El Mercurio | Tecnología en la enseñanza escolar
En columna de opinión, Carmen Gloria Garrido, directora de la Escuela de Educación de la Universidad Andrés Bello, Sede Viña del Mar, ahondó en el escenario educativo actual y las implicancias de la tecnología en el área. El Mercurio, 21 de febrero del 2024.
En una sociedad donde la tecnología tiene un rol fundamental, abriendo un horizonte de ideas y desafíos relacionados a las condiciones de acceso y uso ético, se debe tener en consideración el contexto educativo en el que se orienta esta herramienta.
“Es innegable el potencial que tiene la tecnología como instrumento de aprendizaje, porque descubrimos una y otra vez que no hay un mundo lineal que podamos prever, por más que se quiera, siempre hay un mundo fuera de nuestra vista que se asoma. En este sentido, enseñar es una actividad que implica ambigüedad, imprecisión e incertidumbre, en una época donde la información está disponible como nunca antes y donde es necesario plantearse qué cambia y qué conserva la escuela que conocemos. Mantener, sin duda, lo que tiene que ver el valor esencial: una pedagogía para todos y todas”, expresó Carmen Gloria Garrido, directora de la Escuela de Educación de la Universidad Andrés Bello, Sede Viña del Mar.
Igualmente, en este sentido, la docente indicó que las herramientas digitales expanden las oportunidades y a la vez exigen que el espacio escolar sea un lugar de convivencia en comunidad, para escuchar las voces de todos los estudiantes, cuestionarse, reflexionar y adentrarse en una atmósfera discrepante de lo que previamente se ha experimentado, donde las limitaciones puedan ser reelaboradas.
Desafíos
“El pensamiento reflexivo propio de la escuela pide de nosotros que no quedemos aferrados, unilateralmente a una sola idea y forma de enseñar, que no sigamos corriendo por un solo carril hacia una dirección única. Entonces, las clases en cualquier escenario educativo no debiesen estar referidas solamente a aspectos conceptuales o procedimentales, pues reduce la posibilidad de redefinir las relaciones políticas, históricas, culturales y sociales de un conocimiento en construcción. La tecnología nos trae una nueva forma de entender las cosas, se trata de generar un espacio abierto, con uso de realidad virtual, que se llene de saberes sobre la realidad y la existencia, con las expresiones de la poesía, la plástica, la literatura, la filosofía, la historia y la multiplicidad de experiencias que dan la posibilidad de generar realidades propias”, concluyó Carmen Gloria Garrido.
Visite la columna de opinión completa publicada en El Mercurio, 21 de febrero del 2024.