El Mercurio de Valparaíso | Cambio de gabinete, ¿nuevo aire, efecto descompresor o una medida insuficiente?
La profesora de Periodismo, Daniela Campos, habló con El Mercurio de Valparaíso sobre el reciente cambio de gabinete y las lecturas políticas que se pueden hacer a partir del nombramiento de los nuevos ministros.
Las repercusiones del cambio de gabinete realizado el pasado miércoles 16, cinco días después de la partida de Giorgio Jackson, no se hicieron esperar. Empezando por la renuncia anticipada de la directiva de Revolución Democrática, encabezada por el senador Juan Ignacio Latorre, colectividad que perdió los ministerios de Desarrollo Social y Educación, y quedó relegado a Bienes Nacionales. Por su parte, la nueva ministra de las Culturas, Carolina Arredondo (independiente), recibía los dardos de la oposición.
Diputados de Renovación Nacional le pidieron aclarar su vínculo con la fundación cultural «La Agencia», que habría recibido en 2022 cerca de $ 60 millones por convenios con entidades estatales y le solicitaron «abstenerse» de beneficiarla con fondos de la cartera. Además oficiaron a Contraloría para que evalúe inhabilitarla por su relación con una empresa que se adjudicó programas por $30 millones en la Municipalidad de Providencia, con la que mantiene un conflicto judicial.
Mientras eso ocurría, la cartera de Educación, con el nuevo ministro Nicolás Cataldo (PC) a la cabeza, respondía las demandas del Colegio de Profesores, que hasta el viernes analizaba un paro nacional, y maniobrando para neutralizar la movilización, planteaba entre otras cosas la posibilidad de pago progresivo de la deuda histórica desde el próximo año.
Nuevos inquilinos
Los cambios que se concretaron la semana que termina fueron precisamente en Educación, de donde salió Marco Antonio Ávila (RD); Culturas, que dejó Jaime de Aguirre (independiente); Minería, en que la extitular del Gobierno de Michelle Bachelet Aurora Williams (PR) tomó el puesto de Marcela Hernando (PR); Bienes Nacionales, cuya extitular Javiera Toro (Comunes) pasó a encabezar Desarrollo Social (en lugar de Giorgio Jackson) y fue reemplazada por Marcela Sandoval (RD). Con esto, RD quedó con un solo ministerio.
El PC ganó uno y con sus tres carteras (Segegob, Trabajo y Educación) sólo es superado por el PS que tiene cuatro (Defensa, Segpres, Obras Públicas y Vivienda). CS, partido de Boric, se mantiene con tres: Economía, Energía y Mujer.
Para algunos, la reformulación del gabinete incorpora un nuevo aire al Gobierno y descomprime el clima político, mientras que para otros, como el analista Axel Callis, no significa «nada trascendente ni con diseño» y tiene un alcance menor. La significación de estos cambios es lo que tres analistas abordan aquí.
Reformulación light
La periodista Karen Trajtemberg, magíster en Comunicación Estratégica y directora Escuela de Periodismo de la Universidad Adolfo Ibáñez, opina que el del miércoles no fue un gran reajuste ministerial, aunque sí «se pueden generar algunos cambios en términos del empoderamiento del Partido Comunista con Nicolás Cataldo, por un lado», y por otro de la pérdida de protagonismo de RD, escenario que «va a producir un reordenamiento de fuerzas que noes menor».
«Este reajuste no es estructural ni tan de fondo», y si bien puede traer un nuevo aire, «en términos políticos duros no veo una línea distinta a la que lleva hasta hoy el Gobierno», sostiene Daniela Campos Letelier, docente Unab, miembro de la Red de Politólogas, periodista y magíster en Ciencia Política de la Universidad de Chile, quien observa que el Presidente «no cambió a ningún ministro importante como a Carolina Tohá en Interior, Mario Marcel en Hacienda, Camila Vallejo en la Segegob o a Carlos Montes en Vivienda, que era a quien la oposición estaba pidiendo, salvo por el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, reemplazado por Nicolás Cataldo del PC».
Miguel Ángel Fernández, cientista político, docente investigador de Faro UDD, toca la arista de la descompresión del clima político, al comentar lo que se puede esperar del ajuste del gabinete. «Un elemento a considerar es el de disminuir la tensión con la oposición, que terminó estableciendo una parálisis legislativa ad portas de nuevos periodos eleccionarios, lo que estaba generando que la disminuida agenda de Gobierno quedara en un punto prácticamente muerto».
«Lo segundo va a ser el tono de la discusión pública durante el próximo mes, que se nota mucho en el cambio en el Ministerio de las Culturas, con la salida de Jaime de Aguirre y la llegada de la ministra Arredondo», pues implica «empezar ya de lleno con la conmemoración del 11 de septiembre». Pero, agrega, no se puede hablar de un cambio en el diseño del Gobierno por cuanto se mantiene la estructura original de ideas y programas «intentando avanzar ya no con la lógica rupturista con que llegó a La Moneda», sino con la de los acuerdos en la medida de lo posible.
Poder en el gabinete
A la hora de abordar la distribución de poder en el gabinete, para Daniela Campos Letelier «está más que claro que el partido que perdió más fuerza política es RD, con la renuncia de Giorgio Jackson y ahora con la salida de Marco Antonio Ávila». «Por otro lado, creo que el poder quedó más distribuido entre el PC y Comunes. El PC sumóasutercer ministro -cosa no menor y al primer ministro comunista en Educación junto a sus compañeras en las carteras de Trabajo y la Segegob, los que son ministerios relevantes», agrega la analista.
Y considera un gran avance para Comunes que tras el escándalo de Karina Oliva su correligionaria Javiera Toro pase a Desarrollo Social, «ya que es una cartera que tiene línea directa con la ciudadanía y creo que va en concordancia con el gran trabajo que hizo en Bienes Nacionales.
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