ORGULLO UNAB | Kinesióloga reconoce que la pandemia vino a poner al límite a estos profesionales

La pandemia por COVID-19 puso a prueba la fortaleza de muchos, especialmente de quienes trabajan en el área de la salud.

Los sietes meses de este virus en nuestro país, no han sido fáciles. Así lo reconoce Joceline Arias Díaz, titulada en la Escuela de Kinesiología de la U. Andrés Bello, y quien trabaja en la Unidad de Paciente Crítico en la Clínica INDISA.

¿Por qué decidiste estudiar Kinesiología?
La verdad, nunca fue una decisión muy clara, como adolescente. Sabía que me gustaba el área de las ciencias médicas, pero no tenía tantos conocimientos sobre las distintas carreras que las componen. Uno conoce las clásicas, enfermería, medicina, pero kine, poco. Solo creía que se dedicaban a la rehabilitación musculoesquelética  y deportiva. Y bueno en mi desconcierto  postule online a todas las carreras de la salud y cuando menos lo esperaba, me llamaron de UNAB para ofrecerme una  beca del 50% del arancel y la verdad  mis papas ya pagan la universidad de mi hermano mayor  al cual no le dieron crédito y  mi caso no fue distinto, por lo que acepte la  beca y decidí aventurarme en la carrera de kine, por eso siempre digo que  carrera me eligió a mi

¿Cómo se dio la instancia de llegar a Indisa?
Se dio gracias a mi internado clínico en 2013. La verdad, fue mi primera rotativa y venía un poco desencantada con la profesión. En esos años, la malla curricular de la  carrera no incluía el área de Unidad de Paciente Crítico, por lo tanto, fue una sorpresa encontrarme con este rol del kinesiólogo, que hasta ese momento, para mí era desconocido. Siento que  la  UCI  fue amor a primera vista,  si hablamos en el contexto romántico. En esos momentos,  pensaba  que si  no lograba  trabajar en eso, no sería en nada más kinesiológico. Por lo que me propuse quedar sí o sí, para  ello al terminar mi rotativa, le pedí al profesor jefe del internado, ahora mi actual jefe, si podía seguir durante todo el año pasando paralelo a mis otros internados, y aceptó. Por lo tanto, estuve casi todo  el  año  de interna en la Indisa. Al final de ese periodo, pedí trabajo, pero aún no  daba mi  examen de grado y aún recuerdo las palabras de Felipe Castillo, mi jefe, quien me dice: “si te sacas  buena nota en el examen de grado, lo pensaré”. Y bueno, me fue bien, y ya son 7 años desde ese día.

«Creo que el COVID-19 será algo que nos acompañará por mucho tiempo y debemos aprender a convivir con él y mantener las medidas de protección para minimizar el riesgo y evitar la saturación del sistema».

¿Cómo describirías todos estos meses de pandemia en tu vida?
Duros. La realidad kinesiológica en Clínica Indisa, posiciona al kine con un rol bien activo, por lo tanto, la pandemia vino a ponernos al límite, llegó a cambiar nuestro proceso asistencial, debido al nivel de sobrecarga del sistema. Los turnos se hicieron más duros, tanto en cantidad de pacientes como en complejidad. El equipo comenzó a sentir la necesidad de contar con un kinesiólogo con experiencia en el área, digamos que nos hicimos visibles. El mundo empezó a entender nuestro trabajo y vino la valorización a nuestras funciones. Ahora, el equipo valora y respeta al kinesiólogo con experiencia en UPC.

¿Cómo te cambió la pandemia tu vida?
Creo que me enseñó a disfrutar las pequeñas cosas. Valorar el concepto de familia, aprovechar cada minuto con las personas que amas, porque nadie tiene la vida asegurada. La pandemia nos enseñó lo frágiles que somos como seres humanos y lo mucho que debemos mejorar como sociedad

¿Recuerdas algún momento crítico que tuviste que enfrentar?
Trabajar en UCI significa trabajar día a día con el rigor y al lado de muerte. Todos los días pueden ser críticos, así que mejor no decir nada…. Acá somos algo supersticiosos.

¿Crees que Chile ya está saliendo de la pandemia?
La verdad es que no. Creo que el COVID-19 será algo que nos acompañará por mucho tiempo y debemos aprender a convivir con él y mantener las medidas de protección para minimizar el riesgo y evitar la saturación del sistema.

¿Volverías a estudiar kinesiología?
Es una pregunta difícil, compleja. Es una carrera hermosa y la amo, pero creo que conlleva mucho sacrificio.

¿Cómo te imaginas en 20 años más?
Más difícil aun la pregunta (risas). Por lo que vemos día a día, nuestra relación entre la vida y la muerte, he aprendido a vivir mi vida en el presente, disfrutando  de mi familia, amigos y trabajo, nunca sabes qué nos depara el futuro. No logro imaginarme en 20 años más, pero sí tengo claro cómo me gustaría sentirme: Con el corazón lleno de amor y siendo capaz de dejar una huella que nos ayude a ser mejores seres humanos.