Derecho UNAB logra doble acreditación nacional e internacional
Gracias a la certificación obtenida de la Agencia Acreditadora de Chile y de la CONAED de México, la carrera de Derecho de la Universidad Andrés Bello fue acreditada por cinco años, validando su modelo de aseguramiento de la calidad y de mejoramiento continuo para sus estudiantes y egresados.
La carrera de Derecho de la Universidad Andrés Bello (UNAB) fue acreditada por cinco años por la Agencia Acreditadora de Chile y por la Acreditadora CONAED de México. Esto significa que se aumentaron los años de certificación anterior, logrando así validar tanto a nivel nacional como internacional el modelo de aseguramiento de la calidad y mejora continua de la Universidad.
La decana de la Facultad de Derecho UNAB, Dra. Carolina Schiele, señala que “es un reconocimiento del trabajo en equipo realizado desde la acreditación anterior hasta el reciente proceso, en el que, por cierto, hemos participado todos los miembros de la comunidad universitaria de la Facultad, comprometidos a trabajar por la excelencia en todos los procesos”.
Además, la decana puntualiza que la certificación nacional e internacional permite destacar ante la comunidad universitaria el nivel alcanzado por la carrera, “eso ayuda a todas nuestras actividades y, en particular, a posicionar a la Facultad de Derecho ante futuros postulantes”.
Sobre el proceso
El proceso de certificación revisa cómo se cumplen una serie de criterios de calidad que están determinados por la Comisión Nacional de Acreditación para las carreras. Entre ellos se encuentran la coherencia entre el perfil de egreso y el currículo de la carrera, los recursos que ella posee para lograr ese objetivo, tanto humanos como materiales, tales como la organización, los niveles de investigación, las relaciones con el medio, etc.
La decana Schiele cuenta que en mayo del año pasado se creó en la Facultad un Comité de Autoevaluación, el cual fue presidido por el director de carrera de la sede Concepción, Boris Fiegelist, y compuesto además por directivos y profesores.
Este comité inició el trabajo de recopilación de antecedentes y la redacción de los documentos necesarios para el informe de acreditación. Junto con ello, se realizó un trabajo de consulta a los diversos estamentos de la comunidad universitaria (estudiantes, docentes, egresados y empleadores) por medio de encuestas y talleres; trabajo que en todas sus etapas se realizó con la guía y el apoyo de la Vicerrectoría de Aseguramiento de la Calidad UNAB.
Con todo ello, se redactó un informe final – cuya extensión fue de 156 páginas y más de 36 anexos – que se envió a la agencia Acreditadora de Chile. Además, en base a ese informe, los pares determinados por la agencia, los profesores doctores Ignacio Covarrubias y María Angélica Benavides y la doctora Alma de los Ríos Ruz de CONAED México, realizaron la visita de pares, en forma virtual, entre los días 7 y 10 de septiembre, y emitieron su propio informe.
“En base a todos estos antecedentes, el consejo de la Agencia emitió su veredicto, otorgándonos cinco años de certificación, aumentando así los cuatro que se nos habían otorgado en la acreditación del año 2015”, expresa la decana Schiele.
Beneficios y desafíos a futuro
La decana aclara que este proceso de certificación “implica una completa revisión de todos los aspectos de funcionamiento de la carrera y la determinación de debilidades y fortalezas. En base a ello, se realiza un plan de mejoras que será la carta de navegación para los próximos cinco años”.
De esta forma, la acreditación certifica que la carrera está capacitada para llevar a cabo un programa de mejora continua, lo cual beneficia a los actuales estudiantes, a los egresados y futuros postulantes que tendrán la seguridad de que la Facultad de Derecho UNAB trabaja constantemente para darles una formación académica de calidad.
La decana destaca además que en el informe de autoevaluación se detectó la necesidad de estrechar los lazos y la interacción con egresados y empleadores. “Esto es importante para mejorar la empleabilidad y obtener una retroalimentación de cómo la formación académica que comprometemos con nuestros estudiantes responde a las necesidades del mercado legal actual”, indica.
Asimismo, Carolina Schiele dice que otro desafío a futuro es completar el proceso de innovación curricular para el cual ya se encuentra trabajando un Comité desde mayo. “Ésta es una necesidad ineludible de ajuste a los desafíos presentes y futuros de la profesión legal que, estamos seguros, nos permitirá mantenernos en la avanzada de la educación jurídica en Chile, todo lo que redundará en mejores oportunidades para nuestros egresados”, asegura.