Instituto UNAB de Políticas Públicas identificó 6 claves para entender la caída en el consumo nacional
Se detectó, entre otros aspectos, un descenso en el monto promedio disponible en las cuentas corrientes de personas naturales luego de haber aumentado por los retiros. El informe, elaborado por el Instituto UNAB de Políticas Públicas, concluyó que, si bien las familias chilenas todavía cuentan con liquidez, si se mantiene el alza de riesgo en octubre 2022 superaríamos el nivel de riesgo promedio pre-estallido.
Nuevos indicadores encienden las alertas sobre los indicios de desaceleración en la economía chilena. En esta oportunidad, el “Informe de Salud Financiera: 6 claves para entender la caída en el consumo nacional” elaborado por el Instituto UNAB de Políticas Públicas, identificó las principales señales que explican el descenso en el consumo local:
Clave 1: Caída en el porcentaje de cuentas corrientes de persona natural con más de 30 UF
Según se distingue en el Gráfico 1, los retiros llevaron a un aumento de las cuentas corrientes de personas naturales con más de 30 UF (1 millón de pesos, aproximadamente), lo cual ha disminuido paulatinamente y se encuentra cercano a niveles normales. El porcentaje de cuentas que tenían más de 30 UF ahorrados bajó desde 37% a 27% entre mayo de 2021 y mayo de 2022.
Clave 2: Descenso en el monto promedio en cuentas corrientes de personas naturales
En el Gráfico 2 se observa una caída en los ahorros en cuenta corriente después de crecer debido a los retiros desde las AFP. El monto promedio en cuentas corrientes personales cayó de $3,4 millones en mayo del 2021 a $2,5 millones en mayo de 2022 (último dato disponible), lo que significa un descenso de 27% en el período de un año.
Clave 3: Avances en efectivo
Las operaciones de avance en efectivo, que tienden a ser operaciones de alto costo y alta liquidez, caen sorpresivamente en marzo de 2020, período cuando inicia la pandemia en Chile, aunque ya retomaron un nivel relativamente similar a la situación previa a la crisis sanitaria, como muestra el Gráfico 3. El monto promedio aumenta fuertemente a partir de marzo de 2021 y empieza a bajar en agosto de ese año y también aumentan las operaciones de avance en efectivo, pasando de un 3,1% de las tarjetas vigentes en mayo 2021 a un 5,8% en mayo 2022.
Clave 4: Porcentaje de cheques protestados al alza
Si bien los cheques son una forma de pago que tiene cada vez menor participación en el mercado, la tasa de cheques protestados ha ido en aumento. El Gráfico 4 muestra un peak de no pago de 3,2% en abril de 2020, fecha cercana al inicio de la pandemia. Asimismo, se observa un crecimiento en el riesgo en el mercado de los cheques, pasando de un 1,4% en mayo 2021 a un 2% de cheques protestados en mayo 2022.
Clave 5: Crece la mora inferior a 90 días en tarjetas de crédito
En cuanto a la proporción de atrasos inferior a 90 días en el pago en tarjetas de crédito segmentadas según emisor, se detecta un aumento de la tasa de mora en el pago de las tarjetas de crédito en todos los segmentos. En el sector de los grandes bancos (Santander, Chile, BCI y Estado), la mora a menos de 90 días pasó de un 0,1% en mayo 2021 a 0,18% en mayo de 2022. En las tarjetas de crédito del resto del sistema financiero a menos de 90 días de atraso pasan de 1,7% en junio de 2021 a 2,3% en mayo 2022.
Clave 6: Mora superior a 90 días en tarjetas de crédito
El Gráfico 6 muestra la deuda morosa en tarjetas de crédito con más de 90 días de atraso, con la misma segmentación anterior. En el sector de los grandes bancos, la mora en el pago de las tarjetas de crédito superior a 90 días aumentó de 1,15% en mayo de 2021 a 1,21% en mayo 2022. Por su parte, la mora en las tarjetas de crédito del resto del sistema financiero a más de 90 días bajó de 4,9% en mayo de 2021 a 2,9% en diciembre 2021, para volver a subir a 3,2% en mayo de 2022. Hoy la tasa de mora está en aumento, pero bajo el nivel acostumbrado, tanto en los grandes emisores bancarios como en el resto del sistema financiero.
Conclusiones del Informe de Salud Financiera
La caída en la proporción de cuentas corrientes en pesos con más de 30 UF, la disminución en los montos promedio ahorrados en cuentas corrientes, el aumento en la mora tanto de tarjetas bancarias como no bancarias y el aumento en la tasa de los cheques protestados, son señales de alerta.
Para Gonzalo Valdés, subdirector del Instituto UNAB de Políticas Públicas, estas observaciones evidencian el freno que está teniendo la economía chilena y que se traduce en una caída en el consumo de las personas, entre otros. “Ya se acabó el exceso de liquidez debido al IFE y los retiros. A mayo de 2022 se observa un nivel de riesgo acotado, pero si se mantuviera el alza de riesgo de los últimos 6 meses previos a esa fecha, en octubre 2022 superaríamos el nivel de riesgo promedio pre-estallido. Por eso, es clave monitorear los riesgos en el sistema financiero y el acceso a liquidez de las personas para ver qué tan profunda puede ser la crisis”.
Si bien el informe del Instituto UNAB de Políticas Públicas -elaborado con los datos actualizados de la Comisión de Mercado Financiero, que llegan hasta mayo de 2022- señala que las familias chilenas, en promedio, no se encuentran todavía en una situación de falta de liquidez, preocupa la tendencia al alza y la consistencia de las cifras en ese sentido.
En este contexto, el rol de la autoridad fiscal y monetaria es crucial. “Es importante que el Gobierno mantenga las riendas de la política fiscal y se evite volver a un parlamentarismo de facto como lo vimos en el pasado. Sería una muy mala señal que el Congreso repitiera los retiros de los fondos de pensiones o impulsara aumentos de deuda o liquidación de activos internacionales utilizando resquicios constitucionales”, concluyó el subdirector de Instituto UNAB de Políticas Públicas, Gonzalo Valdés.
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