La Tercera | Ricardo Abuauad: “Una cárcel no es la inversión pública que se requiere en Santiago”
En esta entrevista de LT BOARD, el arquitecto y decano del Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello señala que las razones que se esgrimen a favor de la ampliación de Santiago 1 no son suficientes para transformar en “zona de sacrificio” a un sector de una de las comunas más importantes de Chile.
La decisión parece estar tomada. A pesar de las críticas, el Gobierno sigue empujando la construcción de una nueva cárcel de alta seguridad en el ahora llamado “barrio judicial y penitenciario” de la comuna de Santiago: una zona delimitada por avenida Pedro Montt, Centenario y Club Hípico, que alberga, entre otras instituciones, a Santiago 1 y al Centro de Justicia.
El proyecto, valorado en cerca de 90.000 millones de pesos, propone crear 500 nuevas plazas para delincuentes de alta peligrosidad. Además, la ministra del Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá, anunció que se dispondrá de un dispositivo de seguridad consolidado por ley para resguardarla, una mitigación sostenida en el tiempo que no dependerá de decisiones transitorias.
La medida es inevitablemente polémica, como la construcción de cualquier cárcel. Afectará directamente a los habitantes de la población Yarur, quienes presentaron un recurso de protección en contra de la Presidencia de la República argumentando que el proyecto atenta contra sus derechos constitucionales.
Los vecinos señalan que esta nueva instalación acentuaría la sensación de inseguridad y deterioraría significativamente su calidad de vida. Especialmente porque en el lugar ya se emplaza el complejo carcelario más grande del país, compuesto por cuatro prisiones en el mismo perímetro.
Quien también ha alzado la voz en contra de la construcción de este recinto penitenciario es Ricardo Ubuauad, decano del Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello UNAB, que tiene más de 20 años de experiencia desarrollando planes urbanos y proyectos de arquitectura como el Barrio Universitario de Santiago y el Plan Maestro del Barrio Puerto en Valparaíso, por nombrar algunos.
El arquitecto y máster en Gestión Urbana de la École Nationale des Ponts et Chaussées en París y la Université de Technologie de Compiègne, señala que la cárcel es un equipamiento considerado Nimby (acrónimo para “Not in my back yard” o “No en mi patio trasero”).
“Es un equipamiento mayor que trae asociados una serie de usos no solamente al interior, sino que en su periferia, en su entorno, que pueden ser bastante molestos para las personas que habitan cerca. Por eso es tan crítica la decisión de que se haga en el entorno de una comuna tan central como Santiago”, afirma.
Tres razones para un “NO”
Además del Recinto Penitenciario Especial de Alta Seguridad (REPAS) y la Cárcel Anexo Capitán Yáber, en el perímetro Pedro Montt-Centenario-Club Hípico están los Centros de Detención Preventiva Santiago Sur (ex Penitenciaría) y Santiago 1. La nueva prisión sería una ampliación de este, ya que se ubicaría en un terreno colindante.
Junto con los vecinos, la alcaldesa de Santiago también ha sido una férrea opositora de este proyecto. “Las políticas tienen que ser coherentes. No puede ser que por un lado queramos más seguridad para Santiago y por otro lado exista una posibilidad de instalar una cárcel que afectaría más aún a todas las externalidades que ya sufren los vecinos y vecinas”, señaló Irací Hassler.
Por otra parte, la opinión pública tampoco parece estar de acuerdo con la ubicación escogida. La encuesta Plaza Pública realizada por Cadem reveló que sólo un 8% cree que es correcto construir una nueva cárcel en la comuna de Santiago, mientras que un 88% piensa que debería edificarse lejos de los grandes centros urbanos.
Revisa el contenido completo en La Tercera.