30 Septiembre 2025

Orgullo UNAB | Cherié Quidel Núñez: “Mi aporte es abrir espacios vulnerables que aún son ocultos en nuestra cotidianidad”

La joven escritora chilena Cherié Quidel Núñez, alumni UNAB, acaba de obtener el Premio Literario Roberto Bolaño 2025 en la categoría Poesía, gracias a su proyecto Amutui Lafken (“se ha ido al mar” en mapudungun), un trabajo que nace del duelo personal y que se transforma en una reflexión íntima sobre la vida, la muerte y la memoria

Fotografía de Diego Díaz

La joven escritora chilena Cherié Quidel Núñez, alumni UNAB, acaba de obtener el Premio Literario Roberto Bolaño 2025 en Poesía categoría B, con una compilación de 30 poemas de un libro que se encuentra en proceso.

Con solo 26 años, ya ha publicado dos libros —Mujer araña (2023) y Carmencita (2024)— y se encuentra cursando un magíster en la Universidad de Chile. Conversamos con ella sobre su paso por la Universidad Andrés Bello, sus influencias y la importancia de escribir desde la intimidad.

¿Qué te motivó a estudiar Literatura?
Quise estudiar literatura porque era lo que me gustaba. También tenía como opciones cine y periodismo; en realidad cualquier área que me permitiera explorar lo que era escribir y crear. No me informé mucho, siendo sincera, pero me gustó mucho la carrera.

¿Y por qué elegiste la Universidad Andrés Bello?
Si soy sincera, no recuerdo haber sido tan consciente de mi elección respecto a la universidad. Pero me encantó estudiar allí: los profesores fueron un siete, una gran experiencia.

Aún mantengo contacto con varios de ellos, como Stephanie Massman, Fernanda Moraga o Jorge Cáceres. Me ayudaron mucho, incluso para postular al magíster.

¿Cómo describirías tu experiencia universitaria?
Fue bien intensa. Entré en 2019, viví el estallido social, la pandemia con dos años cursando la carrera de Licenciatura en letras mención en Literatura online. Recién en 2022 volví a clases presenciales.

Ese último año lo disfruté mucho, participé en un colectivo literario con mis compañeras, hicimos cafés literarios, publicamos textos y organizamos conversatorios. Fue un año muy creativo.

Ya tienes dos libros publicados, ¿Cómo viviste ese proceso tan rápido tras titularte?
Fue todo muy vertiginoso. Me titulé a fines de 2022 y en 2023 ya tenía dos proyectos aceptados por editoriales: Mujer araña, un poemario con Lagar Editores, y Carmencita, una novela publicada por Trazos de Aves. Luego vino un diplomado en edición y ahora el magíster. No he parado desde entonces.

¿Qué significa para ti el libro en preparación, Amutui Lafken?
Es un proyecto muy íntimo. Nace tras la muerte de mi papá en 2021. Durante años escribí cartas, poemas y fragmentos que se fueron transformando en un diálogo poético sobre la pérdida. El título proviene de una expresión mapuche que significa “se ha ido al mar”, usada como condolencia cuando alguien muere. Para mí, esa imagen del mar y el horizonte se convirtió en metáfora del duelo y de la continuidad de la vida.

¿Cómo vives la relación entre tu identidad mapuche y tu escritura?
Es inevitable que la identidad aparezca, pero yo no escribo pensando en representar una gran cosmovisión cultural. Lo mío nace de la intimidad: una conversación entre una hija y su padre antes de morir. Obviamente hay un trasfondo político y cultural, pero para mí el propósito de este libro es personal, y solo después se abre a los demás.

¿Qué poetas han sido referentes en tu formación?
Leo mucho a poetas mujeres del siglo pasado. Mi favorita es Winétt de Rokha, aunque no escribo como ella. También Gabriela Mistral y Estela Díaz Varín. De todas rescato elementos que voy transformando en mi propio contexto.

¿Cómo fue enterarte de que habías ganado el Premio Roberto Bolaño?
Fue cómico y emocionante. Me llegó un correo diciendo que no podían contactarme porque había cambiado mi número tras un asalto. Yo llamé ansiosa a la oficina y ahí me dijeron que había ganado. Quedé en shock, lloré, después corrí a contarle a mi mamá y a mis compañeras en la universidad. Fue un momento muy especial.

¿Cuál sientes que es tu aporte a la sociedad desde las letras?
Creo que mi aporte es abrir espacios vulnerables que aún son ocultos dentro de nuestra cotidianidad. Hace poco, un estudiante de enseñanza media me escribió agradeciéndome por Carmencita. Que un adolescente se haya visto reflejado y encontrara cobijo en mi libro me hizo comprender la importancia que puede tener la literatura en la vida de alguien. Más allá de premios o publicaciones, eso es lo que realmente importa.