24 Noviembre 2025

El Mercurio | La fragilidad financiera y de gestión en los parques nacionales que develó la tragedia en Torres del Paine

Pablo Rebolledo, director de la carrera de Administración en Ecoturismo de la U. Andrés Bello, sede Viña del Mar, explicó los problemas que sufren los parques nacionales.

El Parque Nacional Torres del Paine tuvo más de 250.000 visitantes de Chile y el mundo entre enero y septiembre, un incremento de 29% respecto de 2019, último año antes de que la pandemia impactara en los flujos turísticos a nivel global.

Pablo Rebolledo profundiza en El Mostrador, sobre la regeneración activa de los ecosistemas de los que dependemos.Esta semana, un trágico accidente terminó con la vida de cinco turistas que se extraviaron durante un recorrido por el parque en medio de condiciones meteorológicas adversas.

Cuando sucedió, no había un guardaparques en el sector, lo que según la mirada de la industria del turismo solo deja en evidencia una de las tantas falencias que hoy tienen a este y todos los parques nacionales en una frágil situación institucional.

Desde el punto de vista de los expertos, el problema es esencialmente de recursos públicos. “El 2023 y el 2024, las disminuciones de presupuesto han sido del orden del 20% o 21% en relación al año anterior», recuerda Pablo Rebolledo, Director de Administración en Ecoturismo de la U. Andrés Bello, sede Viña del Mar.

Chile está entre los 10 países del mundo que menos financiamiento por hectárea protegida aportan.

Rebolledo explicó que «el guardaparque que está hoy, que normalmente es el más criticado, tiene un contrato que es para la conservación de la biodiversidad y termina limpiando el baño, estacionando los autos o trabajando de cajero».

Conaf concesionó buena parte de los servicios que requieren los parques para funcionar, como hoteles o refugios, e incluso la venta de entradas, que desde este año recae sobre Chiletur, de Empresas Copec.

Rebolledo cree que la dispersión de distintas concesiones a nivel nacional es un problema en sí mismo. «Lo que hacen en algunos contratos es que pagan la concesión en bienes y servicios; por ejemplo, compran bencina, reparan una caseta de observación de aves, capacitan a la gente» señaló.

«Pero también podría, por ejemplo, financiar el sueldo de un ayudante de guardaparque durante el verano, mejorar la señalética, mejorar el camino, construir un refugio de emergencia», sentenció Rebolledo.

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