Estudiantes de Derecho conocieron centro penitenciario para comprender el funcionamiento del sistema de justicia penal
En el marco de la asignatura de Criminología, 30 estudiantes recorrieron junto a funcionarios el Centro de Detención Preventivo Santiago Sur para conocer las normas, procedimientos habituales y las condiciones de vida de los internos, además de los programas de rehabilitación y reinserción de los que disponen.
Como parte de su formación un grupo de 30 estudiantes de cuarto año de la carrera de Derecho de la Universidad Andrés Bello (UNAB) sede Bellavista, recorrió el Centro de Detención Preventiva Santiago Sur para conocer la realidad de quienes se encuentran recluidos y la labor desarrollada por los funcionarios que trabajan allí.
La actividad se realizó en el marco del ramo de Criminología, a cargo de la profesora Dra. Consuelo Murillo, quien explicó que “esta experiencia educativa sirvió para enriquecer la formación de los futuros abogados brindándoles una visión más realista y completa del sistema de justicia penal contrastando los conocimientos adquiridos en la asignatura”.
La visita fue coordinada a través de Luciano López Burgos, asistente social de la Unidad Técnica Regional Metropolitana de Gendarmería de Chile, y guiada por Ricardo Villagra, trabajador social y jefe técnico del centro de detención. Este último realizó una charla explicando el funcionamiento del establecimiento con énfasis en la clasificación de los reclusos, y en la valoración del riesgo de reincidencia vinculada al trabajo de reinserción social que se realiza con las personas privadas de libertad.
En esa línea, la profesora Murillo comentó que “conocer el establecimiento penitenciario, recorrerlo y escuchar a sus funcionarios permite entender las limitaciones materiales para el ejercicio de los derechos de las personas privadas de libertad y visualizar, por ejemplo, que cuando se condena a una persona a 5 años y un día, se condenan a “esta” forma de privación de libertad”.
Javiera Gudenschwager fue parte de los estudiantes que recorrieron el centro de detención, y aseguró que “fue bueno vivir esta experiencia para concretar o quizás cambiar muchas de las ideas que teníamos”. Al respecto indicó que ahora entiende que “hablar del sistema carcelario y la reinserción con datos y estadística es solo algo teórico, porque en la práctica es mucho más desafiante considerando el entorno delictivo que se vive dentro del mismo recinto penitenciario”.
Entre los aspectos que destacaron los estudiantes estuvo la diferencia entre la capacidad de las cárceles y los internos que realmente las habitan, así como la proporción entre gendarmes y reclusos, que en teoría debería ser de dos gendarmes por recluso, pero que en la práctica es de uno cada 500 reclusos; así como las condiciones de trabajo con espacios insalubres, producto del hacinamiento, que afectan tanto a reclusos como a los gendarmes.