UNAB monitoreará avances de la Ley de Inclusión Laboral de Personas con Discapacidad
El Observatorio para la Inclusión de la U. Andrés Bello tiene dentro de sus misiones realizar investigación aplicada, que permita obtener datos relevantes para promover una cultura inclusiva.
Al hablar de discapacidad, los expertos reconocen un avance importante en nuestro país en materia de inclusión, desde que Chile ratificara, el año 2008, la Convención de personas con discapacidad (PcD) de la ONU. Sin embargo, todavía existen brechas muy importantes en la participación social de este colectivo y la inclusión laboral, es uno de los ámbitos en los que se requiere actuar con gran celeridad.
Si bien es cierto que la ley 21.015 -más conocida como ley de cuotas- en vigencia desde el 2018, ha impulsado el desarrollo de culturas organizacionales más respetuosas e inclusivas, no es menos cierto que todavía persisten sesgos y temores al momento de pensar en equipos de trabajo diversos.
El Observatorio para la Inclusión de la U. Andrés Bello (OI) se planteó una serie de objetivos para el 2024 orientados, fundamentalmente, al levantamiento y sistematización de información que permita conocer los avances en áreas específicas como, por ejemplo, las tasas de cumplimiento de la ley de inclusión laboral de PcD (21.015), las dificultades que se han presentado para darle cumplimiento e identificar desafíos asociados a esta normativa como a otras.
“Estos años de aprendizaje, han demostrado que aquellas instituciones que efectivamente han creído en el valor que esta diversidad puede aportar a sus organizaciones y han dado el paso hacia la valoración de las PcD, inician un viaje sin retorno. Si el proceso de inclusión laboral de diferentes grupos en riesgo de exclusión social se hace bien, esto es, permeando a toda la institución con la convicción de agregar valor a su quehacer, ya no vuelven a considerar a la diversidad como riesgo o amenaza; se transforma fortaleza y sello diferenciador”, explica Alejandra Ríos, directora del Observatorio para la Inclusión (OI) de la U. Andrés Bello.
Este es un camino bastante nuevo para el sector productivo de nuestro país, por lo que aún falta información rigurosa que permita generar experiencia comparada o modelos de buenas prácticas que vayan trazando el camino a quienes recién inician esta ruta. Y para ello, los datos son fundamentales.
En este contexto, el Observatorio para la Inclusión de la UNAB, inaugurado el 30 de mayo de 2023, tiene dentro de sus misiones, realizar investigación aplicada, que permita obtener data relevante para sustentar las conclusiones que, preliminarmente, los primeros que se aventuraron en este camino hacia la construcción de cultura inclusiva, han podido comprobar.
“Con este objetivo definido, el OI ha generado una serie de convenios con actores relevantes tanto de la arena pública como del sector privado, para levantar información que aporte a una toma de decisiones oportuna y pertinente, especialmente en materia de inclusión de PcD, tanto a los legisladores como a los responsables de los procesos de inclusión (laboral, escolar, entre otros)”, sostiene Alejandra Ríos.
Con ello, se busca proveer de información que aporte a la política pública para avanzar en la dirección que realmente se necesita, teniendo siempre el foco en mejorar la calidad de vida de las PcD. Como OI, esperamos posicionarnos como un actor relevante al momento de aportar dicha información, respaldados en las casi 2 décadas que UNAB lleva trabajando con PcD y en la rigurosidad académica que nos caracteriza.
Aporte a una cultura inclusiva
El Observatorio para la Inclusión, dependiente de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales y alojado en el Instituto UNAB de Políticas Públicas, “persigue aportar a la construcción de una cultura que ponga en valor aquellos espacios compuestos por grupos humanos diversos, justamente por la riqueza que aporta dicha diversidad. Para ello, sus principales objetivos consisten en levantar información respecto del estado de avance, así como los desafíos que tenemos pendientes como sociedad, en cuanto a inclusión, especialmente de personas con discapacidad (PcD)”, comenta Ríos.
Desde su inauguración, la nueva unidad ha concentrado los primeros meses de trabajo en la detección de necesidades del colectivo de PcD, así como en la generación de vínculos y alianzas con los actores, organismos y entidades estratégicos, que permitan generar acciones orientadas a aportar al desarrollo integral de este grupo y favorezcan su calidad de vida.
Esto permitirá instalar en la agenda pública la relevancia de generar las condiciones para que todas las personas, independiente de sus características, pueda desarrollar su proyecto de vida en plenitud y para ello, todos tenemos que aportar desde los distintos roles que cumplimos en la sociedad; nadie puede restarse.