VOZ DEL EXPERTO | Mitos y verdades sobre el consumo de azúcar
Camila Cisternas Cuevas, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello, explica cuáles son los mitos y verdades más frecuentes sobre el consumo de azúcar.
El consumo de azúcar se ha vuelto un problema mundial por al aumento de enfermedades asociadas a él.
Esto se refleja en la última Encuesta Nacional de Salud de Chile (2016-2017) donde informa que un 12,3% de la población chilena tiene sospecha de Diabetes Mellitus, lo cual se traduce en un 3,3% más desde la encuesta anterior (2009-2010).
Es por ello que la nutricionista Camila Cisternas Cuevas, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello, devela mitos y verdades del consumo de azúcar:
1. Se deben eliminar todos los azúcares de la dieta: MITO. El azúcar es una de las principales fuentes de energía para nuestro organismo, permitiendo el óptimo funcionamiento de diversos órganos como el cerebro. El problema de su consumo radica en el excesivo consumo de sacarosa o “azúcar de mesa”, la cual la podemos encontrar en diversos productos procesados en el mercado actual.
2. No se debe dar azúcar a los niños: VERDAD. La guía de alimentación del niño(a) menor de 2 años y hasta la adolescencia del Ministerio de Salud de Chile sugiere no adicionar azúcar a las preparaciones que se le ofrece al niño, ya que por su palatabilidad serán de preferencia y estaremos generando hábitos de consumo de alimentos que no son saludables, además de aumentar el riesgo del niño a presentar sobrepeso u obesidad y en edades adultas llegar a presentar enfermedades crónicas asociadas a la alimentación. Cabe destacar que los edulcorantes artificiales no deben ser utilizados en menores de 2 años en forma directa ni en productos los contengan.
3. Es mejor la azúcar morena que blanco: MITO. Ambos tipos se obtienen de la caña de azúcar, pero pasan por diferentes procesos para llegar al producto final. El azúcar blanco debe ser refinado y clarificado para llegar a su color y textura, mientras que el azúcar rubia o morena se obtiene en el primer paso de la producción azucarera, por lo que ambos tipos de azúcar se asemejan en su composición nutricional y un exceso de su consumo es perjudicial para la salud.
4. Los edulcorantes son mejores que el azúcar: MITO. Los edulcorantes a diferencia del azúcar no tienen un gran aporte calórico, por lo que su uso se recomienda en diversos tratamientos para la obesidad o enfermedades como la diabetes. A pesar de esto, no se recomiendan para población general, ya que al consumir edulcorantes el individuo se familiariza y se acostumbra al sabor dulce por lo que se estaría fomentando el consumo de estos alimentos.
5. El azúcar causa hiperactividad en los niños: MITO. La hiperactividad en los niños tiende a asociarse al consumo de azúcar o edulcorantes en la vida cotidiana, pero diversos estudios han evaluado esta relación sin encontrarse con resultados que verifiquen que el azúcar afecta el comportamiento en los niños. Sin embargo, en niños con diagnóstico de hiperactividad, las recomendaciones respecto al consumo de azúcar, quedan a criterio del profesional médico y nutricionista a cargo.
6. El alto consumo de azúcar provoca diabetes: VERDAD. El consumo elevado de azúcar produce hiperglicemia, que significa que los niveles de azúcar en sangre aumentan, desencadenando una cascada de eventos a nivel metabólico para poder regularlo y lograr que los niveles se normalicen. Cuando este evento ocurre con frecuencia nuestro organismo comienza a tener problemas para regularizar los niveles de azúcar, lo cual puede terminar generando diabetes.
7. El azúcar causa adicción: VERDAD. El azúcar al igual que algunas drogas, actúa a nivel del sistema nervioso central, provocando la liberación de dopamina en el cerebro lo que hace que sea una sustancia adictiva.
8. El azúcar engorda: VERDAD. Como se mencionó anteriormente, el azúcar es una de las principales fuentes de energía para nuestro organismo, esto va de la mano con su aporte de calorías, donde una cucharadita de azúcar tiene 20 calorías, por lo que, si abusamos de su uso y consumimos alimentos con altos contenidos de ésta, vamos a generar un aumento en el consumo calórico y por ende un aumento de peso.