ORGULLO UNAB | Kinesiólogo y académico relata cómo el Covid-19 remece sus sentimientos profesionales y personales al atender pacientes
Fue en 2014 cuando José Luis Sufan se sumó a la U. Andrés Bello. Hoy como docente en práctica clínica de la carrera de Kinesiología y del Diplomado en Kinesiología y Rehabilitación en Unidad de Paciente Crítico, revela cómo vive una de las mayores pandemias como parte del equipo de salud que le da la batalla.
No acepta del todo que lo encasillen como “héroe” o de que es parte de lo que la prensa ha denominado “primera línea” en la lucha contra el Covid-19. José Luis Sufan Zamorano, kinesiólogo de la Unidad de Paciente Crítico Adulto de la Clínica INDISA, docente en práctica clínica de la carrera de Kinesiología de la Universidad Andrés Bello y coordinador docente del Curso de Ventilación Mecánica Avanzada de la Sociedad Chilena de Medicina Crítica y Urgencia (Red Intensiva), subraya que son varios los protagonistas del bienestar de una comunidad en tiempo de pandemia.
Sin duda que la adrenalina y la pasión por lo que se hace están al máximo ante la llegada de algún paciente con diagnóstico Covid-19 positivo, pero también los miedos son partes de este escenario.
El académico de la UNAB confiesa sus temores, incertidumbre y estrés en el contexto de una de las mayores crisis sanitarias que sacuden al mundo y a Chile.
¿Cuál es el rol de un Kinesiólogo en el equipo de salud que enfrenta el Covid-19?
El rol del Kinesiólogo refuerza los dos pilares de acción que sustentan nuestro quehacer permanente en la unidad de pacientes críticos y que ahora en particular por esta pandemia se refuerzan y quizás se dan más a conocer incluso mediáticamente, ya que nos desempeñamos en un proceso de atención que requiere nuestra intervención tanto en evaluación como en ejecución de actividades tendientes a la recuperación del funcionamiento humano y educación al mismo paciente o su entorno familiar desde el punto de acciones de la función respiratoria y la función músculo esquelética. En esta instancia, destaca el soporte ventilatorio que requiere profesionales entrenados y capacitados en el manejo desde la valoración hasta la salida, por ejemplo, de equipo de ventilación mecánica para el caso de los pacientes más graves, entre otras varias funciones.
«Estamos haciendo eco de cambios que a toda la comunidad le ha impactado en mayor o menor medida, por lo tanto existen miedos personales de no contagiar a mi familia, mi entorno cercano, etc. Miedo a que no soporte no ver a mi familia con la frecuencia que quiero, miedo a enfermarse uno mismo y caer como paciente. Pero como dicen por ahí, hay que aprender a correr las olas, y no enfrentarlas para que me golpeen».
¿Qué se siente al ser parte de lo que la prensa ha denominado la “primera línea” frente al Covid-19?
En esta oportunidad nos hace protagonistas de un concepto que creo que es más mediático que efectivo, es un concepto que no logro compartir, ya que el enfrentamiento clínico del Covid-19 en uno de varios enfrentamientos que esta pandemia ha generado, no solo poniendo a prueba los sistemas y personal de la Salud, sino que también con cambios sociales que incluyen a otros protagonistas del bienestar de una comunidad como los trabajadores de muchas funciones que permiten mantener el día a día de una estructura social compleja en la cual todos somos parte y todos somos importantes. Por otro lado, a mi juicio refleja un estereotipo de “héroes” que te hace enfrentar a veces irresponsablemente un problema grave de salud como esta pandemia sin tener las mínimas garantías de seguridad para el propio personal que los atienda.
Como profesional de la salud, ¿cómo ha podido manejar el estrés, el miedo y la incertidumbre que se siente frente a esta pandemia?
Debo hacer una separación respecto a lo que pregunta con respuestas de tipo profesional y respuestas de tipo humano, por lo tanto los miedos y estrés profesional se disminuyen con preparación y estudio, capacitándome y dándome cuenta que existe la posibilidad concreta de manejar una patología que es nueva para todos, la cuota de miedo ayuda a pensar dos veces cada acción tendiente a dar seguridad a nosotros y seguridad a nuestros pacientes, y actuar de la manera más eficiente.
Y ¿desde el punto de vista humano?
Estamos haciendo eco de cambios que a toda la comunidad le ha impactado en mayor o menor medida, por lo tanto existen miedos personales de no contagiar a mi familia, mi entorno cercano, etc. Miedo a que no soporte no ver a mi familia con la frecuencia que quiero, miedo a enfermarse uno mismo y caer como paciente. Pero como dicen por ahí, hay que aprender a correr las olas, y no enfrentarlas para que me golpeen. En ese sentido, no habrá recetas de cómo enfrentar un momento mundial como este y debemos echar mano a nuestras vivencias para enfrentar lo vivido y promover el autocuidado.
¿Cómo fue el momento de recibir al primer paciente con un diagnóstico confirmado del virus que hoy conocemos como Covid-19?
Es como cualquier primer momento que nos ha tocado vivir. Para que se entienda, esperamos una prueba que va a llegar y llega, esperamos el primer día de clases y llega, esperamos la fecha de viaje y llega, etc., Esta vez era eso, esperando que llegara ese día, con la preparación teórica y había que poner en práctica. Primero los pasos de autocuidado y protección personal, y luego transmitirle seguridad y calidez al paciente para quien esto también es un enfrentamiento absolutamente ajeno a todo lo conocido.
¿Qué es lo que le puede transmitir a sus estudiantes en este contexto que vive Chile y el mundo?
Inicialmente tranquilidad, dando a conocer que se puede manejar técnica y profesionalmente la enfermedad. Se puede enseñar el manejo específico que los casos graves ventilados requieren por este soporte, mostrando las experiencias internacionales y transmitiendo lo que se hace al respecto utilizando la mejor evidencia posible.
¿Cuánto tiempo se estuvo preparando para el momento en que comenzaran a llegar los primeros pacientes con Covid-19?
Desde fines de diciembre del año pasado y, fuertemente, a partir de enero de 2020, haciendo eco de lo que nuestra jefatura de Unidad de Paciente Crítico (UPC) nos solicitó preparar.
¿Cuál ha sido el momento más crítico que ha vivido en este tiempo en el contexto de atender a pacientes con Covid19? ¿Se has sentido angustiado por la situación en que estamos?
El momento crítico profesional a la fecha fue el momento de asistir mediante un procedimiento nuevo y específico a la instalación de vía aérea artificial o tubo orotraqueal a un paciente (nuestro primer paciente) que requirió soporte ventilatorio mecánico. La angustia puede aparecer al momento de pensar en escenarios catastróficos como el de Italia o España y si tenemos la capacidad de dar insumos y equipos de respuesta a esa necesidad. Llenarse de angustia en base a escenarios ficticios, lo evito para centrarme con mejor energía en lo que hasta ahora nos toca vivir.
¿Le preocupa que mucha gente aún no entienda o no comprendan la magnitud de esta pandemia y no respeten, por ejemplo, la cuarentena?
Absolutamente. Estoy muy preocupado porque lo veo a diario. Al trasladarme a mi lugar de trabajo o volver a casa, me doy cuenta de la falta de empatía social, el poco o nulo entendimiento de la responsabilidad real individual en el control de la pandemia, el individualismo marcado en que no les importe lo que le suceda al otro, reflejo de quizás cuantas teorías para sostener esos problemas y que distan mucho del cartel de país solidario que Chile ha vendido al mundo.
¿Cómo se imagina en seis meses más?
Me imagino en familia, siendo una mejor persona, un profesional con más y valiosa experiencia a la espera de poder entregarla a quien lo necesite. Esperando reunirme de nuevo con amigos, paseando con mi esposa y programando una pichanga con amigos. Es decir, volver a la normalidad, disfrutar de lo simple, agradeciendo seguir vivo y agradeciendo a Dios por haber cuidado de los míos y de haber podido cuidar de los demás.
José Luis Sufan Zamorano, kinesiólogo de la Unidad de Paciente Crítico Adulto de la Clínica INDISA y docente en práctica clínica de la carrera de Kinesiología de la Universidad Andrés Bello hace un llamado al autocuidado para que todos podamos detener esta pandemia:
Más información sobre los protocolos institucionales adoptados, así como los detalles de la campaña “Prevenir en UNAB”, pueden revisarlo en www.unab.cl/coronavirus. Para consultas adicionales pueden escribir a coronavirus@unab.cl.