23 Junio 2023

SOY UNAB |Diseñador y académico de la UNAB impulsa la industria de moda sostenible en Chile a través de la circularidad y conciencia social

Cristóbal Miranda, académico y diseñador de Vestuario Textil de la U. Andrés Bello, ha destacado por su propuesta de moda circular. El joven modista, comenta sus inicios, desafíos y proyecciones para seguir deslumbrando en la moda sostenible a nivel nacional e internacional.

Soy UNAB

Con 28 años, Cris Miranda, se ha perfilado como uno de los creadores emergentes de la industria textil chilena en el nicho de la moda sostenible los últimos cinco años.

Su propuesta, ha dejado huella en desfiles nacionales, escenario que le entregó un significativo logro: representar a Chile en el Redress Design Award 2022, certamen de moda sostenible que destaca el trabajo a nivel global de diseñadores emergentes que reciclan prendas en desuso y crean nuevos diseños con sus telas.

Apuesta por la circularidad y el desarrollo de una industria de moda consciente y menos contaminante.

Cris Miranda, Moda sostenible

Foto | IG: @crismiranda.cl.

Inspirado en Japón y su riqueza cultural, país donde vivió dos años tras graduarse de Diseño y Vestuario Textil en la UNAB, el joven diseñador y carismático académico del Campus Creativo, nos cuenta sus inicios en la moda circular, una instancia que le ha permitido crear su propia marca y tener importantes proyecciones a mediano plazo.

¿Siempre quisiste estudiar diseño y vestuario textil?

No, curiosamente me preparé durante la Educación Media para estudiar Licenciatura en Inglés. Sin embargo, opté por esta carrera a pesar de que mis padres no deseaban que estudiara una profesión ligada al arte.

Obviamente, ellos preferían que escogiera un futuro con mayor proyección profesional, ya que la industria de la moda en Chile es muy compleja.  Sin embargo, me fue muy bien en la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y logré dejar contentos a mis padres. Pero, también estaba lo que a mí me apasionaba, que era dibujar, por lo que decidí estudiar diseño.

Ese mismo año (2013), el Campus Creativo abrió la carrera de Diseño de Vestuario Textil. Yo logré 720 puntos en PSU, lo que me hizo merecedor de una excelente beca que me permitió cursar casi el 100% de mis estudios en la UNAB.

 

¿Entre tus opciones, la U. Andrés Bello era la única que impartía esta carrera o habías visto otro lugar?

Dentro de las opciones que tenía, se encontraba la Universidad del Pacífico, pero no me otorgaban ningún beneficio. En cambio, aquí me ofrecieron una muy buena oportunidad. Lo que me permitía no preocuparme por el arancel mensual.

A eso, es importante mencionar que otro punto de inflexión en mi elección fue la malla curricular de la carrera, la que me parecía muy interesante, pues tenía el área de vestuario, que estaba ligada a los distintos terrenos de la creatividad y del quehacer productivo del arte, como la publicidad, marketing, etc. Por lo que es una excelente opción.

¿Cómo recuerdas tu paso por la UNAB?

Me declaro mateo, así que mi paso por la U. Andrés Bello era el de un estudiante que constantemente conversaba con todos los profesores, porque me interesaba obtener mucho conocimiento de ellos.

Siempre me tomé en serio los estudios, porque era el primero de mi familia en llegar a la universidad, la primera generación, por lo tanto, tenía que sacar el máximo provecho de esta oportunidad y elección que hice.

Me preocupé de cultivar y absorber todo lo que aprendía. Lo que me permitió tener excelentes relaciones con varios docentes, entre ellos:  Karina Vukovic, Juana Díaz, Claudia Vitali, Gerardo Tyrer. Con Juana Díaz, hicimos una gran amistad, me apoyó en mi proyecto de título y, actualmente en mi apuesta profesional.

Construir estos nexos desde la UNAB es muy valioso y enriquecedor, pues siempre he sido una persona concentrada en sus proyectos y en sus objetivos, por lo que el carrete nunca fue mi prioridad mientras estudié.

Hoy, algunos de tus exprofesores son colegas, ya que haces clases. ¿Hay alguno que haya influido en tu camino, en enfocarte hacia la moda sustentable? ¿Cómo fue que llegaste a entrar a esa área y en ese foco?

El enfoque pasó porque no tenía los recursos para comprar los materiales y realizar los trabajos prácticos. Esa necesidad económica me llevó a buscar una forma de crear y, la verdad, esa situación nunca fue un impedimento.

En el segundo año de la carrera, en Campus Creativo, habían vestido árboles con lanas, mucha lana, se veían muy lindos. Luego, sacaron las lanas y las llevaron al taller y pregunté si podía utilizar ese material para realizar los trabajos.  A la profesora, Karina Vukovic, le encantó la idea de reutilizar esos insumos, entonces me puse a trabajar con materiales reutilizados que habían sido descartados y, desde entonces no salí de eso.

¿Actualmente en qué estás hoy?

Trato de estar en todas las oportunidades que me brinden visibilidad o beneficios económicos. Mi objetivo es potenciar mi trabajo, ya que en este país es una apuesta compleja. Además, soy profesor en la cátedra llustración de Moda en la UNAB, donde contribuyo a que los estudiantes encuentren su identidad y la transmitan a través del dibujo.

Me encargo de enseñarles técnicas que no conocen y les muestro que el dibujo es una herramienta, no un talento. No importa si dibujan bien o mal, lo importante es que plasmen una idea que está en su mente al papel y luego recrearla en una tela.

Finalmente, estoy trabajando en la nueva colección de mi marca (Cris Miranda) para la temporada primavera – verano 2024, la que planeo lanzar en septiembre.

Cris Miranda, Moda sostenibleCris Miranda, Moda sostenible
¿Cómo promueves tu marca?

Mi proyecto cuenta con su propio espacio donde mi proyecto tiene su lugar. Además, cuento con mi propio taller donde diseño y confecciono mis prendas. Para el próximo lanzamiento de mi colección, estoy considerando realizar un evento tipo showroom muy exclusivo para presentar mis diseños a un público acotado.

También estoy explorando la posibilidad de hacer una puesta en escena más mediática para promocionar mi marca y llegar a un público más amplio para que conozcan mi trabajo y estilo.

¿Qué herramientas entregadas por la U. Andrés Bello, crees que han influido en lo que te desempeñas?

Más que herramientas, para mí fue más el espacio que se generó en la universidad. Fue un lugar abierto y creativo, donde no hay una limitación o se presenta como una estructura rígida y solo formativa.

Lo que me contribuyo en mi quehacer, fue comprender otras áreas que no siempre están ligadas al hacer del vestuario. Tuve la oportunidad de tomar electivos como: Marketing, y Branding, conocimientos que sirven muchísimo cuando emprendes tu propio proyecto.

Esto es lo que me ha permitido sacar adelante mi marca qué homónima, porque no solo se trata de la confección de vestuario que ofrecen otras casas de estudio, que son mucho más técnicas. La UNAB te otorga la posibilidad de crear proyectos creativos, empresas novedosas que se promueven en a misma universidad y eso para mí fue una gran herramienta.

Punto aparte, es reforzar que los espacios y talleres que posee la universidad con sus secciones de diseño son completos. Todos cuentan con las máquinas necesarias, los maniquíes y equipos necesarios. Además, hay académicos y asistentes con una excelente disposición para utilizar todo y enseñarle al estudiante a manejar los recursos que se les proporcionan.

¿Cuáles son los desafíos que enfrentas en el día a día como profesional? Y ¿Qué desafíos ves en la moda chilena?

Uno de los grandes desafíos que enfrentamos en Chile junto a mis colegas, se conecta con el cómo visibilizamos nuestro trajo y proceso creativo. ¿Cómo le hacemos entender al consumidor que realizar un diseño tiene un valor agregado y único?

Y, que es muy probable que esa prenda posea terminaciones realizadas a mano o con una confección de muy buen nivel, lo que hace que el costo se encarezca. Por lo tanto, hoy es todo un desafío competir con la industria textil existente en el país.

Cris Miranda, Moda sostenible

Foto | elmercurio.com

Hoy, tenemos un grave problema: “el fast fashion extranjero”, que son las grandes cadenas ropa que han llegado a Chile a comercializar sus productos, los que, además, tienen alta demanda por su bajo costo industrial.

Existen diversas marcas conocidas que están presentes en el país, sobre todo la gigante asiática que es muy potente y que tiene un modelo económico sumamente agresivo, rápido y desechable. El cual, no se preocupa del medio ambiente ni de la calidad de lo que vende, porque a este tipo de industria textil, lo único que le interesa es vender rápido, barato y por cantidades.

Finalmente, ¿De qué manera esperas contribuir o contribuyes a la sociedad desde lo que realizas?

Desde mi perspectiva, siempre he entendido la moda como un eje importante. No es solo lo que vistes para cubrir tu cuerpo, ni es frívolo como lo presentan en los medios.

El vestuario tiene una carga y connotación identitaria muy fuerte. Es la primera arquitectura que habitamos los seres humanos, porque antes de habitar este espacio construido de concreto, habitamos la ropa. Y, por eso en mi mente esta la noción de ¿cómo puedo crear? respetando los distintos ámbitos

Los ambientes en los que se desenvuelve el vestuario incluyen el medio ambiental, social y económico. Siempre he sido partidario de que el vestuario tiene que atender todos estos ejes para para ser realmente sostenible.

Por eso apunto a la sostenibilidad y busco a trabajar con localidades cercanas, realizando trabajo local en Puente Alto, con distintos talleres a los que les entrego y generó trabajo. Así se conecta con la comunidad, siempre se vincula con el ámbito social, no solamente con lo económico, o estético, es un todo al que uno se enfrenta cuando genera propuestas de diseño de vestuario.