ORGULLO UNAB | Óscar Peralta, un psicólogo líder en una empresa con más de 6 mil trabajadores
Óscar Peralta es psicólogo de la U. Andrés Bello y, actualmente, es gerente de Personas de Correos de Chile. Esta es la historia de un Orgullo UNAB.
Óscar Peralta estudió en la carrera de Psicología de la U. Andrés y hoy es gerente de Personas de Correos de Chile, una empresa pública, con gran presencia nacional, que tiene alrededor de 6 mil trabajadores.
“En mi labor soy quien define las políticas y las prácticas, en todos los subsistemas de recursos humanos, que abarcan la contratación hasta la desvinculación de un trabajador, pasando por capacitación, reclutamiento y selección, desarrollo de talentos, compensaciones y comunicaciones”, explica el alumni UNAB.
Además de su labor profesional, Óscar se identifica como doglover y siente una gran responsabilidad frente al cuidado de los animales.
¿Por qué elegiste estudiar en la UNAB y cómo recuerdas tu paso por la vida universitaria?
Elegí la UNAB porque era una alternativa de escuela centrada en el modelo psicoanalítico, que era algo que a mí me interesaba mucho en ese minuto, fundamentalmente por la curiosidad propia de alguien que está buscando respuestas y cosas trascendentes en la vida. Había estado leyendo a Freud durante los 18 años y pensé que podía transformarme en un psicólogo clínico, con una orientación psicoanalítica.
Además, en esos años, la UNAB destacaba bastante por su cuerpo académico, tenía profesores connotados, investigadores muy importantes y personas que eran referentes en la opinión pública.
Los recuerdos que tengo de esa época están llenos de luces y sombras, pero lo que más destaco es el compañerismo que teníamos y ahora, después de casi 30 años, nos mantenemos en contacto.
También recuerdo largas jornadas de estudios, horas muy intensas de trabajos en grupos, mucha lectura y exigencia por parte de los académicos, pero, en términos generales, es un recuerdo muy bonito.
Dentro de los profesores que tuviste en la universidad, ¿hay alguno que haya influido en tu camino y te haya motivado?
Recuerdo con mucho respeto a Juan Flores, quien en ese momento fue director de escuela, a Sandra Oksenberg y María Teresa Castell, académicas con una orientación psicoanalíticas que me ayudaron y orientaron durante la carrera.
¿Qué herramienta entregada por la universidad te ha servido para tu desarrollo profesional?
Siempre destaco como un valor muy importante de mi formación en la UNAB el rigor, el hecho de haber tenido profesores muy exigentes nos obligaba a ser rigurosos, valorar y apreciar lo que significa ser psicólogo y atender a otros. Esto me hizo tomar conciencia de la responsabilidad en el ejercicio de la profesión y cuidar lo uno hace, preocuparse de que lo que digamos esté respaldado y ser comprometido con su juicio. Eso es algo que me marcó hasta el día de hoy.
Por otro lado, la U. Andrés Bello me ayudó a desarrollar una faceta que, hasta antes de ingresar, no sabía que la tenía: esta es la investigación, ser una fuente de conocimiento.
¿Cómo ha sido tu trayectoria en los últimos años?
Durante los últimos años he encabezado un proyecto de transformación cultural y, al ser la empresa pública del Estado que lidera este tema, tiene un peso bien importante para mí.
Otra parte muy significativa de mi trabajo es que soy quien lidera los procesos de negociación colectiva. Esta es una empresa que tiene seis sindicatos y me corresponde negociar con ellos para poder llegar a los acuerdos sindicales que permitan tener una estabilidad laboral en la empresa y acordar beneficios y mejoras para las y los trabajadores.
¿Cuáles son los desafíos que enfrentas en tu día a día?
Mi gran desafío es que los trabajadores puedan sentir que esta es una empresa en la que quieren estar, que los reta profesionalmente y los motiva a seguir creciendo, mi labor está en generar todas las condiciones para que los trabajadores estén bien, contento y se sientan parte de la organización.
Por otro lado, mi desafío diario es negociar y llegar a acuerdos con las organizaciones sindicales, el 98% de los trabajadores están sindicalizados, entonces esto es una práctica permanente porque para casi todo, es necesario llegar a acuerdos, eso me desafía en lo personal y en lo profesional.
«Creo que las herramientas que tengo como psicólogo me han ayudado mucho para poder enfrentar desafíos con el mundo sindical, por ejemplo, para entender lo que quieren, lo que buscan, desde donde lo dicen y por qué lo plantean. También me ha ayudado a ser pacientes, tolerante, comprensivo y empático, que son cualidades que hay que tener y que a veces faltan, porque también uno tiene una mirada, una posición y paciencia limitada».
¿De qué forma contribuyes desde lo que haces o desempeñas a la sociedad?
Yo creo que, al estar en una empresa del Estado, contribuyo a ser un buen empleador, en donde la empresa da un trabajo digno y seguro, en armonía con las personas, la comunidad y el entorno.
Desde mi rol contribuyo a poder tener y generar las condiciones para que nuestros trabajadores y las personas sientan que se están desarrollando en el ámbito laboral, porque el trabajo es más que solamente la generación de ingresos, debería ser un lugar en donde uno pueda desarrollar sus talentos, encontrar una red de apoyo y un propósito.
¿Tienes algún hobby?
Mi pasatiempo fundamental son los animales. Yo soy animalista y doglover, por sobre todas las cosas. Tengo un vínculo muy potente con la tenencia responsable de mascotas y lo paso muy mal cuando veo que hay animales que no tienen el trato que se merecen, por lo tanto, mi pasatiempo es estar con mis perros, que hoy día solo tengo tres, he tenido más y son todos recogidos, algunos de ellos con problemas físicos, así que mi día a día se alterna entre mi trabajo, que es mucho, y esta pasión que siento por el cuidado de los animales.