Medios especializados en Arquitectura: papel versus digital
Los expertos argentinos Fernando Diez, director editorial de la revista Summa+, y el arquitecto Ignacio Montaldo debatieron sobre este tema con los docentes de Campus Creativo Camilo Palma y Fernando Carvajal.
El conversatorio online “Ideas desde el otro lado”, organizado por la carrera de Arquitectura del Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello, se llevó a cabo a través de Facebook Live y Zoom el pasado 29 de mayo.
El objetivo de esta actividad fue conversar y debatir sobre los medios de comunicación especializados en Arquitectura y cómo se enfrentan la modalidad en papel versus el formato electrónico.
Para ello, invitaron a dos expertos argentinos: el director editorial de la reconocida revista Summa+, Fernando Diez, y el arquitecto y director del estudio Moarqs, Ignacio Montaldo; quienes conversaron con Camilo Palma y Fernando Carvajal, docentes de Arquitectura de la UNAB.
Una de las primeras interrogantes que surgió en la charla tuvo que ver con la diferencia entre el papel y la modalidad online en el caso de estos medios de comunicación. Ignacio Montaldo señaló, en primer lugar, que la publicación digital “todos los días debe tener una cantidad de material nuevo y eso hace que haya una velocidad y un tiempo muy diferente al papel”.
Luego, Fernando Diez complementó que estas revistas tienen dos funciones: establecer un diálogo entre los arquitectos – los que realizan las obras y quienes leen sobre ellas – y de documentar, seleccionar y catalogar la historia de la Arquitectura.
“Lo que a mí me preocupa del avance de los medios electrónicos – en el que además las revistas participan porque todas tienen también una versión online – es que todavía no saben cuál es su resiliencia documental. No se sabe si después de 50 años uno va a poder ver los documentos como hoy lo hacemos con los de hace 100 años, por ejemplo. Esto es de una fragilidad que me cuesta convencerme de que tenga la solidez de lo físico”, dijo Diez.
El rol de la edición
Otro de los temas tratados fue en qué medida estas publicaciones son orientadoras de una cultura arquitectónica y cómo influye el rol del editor o editora a la hora de decidir a qué darle difusión.
“No es algo inesperado que en lo que publicamos las revistas, en general, hay una combinación de méritos de la propia obra, del arquitecto por establecer una práctica que tenga un sentido, una evolución y, en la mayoría de los casos, un interés en la docencia y en el conocimiento más allá de la propia obra”, explicó el director editorial de Summa+.
Mientras que Montaldo recalcó que “ese lugar del recorte que puede producir la revista o el editor es el más interesante, ya que después los arquitectos también pueden elegir el medio dónde quieren publicar, de acuerdo con sus propios intereses”.
Profundidad en los contenidos
A continuación, los profesores UNAB plantearon que, antes, se podían ver obras inéditas en las bienales de Arquitectura, pero ahora, con los medios digitales, la novedad se ha perdido. Sin embargo, se puede argumentar también que este formato ha generado una democratización de la información y una apertura de la disciplina a un público más general.
El primero en contestar fue Montaldo, quien indicó que las bienales han ido cambiando, ya no muestran solamente los trabajos en los paneles, sino que, además, invitan a arquitectos a hacer intervenciones conceptuales y a discutir sobre temas relevantes, más que mostrar su obra que puede ya estar más que expuesta en los medios.
Pero, el arquitecto trasandino expresó que sí puede haber formas editoriales de dar profundidad a las obras, recalcando el trabajo que hace, por ejemplo, TC Cuadernos. “Este tipo de información no se ve en los medios digitales, ya que en éstos existe más esta idea de velocidad y novedad”, enfatizó.
Mientras que Diez destacó que “nosotros, como revista, nos dimos cuenta hace bastante tiempo que las noticias ya fueron dadas, nuestra misión es otra, es producir ese documento, que yo lo llamo el rompecabezas: dar las piezas para que el lector pueda rearmar mentalmente ese objeto complejo tridimensional y espacial que es la obra”.
Así, concluyó que, para que se entienda todo el organismo que es la obra, hay que tener en cuenta dos factores: “que la edición ofrezca los elementos para reconstruir mentalmente la obra y que la persona tenga el tiempo de lectura que eso requiere, porque es distinto a lo que generalmente ofrecen los medios electrónicos”.