El Mostrador | De autismo y viejismo: Una reflexión sobre la invisibilidad de la vejez en el Espectro Autista
En columna de opinión, Agnieszka Bozanic docente e investigadora de la Escuela de Psicología UNAB, Sede Viña del Mar y presidenta de la Fundación GeroActivismo, reflexionó en torno a las dificultades a las que se sobreponen, las personas en la vejez que están dentro del Espectro Autista. El Mostrador, 02 de abril del 2024.
En el Día Mundial de Concientización sobre el Autismo, se presenta una oportunidad de reconsiderar las complejidades de vivir con esta condición a lo largo de toda la vida. Junto a ello, es un escenario propicio para promover la inclusión. En este caso, uno de los temas que no se suele abordar frecuentemente, es la vejez para aquellas personas que se encuentran dentro del Espectro Autista, un proceso natural e inherente en los seres vivos, pero que se transforma en una etapa particular que puede conllevar diferentes complejidades en el día a día.
“Una de las luchas más persistentes para quienes vivimos con autismo es la invisibilidad que enfrentamos, no solo en la infancia y la juventud, sino cuando lleguemos a la vejez. Si bien hay una mayor conciencia y comprensión sobre el autismo en la actualidad, aún existe un largo camino por recorrer en términos de garantizar los derechos humanos de las personas autistas en todas las etapas de la vida. Sobre todo, en investigación, pues los estudios en vejez autista no abundan. En materia de investigaciones específicas sobre calidad de vida y vejez autista, dos estudios nos señalan que las personas mayores autistas tienen una calidad de vida significativamente más baja en comparación con la población general”, expresó Agnieszka Bozanic, docente e investigadora de la Escuela de Psicología de la Universidad Andrés Bello, Sede Viña del Mar.
Desafíos
Por otro lado, la académica recalcó que esta situación se ve exacerbada por la discriminación basada en la edad hacia los mayores, manifestando que la sociedad a menudo pasa por alto las necesidades específicas de las personas dentro de la vejez, siendo aún más crítico cuando se trata de adultos autistas. De igual manera, indicó que las estructuras de apoyo y los recursos disponibles a menudo están diseñados para personas neurotípicas, dejando fuera a aquellas que se encuentran dentro del Espectro Autista, sin el apoyo necesario para envejecer de manera saludable.
“La invitación final es abrirnos a experimentar una metanoia, es decir, un proceso de transformación que cambia la forma de pensar, sentir, de ser o vivir de alguien en nuestra percepción de lo que significa la vejez autista. En lugar de verlo como una carga o una situación insuperable, deberíamos reconocer y celebrar la riqueza de experiencias y perspectivas que las personas mayores autistas aportan a nuestra sociedad. Al hacerlo, podemos trabajar juntos para construir un mundo más inclusivo y comprensivo para todas las personas, independientemente de su edad o condición”, concluyó la docente.
Visite la columna de opinión completa publicada en El Mostrador, 02 de abril del 2024.