17 Junio 2024

El Desconcierto | Geóloga llama a prevenir riesgos en quebradas: “Pueden remover gran cantidad de rocas”

En medio del sistema frontal desplegado y las grandes cantidades de precipitaciones caídas en la zona. Justinne Rybertt, docente de Hidrología e Hidrogeología de Geología UNAB, manifestó su llamado hacia la prevención en cuanto a las quebradas de los diferentes territorios afectados. El Desconcierto, 13 de junio del 2024.

Con la presencia de lluvias intensas durante el año, son diversos los estragos que se han generado en la zona central del país. Junto a ello, la amenaza constante de situaciones más complejas en esta área, como es el caso del estero Marga Marga, el campo dunar y los peligros que significan las quebradas frente al viento y las precipitaciones.

“Un sistema frontal de gran envergadura, trae consigo una gran variedad de riesgos hacia las grandes ciudades. En primer lugar, considerando la alta tasa de impermeabilización de los suelos, es poca el agua que logra infiltrarse al subsuelo, generando grandes volúmenes de escorrentía superficial y, por ende, muchas zonas inundadas. Esto puede generar una serie de problemáticas como paralización del tránsito, daños y pérdidas de infraestructuras, interrupción de servicios básicos, entre otros”, indicó Justinne Rybertt, académica de Geología en la Universidad Andrés Bello, Sede Viña del Mar.

Precaución

Ahora bien, siguiendo con el análisis de la contingencia que apremia al país, la docente advirtió que “con la gran cantidad de precipitaciones en un tiempo muy acotado, se debe tener especial cuidado en zonas de pendientes pronunciadas, y con la activación de quebradas que pueden remover una gran cantidad de sedimentos y rocas”.

En este sentido, la especialista también contempló que “en la Región de Valparaíso, las zonas afectadas por los incendios de febrero se consideran de alto riesgo, debido en gran medida al estado de los suelos. En condiciones normales, la vegetación ayuda a absorber el agua de lluvia, pero después de un siniestro como este, la vegetación quemada y el suelo carbonizado forman una capa repelente que bloquea la absorción del agua, generando mayor escorrentía superficial. Afortunadamente, debido a que ya ha habido algunas lluvias en lo que va del año, se puede observar cómo poco a poco la vegetación de los cerros se ha ido recuperando, lo que podría significar una disminución de esta amenaza”.

Visite la nota completa publicada en El Desconcierto, 13 de junio del 2024.