El Mercurio | Olas de calor y deshielos: los cambios en la Antártica podrían ser “sin retorno”
El académico UNAB Luis Muñoz comenta en El Mercurio, los deshielos que experimenta la Antártica y sus consecuencias. El Mercurio, 20 de octubre de 2024.
“Anomalías sin precedentes” experimenta el territorio Antártico, debido a las altas temperaturas y deshielos que ha sufrido la zona estas últimas décadas.
Así lo advirtieron grupos ambientalistas sobre el aumento térmico, las frecuentes olas de calor marinas y la aceleración del deshielo marino generan preocupación entre los científicos.
Actualmente, la pérdida de glaciares y el desplome de plataformas de hielo sean los efectos más evidentes.
El académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar, Luis Muñoz comenta a El mercurio que “Esto ocurre principalmente en la Antártica occidental, que es una de las zonas que más rápidamente se está calentando en el mundo”.
Aumento del nivel del mar
Los constantes deshielos han conducido que masas de agua congelada importantes comiencen a derretirse, como es el caso del glaciar Thwaites, también conocido como “el glaciar del juicio final”.
“Este glaciar, se estima, es responsable de cerca del 4% del alza en el nivel del mar (actual), y por eso es importante su estudio”, indica el académico UNAB Luis Muñoz.
“(el retroceso de un glaciar) es un proceso que no podemos detener, va más rápido de lo que pensábamos. Para el caso del glaciar Thwaites, podría tomar 200 años, lo que significaría un alza en el nivel del mar de alrededor de 65 cm”.
Ante este escenario, el académico Muñoz señala que el daño no es reversible, al menos no en escalas de tiempo humanas.
La Antártica, al estar aislada, ha servido como una especie de observatorio del cambio climático que nos ha permitido evidenciar sus efectos, pero esto no quiere decir en ningún caso que lo que ocurre en la Antártica no tenga efectos directos sobre nosotros, sobre todo en Chile.
Por último, el académico UNAB cierra su argumento señalando que no sólo un aumento del nivel del mar es perjudicial para nuestro país, también se afectan las corrientes submarinas, lo que dañaría las zonas pesqueras nacionales más ricas ubicadas en estos puntos.
Lee la nota completa publicada en El Mercurio, el 20 de octubre de 2024.