IPP UNAB convocó a reflexionar sobre las causas de la violencia en Chile junto a grandes expertos y académicos
La filósofa y escritora Lucy Oporto Valencia; el investigador del Centro de Estudios Públicos, Aldo Mascareño; y el decano del Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello, Ricardo Abuauad, se reunieron en Antonio Varas, instancia en la cual se presentó, además, el Índice de Violencia del Instituto UNAB de Políticas Públicas.
Con el fin de aportar a la discusión pública con un espacio de reflexión en torno a los orígenes y causas de la violencia en Chile, el Instituto UNAB de Políticas Públicas organizó el seminario “Violencia en Chile: ¿Amenaza a la sociedad democrática?” en el Teatro El Zócalo, ubicado en el Campus Antonio Varas de la Universidad Andrés Bello.
En el encuentro participaron como panelistas la destacada filósofa y escritora Lucy Oporto Valencia; el investigador senior del Centro de Estudios Públicos (CEP) y editor general de la revista Estudios Públicos, Aldo Mascareño; y el arquitecto y decano del Campus Creativo de la UNAB, Ricardo Abuauad, quienes aportaron a la conversación desde sus respectivas disciplinas de estudio.
En el encuentro, a su vez, el director ejecutivo del Instituto UNAB de Políticas Públicas, Raúl Figueroa, presentó el Índice de Violencia, herramienta que permitirá medir, analizar y comprender el fenómeno de la violencia en Chile de forma mensual. Así, el Índice de Violencia consiste en un instrumento estandarizado, periódico, en tiempo real, multidimensional y con perspectiva territorial que busca cuantificar la violencia desde una mirada global a través de un índice total, como también algunas de sus manifestaciones y formas mediante cinco subíndices (intrafamiliar, escolar, manifestación, rural y migración).
Luego de presentar sus primeros resultados, el director ejecutivo del Instituto UNAB de Políticas Públicas, Raúl Figueroa, comentó que “la violencia en nuestro país es un fenómeno que se ha ido tomando muchos espacios: en el ámbito escolar, en la ciudad. Con distintos enfoques, hemos visto cómo la violencia ha ido penetrando el alma de nuestro país y también, cómo se ha generado poca reflexión respecto de sus causas y a qué se debe esta escalada de violencia que estamos viviendo, menos aún sobre las potenciales consecuencias de no detener este fenómeno a tiempo”.
Durante el conversatorio, que fue moderado por el director del Observatorio Territorial del Instituto UNAB de Políticas Públicas, Jaime Bellolio, los participantes expusieron sus puntos de vista sobre el aumento de la violencia en Chile.
Aldo Mascareño, antropólogo social e investigador senior del CEP, planteó que “sin duda la violencia afecta a la sociedad democrática. Toda la modernidad, todo el proceso civilizatorio, es una domesticación de la violencia finalmente… Modernidad es eso, si queremos ser una sociedad moderna, y sociedad moderna es una sociedad democrática, entonces efectivamente el elemento fundamental es la domesticación de esa violencia, es una apropiación de la violencia, en el contexto de la sociedad democrática, por medio del Estado democrático de derecho. La violencia se transforma, en las sociedades modernas democráticas de Estado de derecho, en una propiedad privada del Estado de derecho. Justamente por eso el Estado reacciona tan fuertemente cuando ve que esa propiedad privada está dispersa por todos lados. Está mandatado a reaccionar frente a eso con los medios legítimos del mismo Estado de derecho”.
Sobre las causas de la violencia, Mascareño expuso que “cuando se evita la violencia tenemos poder y cuando la violencia no se evita entonces tenemos un fracaso del poder. Lo que quiere hacer la política democrática es reemplazar la violencia por el juego de los disensos y de los consensos democráticos. Los disensos y los consensos democráticos lo que hacen es desplazar, ocultar, el hecho de que el Estado también puede actuar con medios violentos, pero no lo hace. A cambio, nos ofrece jugar democráticamente en términos de consensos y disensos. Por eso, la violencia es un fracaso de los consensos y de los disensos democráticos, y es, por tanto, también, un fracaso del poder”.
Asimismo, planteó que “la sociedad democrática es fundamentalmente meritocrática como bien lo sabemos nosotros en Chile, pero el que sea meritocrática produce perdedores. Esa situación del perdedor genera una frustración si es que siempre se trata del mismo perdedor, si es que el que pierde, pierde demasiado a menudo. La ira en esos casos se dirige, dice Sloterdijk, contra las reglas del juego, contra el sistema. Es una violencia contra el sistema”.
Por su parte, el decano del Campus Creativo de la UNAB, Ricardo Abuauad, abordó su exposición desde la mirada del urbanismo. “Nuestras ciudades son más peligrosas hoy que antes. ¿Cuáles son los factores? Uno de ellos es la segregación, el hecho de que en nuestras ciudades nosotros vivimos separados por condición socioeconómica, lo cual termina haciendo que las personas que vienen de entornos vulnerables terminan viviendo todas juntas y las personas que vienen de entornos relativamente acomodados también viven juntos. Está también el fenómeno de la fragmentación, que no es lo mismo que la segregación. Nosotros vivimos en unidades relativamente homogéneas separadas unas con otras. Nuestras ciudades son mosaicos, lo que quiere decir que los puntos de unión de los mosaicos, en los que deberían funcionar el encuentro, como tenemos una calidad del espacio público deteriorado, normalmente no sirven para ese fin”.
“Yo creo que el peor de todos los enemigos de una ciudad es el miedo”, señaló Ricardo Abuauad, complementando que “el miedo es un hecho objetivo que condiciona conductas, que condiciona patrones, que condiciona formas de movimiento, que condiciona horarios. Cuando vivimos con miedo, la ciudad entra inmediatamente en un escenario distinto, en un escenario pernicioso para el bienestar de los habitantes que viven en ella”.
Sin embargo, el decano del Campus Creativo cerró su intervención con una mirada positiva indicando que “ciudades que han vivido en entornos más violentos que las nuestras, han logrado superarlo. El caso probablemente más conocido es el de Medellín” y añadió que “ninguna ciudad que entra en crisis está completamente fuera de las posibilidades de intervenir en ella. Evidentemente no todas las intervenciones son iguales de exitosas, para decidir cuál es el tratamiento idóneo naturalmente hay que entender el enfermo y la capacidad del médico. Sin embargo, los enfermos pueden mejorarse y yo creo que es lo que nos corresponde hacer en el caso de nuestras ciudades”.
Finalmente, la filósofa y escritora Lucy Oporto Valencia, señaló que “los tumultuosos, duros y extremos tiempos actuales en Chile, iniciados con la asonada de octubre de 2019, tan volcados a la faceta social masificada y exterior de los fenómenos en curso, y del acontecer y hacerse realidad de las cosas, han concedido escasa importancia tanto a la vida interior y al acontecer más íntimo de la conciencia individual, como los asuntos del espíritu en general, en detrimento de una reflexión analítica y una meditación acerca de los mismos entregadas a la disolución, el abandono o el reino de la cantidad sin más”. Ante ello, la intelectual planteó la necesidad de reflexionar en torno al libre albedrío y la responsabilidad moral individual. “Orígenes enfatiza en la racionalidad fundada en la voluntad y decisión inherente al libre albedrío en cuanto a la capacidad de juzgar, discriminar, discernir una cosa de otra sobre todo entre el bien y el mal, lo que apunta a la responsabilidad moral individual”.
Finalmente, Lucy Oporto reflexionó que “si bien Orígenes escribió en el siglo III, ese furor por la perversidad que llegó a ser una avidez que deleita, bien pudiera ser interpretado hoy en Chile como referido a la sociedad de consumo, los sicópatas y el crimen organizado, la trilogía infernal por cuanto sus elementos se retroalimentan entre sí en su promiscuidad tendiente a lo indiferenciado, intensificando así crecientemente su poder, su voluntad de envilecimiento y su maldad”.
Revive el seminario “Violencia en Chile: ¿Amenaza a la sociedad democrática”