Álvaro Saffa, un apasionado por el deporte que traspasa toda su experiencia a las nuevas generaciones
El Director Nacional de Deportes UNAB, repasa un camino que lo ha llevado a competir en el alto rendimiento, tanto en Chile como en el extranjero, y del cual saca los mejores aprendizajes para volcarlos hoy en el trabajo universitario.
Toda su vida ha estado ligado al deporte. Fue seleccionado nacional de fútbol sub 17, jugó en Unión Española y Ñublense, trabajó como Preparador Físico en Santiago Wanderers, Colo Colo y Universidad Católica. También en el campeonato de Arabia Saudita, donde integró el equipo técnico de Ramón Ángel Díaz, un histórico del fútbol argentino. Y en medio de toda esa intensa actividad a nivel profesional, estudió Educación Física en UNAB y, posteriormente, un máster en Entrenamiento y Nutrición en la Universidad Europea de Madrid. Hoy, como Director Nacional de Deportes de Universidad Andrés Bello, Álvaro Saffa se propone seguir traspasando toda su experiencia y conocimiento para influir en la formación de más y mejores deportistas.
Tras tu experiencia como futbolista, has sido preparador físico, profesor y director de deporte en una casa de estudios. ¿En qué se han diferenciado estas funciones?
Más que diferenciarse, pienso que convergen en la gestión de personas. Es ahí donde creo que está la clave de la actual sociedad. La sociedad y el deporte van de la mano de la comunicación, sociabilizar y competir. El deporte une todo eso y debemos aprovechar nuestra cultura deportiva UNAB para potenciar esas habilidades sociales. Las tres facetas me han hecho un mejor profesional, más completo y muy dúctil para enfrentar los cambios culturales, y también para ser capaz de liderar, congregar y convencer, todas cualidades por las que, pienso, soy identificado por quienes me conocen profesionalmente.
A propósito de cambios culturales, viviste en Arabia Saudita, donde te tocó trabajar con Ramón Díaz. Debió ser una experiencia enriquecedora.
Claro que lo fue, porque aprendí mucho y pude conocer en mí nuevas facetas, estando solo dentro de una realidad muy distinta. A su vez, la experiencia deportiva fue muy exitosa y enriquecedora en todo sentido.
¿Cómo llegaste a formar parte del equipo de trabajo de un técnico tan importante?
Un jugador argentino que tuve en Santiago Wanderers me recomendó, lo que fue para mí un verdadero orgullo y, ya trabajando con Ramón Díaz, de mucho aprendizaje, pues es una persona que te deja ser y crecer. Así, haber sido parte de su cuerpo técnico es algo que recordaré toda la vida.
¿Pensabas que lograrías eso cuando estudiabas Educación Física en UNAB?
Durante esa linda etapa, más que todo me dediqué a disfrutar lo que me tocaba vivir en el momento: jugar en la selección de fútbol y capitanearla, liderar el Centro de Estudios de Educación Física, compartir mucho con otras carreras, pololear. De todas formas, eso que viví, sin duda me sirvió para todo lo que vino después.