ORGULLO UNAB | María José Fuentealba, la gerenta de comunicaciones que destaca por su liderazgo y sello sostenible en Chile
Desde que egresó de Periodismo en la U. Andrés Bello, la profesional de las comunicaciones se especializó en estrategia y sostenibilidad. Competencias que le han permitido desarrollar una deslumbrante carrera que la llevó a presidir el Comité de Sostenibilidad de la Cámara de Comercio de Santiago.
María José Fuentealba es gerenta de Sostenibilidad y Comunicaciones de Empresas SB, holding de retail que agrupa a Salcobrand y Preunic. Ha ejercido su cargo por 9 años en uno de los holdings líderes en salud y belleza, el cual ha sido pionero en inclusión laboral al incorporar en sus filiales a colaboradores con discapacidad, adultos mayores de más de 60 años y personas de la interculturalidad y diversidad sexual.
Su experiencia en el área de la Sostenibilidad, la convirtió en la segunda representante de empresa en liderar el Comité de Sostenibilidad de la Cámara de Comercio de Santiago, una instancia que reúne hace más de 10 años a empresas comprometidas y activas en esta temática al alero de una asociación gremial con más de 2500 empresas nacionales y extrajeras adheridas.
La alumni de la generación 1997 de la U. Andrés Bello, comenta por qué eligió esta casa de estudios y cómo esta creó los cimientos que hoy la distinguen entre las mujeres con liderazgo en el mundo empresarial chileno.
¿Por qué elegiste la Universidad Andrés Bello para ser profesional?
Tras rendir mi Prueba de Aptitud Académica (PAA), la U. Andrés Bello estaba entre las alternativas que tenía para ingresar a la educación superior. Y, las razones por las que me decidí a postular a esta casa de estudios fueron porque tenía muy buena proyección y malla curricular, así como también excelentes académicos en la carrera de periodismo.
¿Cómo recuerdas tu paso por la vida universitaria de la UNAB?
Ese tiempo lo disfruté mucho, lo pasé muy bien. Encontré una comunidad muy diversa. Además, existía una alta calidad de profesores, lo que fue muy enriquecedor.
Mis 5 años de carrera fueron muy buenos y entretenidos. En ese tiempo los barrios República y Ejército estaban instalándose como barrios universitarios, existía mucha vida universitaria y era un barrio seguro.
De esa experiencia guardo muy bonitos recuerdos y vivencias.
Durante tus estudios, ¿hubo algún profesor o profesores que fueron buenos referentes en tu camino profesional o que te hayan motivado a llegar donde estás ahora?
La verdad que sí, tuve el privilegio de tener como profesora a Patricia Verdugo (Premio Nacional de Periodismo, 1997). Ella me dio la confianza, pues pensaba que escribía pésimo y con sus enseñanzas me dio la confianza que necesitaba para escribir y redactar bien, lo que ayudó a convencerme de que tenía las aptitudes para ser periodista.
Hubo otra profe que fue clave en mi carrera, ya que desde un inicio me gustaron mucho las comunicaciones. En ese tiempo tuve el gusto de tomar clases con la académica Zayda Cataldo, quien estuvo a cargo de la cátedra de Relaciones Públicas y me mostró el otro lado de desarrollo del periodismo. Fue una muy buena influencia para mí porque me guio en esa senda.
¿Qué herramientas te entregó la UNAB para ejercer tu carrera profesional?
Han pasado tiempo desde mi egreso y hoy estoy enfocada en el ámbito de la sostenibilidad, que fue un área que abarqué en el transcurso de los años para complementar lo que hago.
Sin embargo, durante mi periodo de estudiante participé en las clases de periodismo informático, que fue un ramo de quinto año muy innovador, que me mostró un mundo que venía fuerte, el de las tecnologías de la información.
En definitiva, podría decir que tener acceso a buenos académicos fue clave para mi desempeño profesional. Tomé clases con María Inés Sáez (destacada comentarista nacional de cine y espectáculos) y Esteban Cabezas, quien hoy es un reconocido escritor de libros infantiles y que tuvo el rol de incentivar la innovación en lo que estudiábamos al sacarnos de nuestra zona de confort.
Como profesional, ¿cuáles son los desafíos que actualmente enfrentas?
El mayor desafío cuando uno llega a cargos directivos es desarrollar un liderazgo acorde con los tiempos de hoy. Pues como líder, hay que adaptarse a nuevos escenarios y al ambiente que estamos viviendo hoy, que se puede denominar un entorno VUCA —acrónimo inglés compuesto por cuatro términos: Volatilily, Uncertainty, Complexity y Ambiguity, que se utiliza para definir espacios desafiantes y de alta complejidad – que exige múltiples habilidades y te lleva a generar constantes estrategias para generar cambios.
En resumen, mi gran desafío es desarrollar un liderazgo en condiciones que a veces son adversas. Por lo mismo, la tarea es impulsar el balance de género en los cargos directivos y brindar más espacio a las mujeres.
Y, por último, el ejercer una profesión que involucre nuevos ámbitos como la Sostenibilidad, me reta a trabajar constantemente temáticas como la diversidad e inclusión, aspectos con los que diariamente me involucro y que día a día hay que ir incluyéndolos en el desarrollo de las organizaciones con la debida precisión para no afectar los climas laborales.
Esta labor considera un radio de acción que va desde las competencias profesionales hasta el entorno político, social y cambiante en el que vivimos. Esto nos exige mirar con perspectiva todos escenarios, como el político, social o el mundial. El que constantemente están mutando. Por lo tanto, nos lleva a establecer estrategias que favorezcan la conversación y el trabajo de los diferentes públicos.
Hoy, las empresas ya no pueden realizar un plan de acción y ejecutarlo, las compañías proponen programas de trabajo que son conversados y compartidos con sus colaboradores y grupos de interés, quienes a su vez retroalimentan con sus percepciones a la organización.
Por lo tanto, liderar y trabajar en este tipo de ambientes es un gran desafío.
¿De qué forma crees que contribuyes a la sociedad desde tu rol profesional?
Actualmente, trabajo en sostenibilidad, un área que invita a las empresas a tener un mejor desempeño a nivel social para que logren impactos positivos que sean un aporte. Pero, además, he liderado la estrategia de diversidad e inclusión en la empresa, la cual tiene un rol fundamental para el crecimiento de esta.
Desde mi experiencia, pienso que es muy necesario que las empresas generen una apertura frente a la diversidad e inclusión para traspasar barreras y generar cambios en una sociedad que aún está sesgada y que necesita ir creciendo.
Nuestro país está cambiando, la migración cambió nuestro contexto cultural, cambió nuestra configuración como país y ha sido un proceso muy positivo según mi juicio, ya que nos invita a mejorar la forma en la que nos relacionamos.
Considerando lo anterior, las organizaciones tienen el rol de promover y generar cambios propiciando el diálogo y la escucha del otro. Deben ser conscientes de que necesitamos procesos más sostenibles porque el mundo nos exige un lugar para vivir, si no se extinguirá y hay que trabajar en ello. Así como también, hay que seguir aportando al desarrollo de la diversidad social, área en la que las organizaciones chilenas están destacando fuertemente.