Viña del Mar | Director de Psicología UNAB participó en Comisión de la Cámara de Diputados para analizar la normativa sobre la prevención y restricción en el uso de tecnologías en menores
Rodrigo Cornejo, director de Psicología UNAB, expuso en la Comisión de Futuro, Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Cámara de Diputados para manifestar la opinión de esta carrera acerca del proyecto de ley, originado en mociones refundidas, que modifica las normas sobre protección de los derechos de los consumidores para exigir que los dispositivos móviles de información y telecomunicaciones y los videojuegos incluyan advertencia sobre los riesgos de su uso desmedido en menores.
Todos los estudios realizados, tomando como referentes aquellos de la Sociedad Americana de Pediatría, la Organización Mundial de la Salud, la Sociedad Pediátrica Canadiense, la Asociación Francesa de Pediatría Ambulatoria, la Asociación Psicológica Americana entre otras, desaconsejan todo uso de pantallas en menores de 2 años (en el caso de la Asociación Francesa de Pediatría, indican incluso hasta los 3 años), considerando que genera efectos nocivos en el neurodesarrollo del niño, al actuar principalmente sobre el circuito de recompensa dopaminérgico, y afectando entre otros, a la corteza prefrontal, lo cual incide directamente en el desarrollo de las funciones cognitivas (afectando ámbitos vinculados a las habilidades sociales, la resolución de problemas y la comunicación).
Precisamente, con el objetivo de analizar este tema y las implicancias del uso de las tecnologías en menores; fue invitado el académico Rodrigo Cornejo, director de la Escuela de Psicología UNAB, Sede Viña del Mar, a la Comisión de Futuro, Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Cámara de Diputados el pasado miércoles 14 de junio de 2023.
El profesor tuvo que referirse acerca del proyecto de ley, originado en mociones refundidas, que modifica las normas sobre protección de los derechos de los consumidores para exigir que los dispositivos móviles de información y telecomunicaciones y los videojuegos incluyan advertencia sobre los riesgos de su uso desmedido en menores, cyberbullying y niveles de violencia (boletines Nos 12770-19, 14978-03 y 15020-19), en primer trámite constitucional.
Al respecto, el profesor manifestó que las investigaciones señalan que en niños menores de 2 años no es recomendable que estén expuestos a pantallas (televisores, teléfonos inteligentes, videojuegos, tablets, etc.) y que en niños de 2 hasta 5 años es recomendable que no estén expuestos a pantallas más de 1 hora diaria (siempre acompañados presencialmente de un adulto que guíe el proceso de interacción).
Crisis de la atención
Rodrigo Cornejo indicó que hay varios especialistas en la materia, entre ellos psiquiatras y psicólogos, que señalan que actualmente existe una “crisis de la atención”: “Esto quiere decir, que la exposición prolongada a las pantallas ha provocado en nosotros, pero sobre todo en los más jóvenes y los más pequeños, un importante deterioro a nivel de las funciones cognitivas: atención, orientación, juicio, memoria, lenguaje, etc., es decir, aquellas que requieren de una atención voluntaria y activa por parte nuestra”.
De hecho, el profesor mencionó que la literatura científica muestra que las redes sociales como Twitter, Instagram, Facebook, YouTube, Snapchat y Tiktok, entre otras, operan como estímulos externos intensos que activan partes más antiguas de nuestro cerebro, ligadas con nuestra atracción hacia la comida, el sexo, la posición social, el poder y la emoción, alertándonos de los posibles peligros, activando así principalmente, aunque no exclusivamente, la atención involuntaria.
“En mayor o menor medida, las imágenes, sonidos y movimientos percibidos por medio de una pantalla activan la atención involuntaria, mientras que las actividades escolares, el trabajo y las relaciones interpersonales exigen atención voluntaria. Por ello, en el día de hoy podemos ver a niños y adolescentes pasar varias horas frente a un dispositivo de pantalla, pero a la vez presentan altas dificultades para poder prestar atención a las clases, realizar tareas aparentemente sencillas o mantener una interacción social. El argumento más esgrimido para justificar las dificultades de algunos de estos jóvenes y niños es que esas actividades son “aburridas” a diferencia de lo que ocurre en la interacción con los dispositivos.
“Por el contrario, todos nosotros, pero especialmente los niños, requerimos de cierta dosis de aburrimiento. En el caso de los niños, les permite hacer frente a la frustración y controlar sus impulsos, además de generar espacios para la imaginación y la motivación”, destacó Cornejo.
Aprender a leer los nuevos tiempos
Para el docente el problema de la exposición temprana a las pantallas en niños, y la interacción nociva a redes sociales, expresada en el ciberacoso, en el caso de niños y adolescentes, es un síntoma que debemos “aprender a leer”. “No es un síntoma que deba ser interpretado y trabajado exclusivamente por la psicología, la psiquiatría, el psicoanálisis o la neurología, sino por el conjunto de instituciones de la sociedad responsables de la formación de nuestros niños y adolescentes”, enfatizó.
Para concluir, el académico expresó que el problema analizado surge por la relación que establecen los sujetos con los dispositivos electrónicos. “La crisis de salud mental que actualmente vivimos no puede abordarse simplemente desde la desaparición del síntoma, porque este retornará con otras apariencias. El problema no son los dispositivos en sí mismos, sino el tipo de relación que establecen los sujetos con dichos dispositivos. Y esa relación es en gran medida el reflejo del vínculo que se establece entre los bebés, los niños y niñas, las y los adolescentes con sus respectivos cuidadores o sus referentes sociales”, puntualizó.