El Mercurio | La evolución de la ventana en el tiempo y su valor actual
La docente y coordinadora de interdisciplina de la Escuela de Arquitectura UNAB, Javiera Barrientos, habló con El Mercurio sobre la evolución y el uso de las ventanas.
La evolución de la ventana en el tiempo y su valor actual sin lugar a dudas, uno de los elementos arquitectónicos al que más esfuerzos tecnológicos se le han aplicado es a la ventana.
Desde sus inicios, fue pensado como una pequeña abertura sobre el muro que permitió el paso de la luz y el aire hacia el interior de las edificaciones, y si bien durante siglos ha sido reconfigurada, no ha perdido sus características primigenias.
Así lo asegura Javiera Barrientos, docente y coordinadora de Interdisciplina de la Escuela de Arquitectura UNAB, quien explica que la ventana es un elemento mediador que permite un intercambio entre el interior y el exterior de una edificación, ya sea de iluminación, vista, aire, temperatura, ruidos, entre otros, siendo la tecnología aplicada para controlar el intercambio, definiendo condiciones deseadas de las que no lo son. «Es quizás por esto que, analizando este elemento, se pueden comprender las diferencias sociales, culturales, económicas y programáticas de los edificios a los que pertenecen: el vidrio, desde un punto de vista tecnológico, es un lujo que durante siglos solo se podía encontrar en edificios eclesiásticos y de la monarquía, siendo en la actualidad una condición que se mantiene en aquellas ventanas que tienen la capacidad de adaptación, control y de automatización que se encuentran en edificios de alto costo», relata.
Añade que, como elemento, la ventana tuvo un cambio sustancial al trasladar las condiciones estructurales del perímetro a los pilares interiores, «gracias a los cinco postulados de Le Corbusier, pues dejó de ser definida como una resultante estructural y pasó a ser un elemento que se define por condiciones como la vista, composición, color y forma», dice.
Tendencias y contexto
Así, detalla la docente UNAB, la ventana le otorga un valor estético al edificio, como la transparencia, el reflejo, el valor cromático, la ligereza y, en los últimos años, la desconexión entre interior y exterior, gracias a la regulación de la opacidad de algunos vidrios producto de una lámina cromática que responde a un control regulado por el usuario.
De esta forma, para comprender las tendencias en ventanas es necesario comprender las condiciones del contexto en donde se utilizan. «Si durante la revolución industrial se requirió abaratar costos para garantizar el acceso a este elemento de manera transversal, asegurando una mayor capacidad de ventilación para prevenir enfermedades, en la actualidad, los esfuerzos están destinados a mejorar el control energético y de temperatura, con el fin de asegurar una transmisión de calor sin bloquear las vistas», sostiene.
Concluye la profesional que por ejemplo hoy, en las viviendas, es posible reconocer cómo la ventana está siendo utilizada al interior del espacio, entre recintos. «Esto, con el propósito de generar mayores amplitudes e iluminación sin perder la independencia entre recintos, con lo que las perfilerías han perdido espesor y presencia para lograr ventanas de dimensiones cada vez más grandes», indica Javiera Barrientos.