ORGULLO UNAB | La kinesióloga que fue jefa de carrera y hoy es directora de Formación Continua en una universidad en el sur

“Soy y siempre seré una persona que dice lo que determina pertinente”, reconoce Carolina Andrea Fernández Santibáñez.

La osornina de 35 años, se tituló en la Escuela de Kinesiología de la U. Andrés Bello, sede Viña del Mar, en 2011, desde entonces su carrera sólo le ha brindado satisfacciones: Primero fue jefa de carrera y hoy es directora de Formación Continua en la U. de Los Lagos, desde donde reflexiona sobre la profesión y comparte sus recuerdos como estudiante de la UNAB.

“Tengo maravillosos recuerdos, desde lo que me entregó la región y ciudad en la que decidí estudiar (Viña del Mar), hasta la diversidad y calidad de personas que logré conocer. Sin dudas, cumplí las expectativas que tuve como estudiante y viví las experiencias propias del proceso”, revela la kinesióloga.

La profesional no deja de mencionar su orgullo de haber sido parte de la selección de básquetbol femenino de la UNAB. “Con mi gran coach Felipe Aros a quien recuerdo con mucho afecto como parte de mi formación universitaria, así como también deportiva. Me tocó conocer distintas generaciones de la Universidad, siempre tuve buena acogida por parte de mis pares en todo ámbito”.

¿Por qué elegiste estudiar kinesiología?
Esta pregunta me la han realizado varias veces, y siempre digo lo mismo; Yo siempre tuve dos aspectos claves en lo que me quería desarrollar: 1. Poder andar con buzo (los kinesiólogos (as) tenemos esa libertad), y 2. Un rol que me permita desarrollar habilidades que tengo y son poco reconocidas (en esa época; hablamos de año 2009-2010). Por otra parte, fui (porque ahora por la maternidad reciente no puedo), deportista activa en mi ciudad, mi región, mi colegio, así como también en la UNAB. Lo cual siempre implica un ímpetu a conocer y aprender de las profesiones a fines a los ámbitos de desarrollo personal.

Es responsabilidad del kinesiólogo apreciar esta oportunidad para aunar esfuerzos y asumir parte de los desafíos actuales, potenciar su rol disciplinar, fortalecer su participación en el equipo de salud y aportar con estrategias eficientes para dar respuesta a las necesidades de nuestra población, hoy mucho más vulnerable debido a la pandemia de COVID-19.

¿Qué prefieres más: la consulta o dar clases?
Uff.Ufff.Ufff.. suele ser complicado, pero hoy yo prefiero aportar desde mi experticia. Tengo mi formación disciplinar en el área musculoesquelética, pero también desde la gestión. Y retomo, para enseñar… hay que tener experiencia…. Para mí, frase clave y acción.

¿Cómo evalúas el rol del kinesiólogo durante la pandemia?
Yo viví la pandemia de una manera distinta. Fui madre. Supe que estaba embarazada 4 días antes que se declaren todas las medidas de precaución. Por lo tanto, mi rol profesional en pandemia es inexpresivo. Si me preguntas como Mamá primeriza te hago un libro (risas). Indistinto a ello, en cuanto a lo que he estudiados, nuestra profesión fue y es indispensable en el manejo del Covid. El kinesiólogo posee un rol importante dentro del equipo interdisciplinario de salud y es protagonista en todo el curso clínico de la enfermedad por COVID-19, no solo desde el punto de vista clínico asistencial, sino que además desde su participación en educación, prevención, promoción de estilos saludables, gestión e investigación científica. Es responsabilidad del kinesiólogo apreciar esta oportunidad para aunar esfuerzos y asumir parte de los desafíos actuales, potenciar su rol disciplinar, fortalecer su participación en el equipo de salud y aportar con estrategias eficientes para dar respuesta a las necesidades de nuestra población, hoy mucho más vulnerable debido a la pandemia de COVID-19.

¿Cuáles son los proyectos que tienes a corto y mediano plazo?
Fortalecer mis competencias en gestión y liderazgo, en lo que la institución demande. Siempre entregando las estrategias adquiridas en UNAB así como también la formación en U. Lagos.