27 Septiembre 2024

La sordera se hizo escuchar con especial mirada hacia la pedagogía e inclusión

Esta actividad realizada bajo la coordinación de la Carrera de Fonoaudiología de la Sede Viña del Mar UNAB, anotó charlas, exposiciones y debates.

La sordera no es sólo no poder escuchar. Tras esta condición existen múltiples factores que determinan cómo las personas se ven afectadas por la pérdida de la audición.

Es muy distinto haber perdido la capacidad de oír con el paso de los años, a quedar sordo por una enfermedad, accidente, o desde el nacimiento.

Incluso el factor temporal condiciona un hecho gravitante en la capacidad de comunicarse, porque si esto se produce después de tener manejo del habla, las posibilidades, oportunidades y estrategias cambian radicalmente en comparación a quienes nacieron en el silencio auditivo.

Ese fue el eje conductor de las III Jornadas de la Mesa Técnica Regional de Discapacidad Auditiva y Personas Sordas, realizadas por la carrera de Fonoaudiología de la sede Viña del Mar de la Universidad Andrés Bello.

Una actividad de largo aliento que se desarrolló tanto en el Auditorio Rojo como en el patio principal de la universidad, a través de charlas, conversatorios y exposiciones, y una feria, en donde distintos establecimientos educaciones mostraron sus modelos educativos con personas que padecen discapacidad auditiva, mientras otros pusieron en escena libros y materiales pedagógicos.

Cristián Poblete, coordinador del área de audiología de la carrera de Fonoaudiología, quien detalló que el foco estuvo en “mejorar la inclusión de las personas sordas en los sistemas educativos y mejorar la enseñanza y el aprendizaje”.

El académico puntualizó que la actividad contó la presencia de coordinadores, educadores especiales, docentes y estudiantes, quienes debatieron sobre evaluaciones diferenciadas, procesos y estrategias.

Pamela Herrera, educadora diferencial y doctora en Políticas Públicas fue una de las expositoras que logró cautivar a las audiencias gracias a los resultados de diversas investigaciones realizadas en la materia.

“Hay que conocer las verdaderas necesidades de una persona sorda, ellos requieren mucha atención a su diversidad, porque son distintos y diversos”, mencionó la especialista, quien destacó que los matices son muy relevantes a la hora de abordar la enseñanza y la inclusión, como por ejemplo el manejo de la lengua de señas en sus escuelas, el nivel de involucramiento de las familias y los avances en los tratamientos médicos.

Karen Turiel, fonoaudióloga de La Calera e integrante de la Mesa Técnica Regional, destacó que se hace necesario hacer visible la enseñanza para personas sordas “generando vínculos y fortaleciendo redes y equipos, por eso esta jornada ha tenido un foco pedagógico”, mencionó.

“Los estudiantes sordos son eminentemente visuales, por ahí van las estrategias que hay que aprender y adecuar, además no basta sólo con la lengua de señas, porque no todos la manejan, hay familias que no la ocupan, por eso necesitamos intérpretes en sala y educadores especializados en ellas”, mencionó la expositora.

Cristian Requeros, educador diferencial de la Escuela Pedro de Valdivia de La Calera, anotó uno de los ejemplos más novedosos, ya que ellos realizan enseñanza técnica para sordos, con especialidad en instalaciones eléctricas.

“Tenemos un programa de integración que aplicamos en tercero medio… la intérprete de señas juega un rol fundamental y traducimos conceptos abstractos, que son más complejos, y otros específicos de la actividad para armar y construir circuitos eléctricos”, relató el docente.

Fabiola Otárola, educadora diferencial integrante de la Fundación Ángulo, destacó el trabajo que desarrollan con niños y niñas sordas. “Queremos entregar información para guiar a docentes y familias, en el proceso de identificación y para la entrega de información útil, como las políticas públicas”, según detalló.

Fue una jornada con alta concurrencia que se vio coronada por la masiva participación en las distintas instancias desarrolladas.