05 Junio 2025

El Mostrador | Siembras de erizos permitirá fortalecer la pesca artesanal en la Región de Valparaíso

El Centro de Investigación Marina de la Universidad Andrés Bello y pobló con 25.000 semillas de erizo rojo las costas de Pichicuy, beneficiando a la comunidad pesquera local y al ecosistema.

En un esfuerzo conjunto por preservar los ecosistemas marinos y fortalecer la pesca artesanal, la Universidad Andrés Bello, a través del Centro de Investigación Marina de Quintay (CIMARQ) de su Facultad de Ciencias de la Vida, lideró una de las siembras más grandes de erizo rojo (Loxechinus albus) en las costas chilenas de Pichicuy.

Una actividad que se llevó a cabo en el Área de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos (Amerb) del Sindicato de Pescadores Artesanales de Pichicuy y en donde se introdujeron 25.000 semillas de erizo rojo, todas generadas por CIMARQ en el marco del Programa Regional.

La jornada, que reunió a miembros del Sindicato de Pescadores y al equipo técnico de investigadores, se concretó tras meses de coordinación y superación de desafíos logísticos, especialmente relacionados con el transporte seguro y la siembra de las semillas en un entorno expuesto a las condiciones del océano.

El director del CIMARQ, Juan Manuel Estrada, destacó que “los pescadores de la zona identificaron el repoblamiento del erizo como una prioridad, por lo que esta intervención reforzó nuestro compromiso con ellos junto con el manejo responsable del recurso”.

Asimismo, agregó que “los erizos sembrados no solo contribuirán a una mayor cosecha una vez que alcancen la talla legal para su comercialización, sino que también aumentarán la masa desovante al reproducirse como adultos, contribuyendo a recuperar y mantener la población de erizos en la Amerb de Pichicuy”.

El proceso de cultivo de las semillas estuvo a cargo de Alejandra Cabezas, jefa de Producción del Programa Regional, quien junto a un equipo especializado optimizó la tecnología de producción.

La académica sostuvo que “se implementaron protocolos innovadores que permitieron aumentar el crecimiento y supervivencia de las semillas, con una tasa de desarrollo mensual de 2 a 4 mm y una supervivencia superior al 95% en 18 meses”.

Asimismo, subrayó que esta siembra “es una forma concreta de contribuir a la sostenibilidad marina y a la calidad de vida de las comunidades costeras”.

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Erizo