Jóvenes analizaron la participación sociolaboral de personas con diversidad funcional en pandemia
Un grupo de tesistas de la Escuela de Terapia Ocupacional de la U. Andrés Bello, conformado por Catalina Aranda, Pablo Cáceres, Valentina Ibáñez y María Elena Lindhorst, realizaron un trabajo donde obtuvieron importantes conclusiones respecto a la incorporación al mundo laboral de personas con diversidad personal durante la pandemia.
Este año la crisis sanitaria, debido al COVID-19, impactó en la vida de todas las personas y en distintos rubros.
Por ello, un grupo de jóvenes, conformado por Catalina Aranda, Pablo Cáceres, Valentina Ibáñez y María Elena Lindhorst, realizaron su tesis de título en la Escuela de Terapia Ocupacional de la U. Andrés Bello, motivados por la situación de aquellas personas que quedan en desventaja en comparación de otras poblaciones y más aún en época de pandemia.
La incorporación al mundo laboral de personas con diversidad personal siempre ha sido lenta y dificultosa, aún con la vigencia de la Ley 21.015 que facilita su incorporación. Es por ello, que este 2020, los jóvenes terapeutas ocupacionales quisieron conocer de primera fuente la realidad de estas personas.
“Nuestro objetivo principal fue analizar la participación sociolaboral de personas con diversidad funcional dentro del contexto sociosanitario actual en Chile”, subrayó el grupo, que tras entrevistar a cuatro personas y analizar sus relatos, obtuvieron las siguientes conclusiones:
- Alta capacidad de adaptación al formato de teletrabajo, quienes, en general, han tenido una buena participación y experiencia laboral este año.
- Rescatan lo importante y significativo que es para cada uno de ellos acceder a un espacio laboral que cuente con los elementos necesarios para la generación de una experiencia agradable, los cuales van desde espacio laboral accesible, buen clima laboral, trabajo en equipo donde se escuchan y respetan las ideas del otro, autopercepción positiva en cuanto a su desempeño, sentido de pertenencia, entre otras características.
- La aceptación y el reconocimiento del otro a partir del respeto, rompe los esquemas de la discriminación, posibilitando y favoreciendo la participación de todas y todos sin distinción. Por lo tanto, el trabajo como ocupación significativa permite vincularse y participar activamente, alcanzando el bienestar personal.
- Esta participación genera bienestar a nivel emocional, monetario y social, debido a que el trabajo es configurado y entendido de distintas formas en base a la organización social, política y económica. En este caso, el contexto actual producto del covid-19, ha modificado la organización social y las formas de desempeñarse laboralmente, cómo adaptarse a la modalidad de teletrabajo.
- Como a todo trabajador o trabajadora, el contexto actual por COVID-19, impactó de manera importante en la vida cotidiana de nuestros entrevistados, modificando y reorganizando nuevos espacios laborales en la propia casa, el confinamiento que limita las relaciones sociales, influyendo en el estado de ánimo.
- Las tecnologías, tan protagonistas en estos últimos tiempos, pueden ser un facilitador como una también un instrumento que agobia y deshumaniza la interacción.
- Las familias y amigo siguen siendo la principal red de apoyo, otorgando contención emocional e intercambio de recursos. De igual manera, la accesibilidad de los espacios y objetos, el ambiente laboral y las actitudes de compañeros, son esenciales para lograr un trabajo digno, con o sin pandemia.
“Conocer las experiencias de estos trabajadores, nos permite reflexionar respecto de la necesidad de estar en permanente revisión de nuestras creencias culturales. La pandemia nos obligó a hacer cambios en nuestros entornos, demostrando que si es posible transformar nuestra forma de pensar y accionar en el mundo”, destacaron los tesistas.
Asimismo, los jóvenes subrayaron que “es necesario seguir observando las futuras relaciones interpersonales que se darán en el trabajo y cómo se verán transformadas producto de la situación de pandemia actual, al igual que las actividades cotidianas, las cuales se han visto afectadas producto de la sobrecarga física, mental y emocional, que genera este contexto, y las nuevas condiciones asociadas al trabajo”.
Finalmente, en su investigación, los autores detallaron que “esto nos obliga a generar nuevas formas de desempeñar y organizar las rutinas habituales para poder encontrar un equilibrio y sentido ocupacional que sea significativo y satisfactorio para todas las personas con diversidad funcional. Todo esto desde una mirada inclusiva, abarcando la diversidad como una característica que nos enriquece y constituye como seres humanos”.