Estudiantes de Terapia Ocupacional crean un manual para evitar problemas de salud por clases online

Debido al contexto actual de crisis sanitaria, estudiantes de cuarto año de la Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad Andrés Bello, sede Santiago, quisieron crear un proyecto que pudiera ser un aporte para aquellos estudiantes que ingresaron a su primer año universitario en modalidad “online”.

Los autores de esta iniciativa, Javiera Aliste, Sebastián Betancourt, Clara González, Antonia Gutiérrez e Iván Lienlaf, buscaron plasmar diversos aportes a la nueva forma de adquirir conocimientos universitarios, desde la prevención de situaciones de salud a través de un enfoque ergonómico.

“La iniciativa comenzó en marzo de 2021, en base a la creación de un proyecto social que debían realizar estudiantes para poder brindar apoyo a una comunidad frente sus necesidades, por lo que decidimos aportar con nuestros compañeros y compañeras de primer año de la carrera de terapia ocupacional”, explican los jóvenes.

A través de un manual denominado “Telergonomía”, los autores del proyecto compartieron distintos ejes temáticos, cuyo propósito es entregar información y recomendaciones (tips) para así prevenir efectos negativos en la salud física de las y los estudiantes que estén cursando su primer año universitario.

“Se abordan 5 ítems distintos, enfocados a áreas  como, el posicionamiento de columna, posicionamiento de antebrazo, hombro y muñeca, consideraciones para evitar el riesgo de deterioro visual, distribución del espacio e iluminación y áreas de descanso. La visión de este proyecto propone el objetivo de entregar un medio informativo que pueda brindar herramientas a los estudiantes de primer año, para que logren mejorar y hacer más ergonómicos sus espacios de estudios impactando directamente en un mejor desempeño en sus labores estudiantiles y una mejor calidad de vida”, detallan los futuros terapeutas ocupacionales.

Asimismo, Javiera Aliste, diseñadora de este manual y parte del equipo, reconoce que la elección de la comunidad participativa se basa en el reconocimiento de que los compañeros y compañeras de primer año se han enfrentado a un cambio drástico al pasar de un aula de clases presencial en educación media, a un desempeño estudiantil desde el hogar, es decir, una modalidad completamente nueva. Esto, sumado además, a la exigencia de una educación superior. “Por eso que decidimos acercarnos a este grupo y proponer una línea de trabajo colectiva y colaborativa”, subraya la estudiante.

Satisfacción

Los exponentes del proyecto realizaron una encuesta de satisfacción. ¿Cuál fue el resultado? Según  Iván Lienlaf, otro de los autores del proyecto, se mostró satisfecho por los resultados y en particular por una de las respuestas de los participantes. “Leer que tu trabajo tuvo un impacto en la familia, es muy enriquecedor para nuestro aprendizaje” expresó.

“Excelente trabajo, he podido compartirlo con mis padres y hermanos que estudian y trabajan de manera online. Han aplicado los tips y modificado los espacios. Estoy muy agradecidos”, fueron unos de los comentarios de los usuarios.

Por su parte, Clara González, también integrante del equipo, no lo descarta continuar a futuro. “No pensamos que la recepción sería tan positiva, es probable que sigamos trabajando en algún proyecto más potente a futuro”, sentenció para agregar que “se logró un excelente proyecto que podría entregar importantes aportes en un futuro a diferentes comunidades y grupos, generando un impacto positivo en nuestra sociedad”.