Sopas, un aliado en invierno: Nutricionista detalla los tipos y cómo prepararlas
Andrea Orellana, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello, entrega algunos consejos para elaborar distintos tipos de sopa en días fríos.
Las sopas son preparaciones que pueden ser muy útiles en la alimentación. Tienen diferentes aromas, sabores e ingredientes y ayudan a sobrellevar los días fríos de invierno.
“Las sopas normalmente se usan como primer plato, ya que nos dan saciedad. También ayudan a la hidratación del organismo, ya que aportan líquido, que a veces en tiempo de invierno no se consume en la cantidad necesaria. Asimismo, entregan diferentes tipos de nutrientes, dependiendo de los ingredientes que contenga la preparación”, explica Andrea Orellana, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello.
«Las sopas son una buena alternativa para incluirlas en nuestra alimentación, ya que son sabrosas, nutritivas, fáciles de preparar y se puede usar en su preparación ingredientes que son económicos y que tenemos en nuestras casas”.
Según indica la nutricionista, “lo ideal es que estas sopas se preparen en casa, utilizando alimentos frescos o poco procesados y evitemos el consumo de las que vienen envasadas o deshidratadas, ya que, estas contienen una gran cantidad de sodio (1 porción preparada contiene 762 mg de sodio)”.
Existen diferentes tipos de sopas, dependiendo del ingrediente con que se preparen. La académica de la UNAB detalla cuáles se pueden transformar en las más requeridas durante el invierno:
1.- Hay algunas que son más líquidas como los consomés. Se pueden preparar a partir de la cocción de un trozo de carne de vacuno, ojalá desgrasada, pollo o pavo, huesos o carcasa de mariscos o pollo, agregando algunos agentes aromatizantes como cebolla, ajo, ramas de apio, tomillo, puerro, etc. Una vez que se termina la cocción (aproximadamente 20 minutos) se retiran los ingredientes sólidos y queda un caldo al que se puede agregar un huevo (hervir 3 minutos) para hacerla más nutritiva, ya que el huevo es una excelente fuente de proteínas y cilantro picado. También a este caldo se puede agregar sémola, fideos cabellos o pastinas. En ese caso necesita 5-8 minutos de cocción más.
2.- Sopas más consistente o espesas son las cremas de verduras, las cuales se preparan mediante la cocción de diferentes vegetales como: zapallo camote o italiano, brócoli, champiñones, alcachofas, tomate, espinacas, acelga o mezclas de estas. Para prepararlas, primero se cuecen las verduras. Puede ser hervidas con un poco de agua (el tiempo depende de la verdura que se use) con un sofrito y condimentos (ajo, orégano, pimienta). También las verduras se pueden cocer el horno (quedan con mejor sabor), luego se agregar agua y un sofrito preparado con cebolla, ajo y pimentón, se muele todo en la juguera o mini pimer. Si se quiere dar más sabor se le puede agregar un poco de crema de leche light o leche y colocar semillas de sésamo o zapallo o jengibre rallado al momento de servir.
3.- Sopas de legumbres como: porotos, lentejas, garbanzos, arvejas. En este caso se puede realizar a partir de legumbres ya hidratadas y cocidas o se pueden usar las que vienen listas en cajita tetrapack (cuando no existen el tiempo suficiente para dedicar a la cocina). Para hacer la sopa se mezclan con un sofrito y algún cereal como fideos o arroz para complementar con el aminoácido metionina, y con ello obtener una proteína de buena calidad. Si se quiere mejorar la presentación y aumentar el aporte calórico se agregan crutones, que son trocitos de pan (se puede usar de días anteriores) cortados en dados que se hornear o se doran en un poco de aceite. Si quedaron legumbres preparadas del día anterior también se puede licuar y obtener una nutritiva sopa.
“Todas estas sopas se pueden congelar y mantener por un par de meses y es posible utilizarlas cuando no se tenga tiempo de cocinar», concluye la nutricionista y académica de la UNAB.