Issa Kort: “Tenemos que ser una universidad que conecte, innove y lidere más allá de nuestras fronteras”
En el mes de la patria, Issa Kort asumió la Dirección General de Relaciones Internacionales de la U. Andrés Bello. El desafío es grande, pero este hombre de 42 años y oriundo de Peumo, Región de O´Higgins, está acostumbrado. No por nada en su hoja de vida figuran sus roles de embajador, diputado de la República, diplomático. Estas son sus expectativas, sus nuevos desafíos.
Su sonrisa es espontánea y muestra que es un hombre de diálogo. Su energía se percibe y sus ganas de empaparse de toda la información que pueda servirle para ejercer de la mejor forma su nuevo desafío son evidentes.
Issa Kort Garriga posee una amplia experiencia en materia de relaciones internacionales: Exembajador de Chile ante la Organización de Estados Americanos (OEA), diputado de la República, exintegrante de comisiones de Relaciones Exteriores, Minería y Energía, y presidente del Comité de Diálogo Político Chile-China, el Comité Interparlamentario Chile-Estados Unidos, entre otros. Este historiador de 42 años tiene una particular mirada del mundo.
Instalándose en su nuevo cargo como director general de Relaciones Internacionales de la U. Andrés Bello, Kort revela sus expectativas, desafíos y cómo profundizará la apuesta en el mapa internacional de la institución superior más grande del país.
¿Cuáles son sus expectativas como director general de Relaciones Internacionales UNAB?
Más que expectativas, tengo ganas de sumarme a un proyecto trascendental como es la UNAB y a un equipo de relaciones internacionales con trayectoria comprobada y potencial de crecimiento. Estoy muy entusiasmado y, también, muy contento y orgulloso de ser ahora parte de esta universidad.
«Una experiencia internacional no es solo una experiencia académica, es una experiencia de vida. He tenido la suerte de optar a muchas experiencias internacionales y me gustaría que muchos alumnos o profesores de la UNAB vivan una experiencia enriquecedora en todo sentido, lo que los llevará a ser profesionales mejor formados en lo académico, pero especialmente de manera integral».
¿Cuáles son los desafíos que se ha planteado a corto y mediano plazo?
Los desafíos que tenemos son ambiciosos y, a su vez, realistas. El mundo avanza hacia una integración internacional a gran velocidad. En este aspecto, debemos pensar en qué lado queremos estar: en los que observan ese proceso o quienes lo protagonizan. Y ya hace bastante tiempo la UNAB decidió estar en estos últimos, lo que me tiene tremendamente entusiasmado con este nuevo desafío. Ya tenemos un diagnóstico y la estrategia que planteamos apunta a fortalecer la integración con el mundo. Es lo que se espera hoy de una universidad a nivel global, más aún de una universidad de excelencia que forma a una de las comunidades estudiantiles más grandes del país.
¿Cómo cree que su experiencia puede contribuir a que la UNAB se abra aún más al mundo y que en esa línea fortalezca su presencia en el mapa internacional?
Representar a Chile en el extranjero es un gran honor y responsabilidad. Esa experiencia te permite entender que un país se compone y construye con diversidad y dinamismo, y se vincula con otros tan distintos como cercanos y necesarios. La diplomacia dejó de ser una herramienta exclusivamente para los Estados, por lo que creo que aplicar diplomacia desde y en el mundo privado y la academia es una oportunidad de soñar en grande utilizando esta herramienta de relaciones, jerarquías y protocolos, pero también de objetivos y soluciones concretas. Queremos avanzar con urgencia, conciencia, responsabilidad y de manera integral. Vivir una experiencia internacional es una oportunidad que te puede cambiar la vida y debemos trabajar para que nuestra comunidad pueda tener experiencias internacionales de distintos tipos, ya sea dentro de los mismos campus como también fuera de éstos. Hay una gran oportunidad global para la que debemos prepararnos para ser protagonistas con liderazgo, capacidad, sueños y convicciones.
A su juicio, ¿cómo la posibilidad de una experiencia internacional puede contribuir en la formación profesional de un estudiante o a académico UNAB?
Una experiencia internacional no es solo una experiencia académica, es una experiencia de vida. He tenido la suerte de optar a muchas experiencias internacionales y me gustaría que muchos alumnos o profesores de la UNAB vivan una experiencia enriquecedora en todo sentido, lo que los llevará a ser profesionales mejor formados en lo académico, pero especialmente de manera integral. Hay que entender la experiencia internacional como un concepto amplio, integral, que cruza todas las áreas, desde la formación académica misma, pasando por la calidad de sistemas y procesos, hasta las colaboraciones en investigación, capacitaciones, docencia, certificaciones e intercambios estudiantiles. Es como la universidad se inserta en el mundo, importa estándares globales de calidad y genera experiencias para su comunidad.
¿Cuál es el rol que las Instituciones de educación superior deberían tener para que los países como el nuestro avancen hacia una integración internacional a gran velocidad?
La integración internacional hoy en día es audaz, dinámica y rápida, lo que se acerca más a un modelo de acción universitario que a la burocracia tradicional, por lo que las universidades tenemos un rol protagónico en ejercer un liderazgo, utilizar herramientas que nos son propias y poner los ritmos y velocidades de acuerdo a nuestras propias posibilidades… tenemos la capacidad de ir a la vanguardia global en forma y fondo.
¿Con qué ventajas se inserta la UNAB en esta visión que tiene de una universidad líder e integrada a nivel global?
La UNAB es la universidad más grande de Chile y eso es una tremenda oportunidad que debe ser asumida con responsabilidad y consciencia. Ser la universidad más grande es la consolidación de un respaldo estudiantil, familiar y académico que por años se le ha entregado. Junto a ello, UNAB es hoy una universidad de excelencia, que se mide bajo estrictos estándares internacionales de calidad, lo que nos pone en una posición aventajada en el mapa internacional. Tenemos la responsabilidad de seguir trabajando en ser una universidad que conecte, innove y lidere más allá de nuestras fronteras. Tenemos un plan de integración innovador, ambicioso y a la altura del proyecto educativo de excelencia que hoy tenemos y los sueños de alumnos y profesores que forman nuestra comunidad.
¿Cree que hay un antes y un después en materia de internacionalización con la pandemia y cómo se actuará ahora en este ámbito?
La pandemia ha sido una prueba terrible para la humanidad. Nos ha costado millones de vidas y nos ha recordado que todos somos vulnerables, ya que no hay distinción de razas, credos, ideologías o naciones. Este duro golpe no puede pasar desapercibido. Debemos reaccionar y aprender que unidos generamos sinergias que nos hacen fuertes y mejores. En materia de internacionalidad, la tecnología y el uso agresivo y masivo de ésta derivado de las cuarentenas por Covid mostraron que hay un mundo de oportunidades que debemos aprovechar y creo que eso irá más allá del fin de esta emergencia sanitaria. Es algo que se instaló, por lo que el proceso sigue y debemos estar a la altura de los desafíos globales.