08 Noviembre 2022

«Semana de la Novela Negra: Puerto Negro» cierra sus jornadas y presenta a los ganadores del concurso

Más de 30 reconocidos escritores y escritoras de Chile y América Latina se reunieron en esta primera versión, que contó lanzamientos de libros, series, conferencias y que finalizó con el anuncio d la novela ganadora y los dos finalistas del concurso “Puerto Negro”.

La «Semana de la Novela Negra: Puerto Negro» –que se realizó del 20 al 22 de octubre en la Sede Viña del Mar– contó con la participación del reconocido escritor cubano Leonardo Padura, autor de las novelas policiacas del detective Mario Conde y de «El hombre que amaba a los perros», y quien dio inicio a la primera jornada en torno al género policial.

Asimismo, en el marco de su visita visitó la sede Antonio Varas donde presentó su nueva novela, “Personas decentes” que a través de dos tiempos literarios lleva al lector a desentrañar un crimen que por momentos parece ser “justo”.

Lanzamientos de la «Semana de la Novela Negra: Puerto Negro»

El encuentro además incluyó la conferencia “La narrativa de Heredia” del reconocido escritor chileno Ramón Díaz Eterovic, además de la presentación de su «Imágenes de la muerte”.

Además, se realizaron los lanzamientos de los libros de Miguel Angel Vargas, Gregory Cohen y Marcelo González, y el estreno de la serie policial «Pesquisa. La historia del género policial chileno».

En el caso del decano de la Facultad de Economía y negocios (FEN), Miguel Angel Vargas, se trató de la presentación de su libro «La primera puerta del Espanto», su segunda novela en publicarse, en la que se entretejen dos grandes misterios: el asesinato y el destino.

“A esos dos enigmas que se plantean en esta novela, se suman ingredientes” explica el decano de la FEN quien cuenta que esta obra incluye otros factores tales como la fantasía, el terror y con Valparaíso como escenario.

Asimismo, se presentaron otros novelistas tales como Boris Quercia, autor de la trilogía de Santiago Quiñones y la novela policial «Electrocante»; María Inés Krimer, autora de la saga de la detective Ruth Epelbaum; Carlos Salem, escritor y periodista, autor de más de una veintena de novelas y ganador del premio a la Mejor Novela de 2014 del festival Valencia Negra, quien impartió el taller detectivesco «El tamaño sí importa».

Taller detectivesco

En esa misma línea se presentó también la escritora Paula Ilabaca, con su taller detectivesco para escolares, que imparte en conjunto con su padre, Fernando Ilabaca, ex detective que plantea escenas del crimen desde su experiencia para acercar a lectores y posibles escritores de novela negra y policial.

La escritora explica que el taller que imparten es desde el enfoque es criminalístico, es decir, nos “orientamos a pensar cómo ocurrió el crimen a partir de las evidencias que estarán en escena”. En la segunda parte del taller Paula Ilabaca entrega algunos consejos sobre cómo escribir una historia de tipo policial, negro o criminal.

Los finalistas y el ganador

Tras recibir más de 150 novelas provenientes de 17 países, el Primer Concurso de novela negra “Puerto Negro”, organizado por la Universidad Andrés Bello (UNAB), presentó a sus ganadores: “Los transitorios” del chileno Juan Ángulo obtuvo el primer lugar, mientras que las otras dos novelas finalistas fueron “Cien maneras de matar a Bea Suleimén” de Patricia Suárez (Buenos Aires, Argentina) y “Los tres duelos del detective Bernales” de José Miguel Martínez (Puerto Varas, Chile).

La novela ganadora recibirá un premio de $1.600 USD (un millón y medio de pesos chilenos aproximadamente) y será publicada por los sellos Real Noir, editorial española de novela negra que integra a grandes escritores españoles y extranjeros, y Puerto de Escape, editorial chilena que surge en la Región de Valparaíso.

Juan Angulo recalcó que su mayor inspiración fue mostrar Talcahuano como una ciudad reconocible por su literatura y agregó que “el impulso de romper la centralización y mostrar que hay más ciudades que Santiago en Chile hace que siempre quiera habitar Talcahuano en mis historias”. En concreto, explicó que, aunque es una obra 100% de ficción, “intenté construir un mundo lleno de anécdotas que viví o escuché en el puerto; de personajes imaginarios, pero que encajan bien con la ciudad”.