Instituto de Políticas Económicas de la FEN UNAB realizó el lanzamiento de Señales: Publicación periódica con la que busca aportar al debate público
“Confianza generalizada e instituciones de apoyo a los mercados” es el nombre de esta primera edición, que fue presentada por el profesor de la Facultad de Economía y Negocios de la UNAB Felipe Balmaceda. El documento fue comentado por Jaime Bellolio, director del Observatorio Territorial del Instituto de Políticas Públicas UNAB, en un evento moderado por el decano de la FEN, Miguel Vargas.
Con un interesante diálogo sobre la confianza y su relación con los mercados, el Instituto de Políticas Económicas (IPE) de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad Andrés Bello (UNAB) realizó el lanzamiento de “Señales”, una publicación periódica con la que se busca poner a disposición del público general los avances de la ciencia económica y, de ese modo, aportar al debate público.
La primera edición, que lleva como nombre “Confianza generalizada e instituciones de apoyo a los mercados”, fue presentada por el profesor titular Felipe Balmaceda, investigador del IPE UNAB. Posteriormente, el documento fue comentado por el exministro Jaime Bellolio, máster en políticas públicas de la Universidad de Chicago, quien dirige el Observatorio Territorial del Instituto UNAB de Políticas Públicas. A partir de ambas intervenciones se generó una conversación que fue moderada por Miguel Vargas, decano de la Facultad de Economía y Negocios.
Felipe Balmaceda explicó que el documento publicado en “Señales” tiene como base un paper que ha estado trabajando en conjunto con los profesores Miguel Vargas y Juan Luis Correa, y que el artículo es “un intento de traducir el lenguaje técnico a un lenguaje más general, donde la gente pueda leerlo e informarse”. Para efectos del análisis, planteó, se considera aquella confianza que proviene de procesos culturales, incentivos e instituciones, y que su estudio es relevante por cuanto permite ahorrar costos de transacción. Añadió que la confianza suele ser un elemento virtuoso que afecta positivamente los resultados económicos; la cohesión social; la calidad del gobierno; la probidad; la profundidad del mercado de capitales; y el bienestar individual.
Asimismo, el profesor de la FEN explicó algunos determinantes de la confianza, entre los que destacó la protección de los derechos de propiedad, el cumplimiento legal de los contratos, la regulación, y la igualdad de ingresos. En este último punto, comentó, “Chile tiene un talón de Aquiles”. Respecto a las instituciones de apoyo a los mercados (IAM) que fueron objeto de estudio, señaló que hubo dos principales, de las cuales se posee mayor cantidad de datos: las que facilitan la entrada y salida de firmas; y las que hacen la contratación y despidos ágiles y de bajo costo. “Quisimos ver si estas IAM afectan la confianza”, comentó Balmaceda.
Fue así como construyeron un modelo -dijo- en el cual pudieron observar, por ejemplo, que “los individuos cooperan más cuando creen que van a interactuar más veces y más frecuentemente con los mismos actores (visión de largo plazo) y tiene mayores recursos”. El resultado principal de la observación del modelo, añadió, es que se demostró que “cuando los individuos tienen preferencia sesgadas hacia beneficios de corto plazo, un aumento en la cantidad de las IAM los lleva a confiar menos en los otros; mientras que cuando los individuos tienen preferencias sesgadas hacia el largo plazo, un aumento en la cantidad de las IAM lleva a los individuos a: confiar más en los otros cuando la protección legal a los acreedores es alto; confiar menos en los otros cuando la protección legal a los acreedores es baja”. Sobre esto, Balmaceda comentó que los factores principales son la visión de largo plazo y la protección legal de los acreedores.
En esa línea, hizo referencia a estudios que indican que las preferencias a largo plazo se dan en países como Australia, Canadá, Estados Unidos y Nueva Zelanda, mientras que en Latinoamérica se registra el menor nivel de paciencia promedio del mundo, es decir, se prefiere todo a corto plazo.
“La confianza está decaída”
Al comentar la publicación, Jaime Bellolio abordó la contingencia que vive el país, en particular la votación en el plebiscito de salida sobre la propuesta de nueva Constitución, que tendrá lugar el 4 de septiembre. “Más allá de cuál sea la alternativa que gane, hay un problema de confianza y de acuerdos, para permitir ya sea implementar o reformar. Cualquiera de las dos fórmulas requiere un proceso de confianza que está muy decaído en nuestro país”, comentó el director del Observatorio Territorial del IPP UNAB.
Para demostrar ese punto, Bellolio hizo un repaso de lo que ha ocurrido con la educación en Chile a partir del retorno de la democracia cuando, tácitamente, el compromiso era que mientras más se estudiaba, ojalá en la universidad y, mientras más se trabajaba, el futuro era más promisorio. Frente al “no cumplimiento” de este compromiso, surgieron protestas como la de 2006 (“revolución de los pingüinos”) y las de 2011.
A lo anterior, agregó, se suma la observación de que las élites continúan teniendo mayores oportunidades tanto en la educación como en el mundo laboral, “por tanto, cae la confianza completa en esta promesa de modernización capitalista (…) a pesar de que las cifras muestran que las personas están mejor que en 1990”.
Como otro fenómeno, relacionado con los cambios tecnológicos, Bellolio señaló que hoy existe una confianza o garantía en una evaluación colaborativa, más que en la existencia de un contrato. Por ejemplo, mencionó lo que ocurre con empresas como Mercado Libre, Amazon, eBay, entre otros, donde “lo que da el sello de garantía no es el contrato en sí, sino el resto de la comunidad que colaborativamente evalúa de forma positiva un servicio o un producto”.
El eje de este número de “Señales”
A modo de conclusión, Miguel Vargas indicó que “el eje de este “Señales” lo vería de la siguiente manera: La pérdida de la confianza es un problema serio y tiene repercusiones en múltiples aspectos de la vida de una sociedad, no solamente en los aspectos de crecimiento y desarrollo económico. Por lo tanto, entender los elementos que ligan la confianza, que la aumentan o disminuyen es muy relevante, y muchas veces se esgrimen argumentos acerca de qué es lo que explica la confianza que pueden estar equivocados o pueden estar basados en mitos o ideologías”.
A juicio del Decano de la FEN, uno de esos argumentos es el que apunta al “mercado como algo que tiene un impacto negativo en la confianza. Nosotros vimos en este “Señales” que esto puede o no ser cierto; que hay factores y contextos donde efectivamente es negativo, pero hay otros en los cuales el impacto del mercado en la confianza puede ser positivo”.
“Y parece ser que, en este cuadrante donde confluyen los elementos virtuosos de la relación entre el mercado y la confianza es un lugar donde las sociedades quisieran estar, porque si observamos a los países que están en una situación como esa, tienen un desarrollo económico, entendiendo esto no solo como el ingreso per cápita, sino que las condiciones de vida de esas sociedades son en promedio mejores que las del resto”, concluyó Vargas, dejando planteada para el debate la pregunta de cómo alcanzar esa situación desde la política pública.