la Galería Patricia Ready y por el Arts Council England.

¿Qué te motivó a destacar los cambios en el sector de Elephant and Castle?

La idea de este proyecto fue hacer un puente de conexión entre dos casos de gentrificación ocurridos en dos barrios residenciales muy alejados y distintos uno del otro.

Hace algunos años que llevo a cabo una investigación enfocada en 5 casas que fueron demolidas en un sector de Ñuñoa, lugar en el que resido. La investigación consiste principalmente en reunir y traducir evidencias de estas viviendas, una vez que ya no hay rastros de ellas en la superficie de la ciudad. Estas evidencias son principalmente documentos, dibujos arquitectónicos y fotografías, material con el que he construido distintos desplazamientos gráficos y espaciales que ayuden a traducir esta información de un carácter un tanto frío, en dispositivos artísticos que permitan que un espectador o participante tenga una experiencia, y de esta manera invoque su propia experiencia y recuerdo en torno a su habitar.

Es esta metodología la que llevo a Londres, específicamente al barrio de Elephant and Castle, barrio principalmente habitado por latinoamericanos, y que se encuentra en un fuerte proceso de gentrificación.

En este barrio me enfoqué en un conjunto habitacional que se llamaba Heygate Estate, y que fue demolido entre el 2011 y el 2013, y el cual tuvo un efecto dramático en un tejido social complejo y rico de personas y familias que dependían de la comunidad que allí se generaba.

Era algo así como que demolieran la Villa Portales, donde más de 1200 familias vivían en un lugar céntrico de Londres. Como parte de esta renovación urbana también demolieron un centro comercial en el 2021, lugar que era un punto de encuentro, y que comprendió una larga batalla de aquella comunidad para poder salvarlo.

¿Qué lectura hay detrás de esta transformación?

Lo que inicia este proyecto fue la pregunta de porqué hay ciertos conjuntos habitacionales que son resguardados por más de un siglo, y otros que son derribados en menos de 40 años después de haber sido construidos.

Esto último sucedió con Heygate Estate, y con varias viviendas sociales de estilo brutalista que fueron construidas en los setenta en Reino Unido, estilo que ha sido fuertemente atacado y estigmatizado, principalmente a través de la prensa y el cine.

En la búsqueda por responder esta pregunta me encontré con un reportaje en The Guardian que citaba al escritor Owen Hatherley diciendo “Heygate debía ser atacado estéticamente porque era peligroso políticamente”, frase que me hizo sentido respecto a ciertos calificativos que aparecían en la prensa y otros lugares, y que tachaban a estas construcciones de ‘monstruosidades’ o ‘bloques con aires de Unión Soviética”.

El poco o nulo mantenimiento que recibieron estas viviendas, su posterior estigmatización y el encontrarse en un lugar privilegiado de Londres, la hicieron presa fácil para los desarrolladores.

Estas viviendas encarnaban otra política habitacional, una mucho más comunitaria y apoyada por el estado, lo que se tornó cada vez menos popular, sobre todo a inicios de los años noventa, con la transformación de la política habitacional en diversos lugares del mundo, y la cual fortaleció la idea de la propiedad privada.

¿Qué es lo que más te llamó la atención cuando recopilabas la información/documentos?

Creo lo más interesante fue la correspondencia que leí entre el Southwark Council y los desarrolladores, además de testimonios de los residentes que no querían ser desalojados de Heygate Estate.

Es interesante el lenguaje que se despliega en ambos casos, el primero, tremendamente eufemístico y cifrado, y el segundo, bastante desgarrador. Ambos puntos de vista reflejan la visión que existe hacia el espacio habitacional, el primero como commodity, y el segundo, el espacio sagrado del hogar.

¿Cómo fue la recepción por parte del público?

Fue excelente. Hubo mucho diálogo y la gente enganchó con la puesta en escena, lo cual era finalmente la intención de este taller. Lo que uno genera es más bien un dispositivo, una especie de gatillador para que un otre pueda vivir una experiencia en torno a su propia experiencia del habitar, sus recuerdos, malestares, la identidad de su barrio y sus transformaciones, etc. que a veces puede ser que no ocurra, pero aquí sí aconteció.

Conoce el trabajo de otro docente destacado AQUÍ