El Mostrador | Árboles, legados del pasado para el futuro
En el Día Mundial del Árbol, Pablo Rebolledo, director de la Escuela de Ciencias Ambientales y Sustentabilidad y de la carrera Administración en Ecoturismo UNAB, Sede Viña del Mar, reflexionó en torno a su importancia para el planeta. El Mostrador, 28 de junio del 2024.
El Día Mundial del Árbol, fue establecido con el propósito de destacar su vitalidad en el ecosistema y sensibilizar a la población sobre la necesidad de conservarlos. En este sentido, los árboles desempeñan un papel fundamental en la conservación del medio ambiente. No solo liberan oxígeno y absorben dióxido de carbono. Sino que también previenen la erosión del suelo, proporcionan hábitats para diversas especies y son fuentes de materia prima para medicinas, alimentos y otros recursos esenciales.
“La importancia de los árboles y bosques no puede ser subestimada. Son los verdaderos pulmones de la Tierra, purificando el aire que respiramos y ayudando a regular el clima. Es por esto, que cada año, en diferentes fechas, se celebra su importancia y se promueve su conservación. Sin embargo, el avance humano ha llevado a la destrucción masiva de bosques en todo el mundo. Cerca del 78% de los bosques primarios han sido destruidos, y el 22% restante está bajo amenaza debido a la actividad humana. Esta degradación no solo afecta al medio ambiente, también pone en peligro la biodiversidad y la supervivencia de miles de especies”, expresó Pablo Rebolledo, director de la Escuela de Ciencias Ambientales y Sustentabilidad y de la carrera Administración en Ecoturismo UNAB, Sede Viña del Mar.
Medidas de acción en el cuidado de los árboles
Respecto a ello, el académico precisó que “organizaciones como Conaf ofrecen programas de arborización urbana que promueven la resiliencia climática en las ciudades. Además fomentan la inclusión social y la sostenibilidad. Se trata de un proyecto de plantación de árboles en entornos urbanos que impulsa la capacidad de las personas, localidades, ciudades y territorios para adaptarse y recuperarse frente a los desafíos del cambio climático. Cada acto de plantar un árbol beneficia al medio ambiente. Al mismo tiempo se contribuye a un futuro más sostenible para las generaciones venideras”.
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