Conoce a tu profe | Juan Pablo Meneses: «Me mueve el cruce de periodismo y la tecnología»
El periodista y académico UNAB, llegó a la universidad en 2020, en plena pandemia. Cuenta que "me gustó el proyecto, la visión y me sumé sin pensarlo. Ha sido una gran experiencia".
Juan Pablo Meneses, docente de la Universidad Andrés Bello es periodista y actual director de la Universidad Portátil, un proyecto educativo online enfocado en nuevas narrativas latinoamericanas.
El académico UNAB lleva 14 años trabajando en clases en línea, además de ser profesor de No Ficción en la Universidad de Chile. Por otra parte, Meneses realiza investigación académica en la Complutense de Madrid.
En el pasado fue investigador de la Universidad de Nueva York (NYU) y vivió en Silicon Valley como JSK Fellow de la Universidad de Standford, donde diseñó justamente su proyecto de la Universidad Portátil.
A su vez, es director fundador del periódico nacional, HoyxHoy y ha publicado más de diez libros de no ficción y dos novelas.
-¿Cómo nace tu vocación por el periodismo y la investigación?
-Me gusta pensar que desde siempre. Vengo de una familia donde se compraba un diario en la mañana y otro en la tarde, y donde las conversaciones más relevantes giraban en torno a las noticias. Mi educación sentimental también proviene de ahí, de las portadas y los titulares y los comentarios de actualidad. Muchos años después, cuando terminé siendo el director fundador del diario HoyxHoy, sentía que llenar la portada todos los días me conectaba con mi identidad, con mi destino.
-¿Cómo y cuándo llegó a la UNAB?
-Llegué en 2020, en plena pandemia. Mis primeros cursos fueron todos en línea. Había vuelto a Chile hace poco, desde Estados Unidos, y me contactó Claudio Broitman, que estaba entrando como director a Periodismo. Me gustó el proyecto, la visión y me sumé sin pensarlo. Ha sido una gran experiencia.
-¿Cómo es hacer docencia en la UNAB?
-Es un desafío permanente. Soy académico del Campus Creativo, donde tenemos como objetivo entregar conocimiento, pero también estimular la creatividad entre los estudiantes. Siempre es un reto hacer clases universitarias, pero lo que me gusta del Campus es el foco en lo interdisciplinario y la apertura a nuevas ideas. Me cuesta pensar en la formación de un profesional hoy en día, sin estas variables.
¿Cómo sientes que has podido aportar desde tu quehacer?
-Por un lado está la experiencia, que siempre es un valor. Hago clases en Periodismo, y en mi quehacer profesional me ha tocado pasar por casi todos los escalafones del periodismo: desde colaborador freelance hasta director y fundador de diarios. Y por otro lado está la teoría, los libros, las lecturas de autores que fueron pioneros, y las investigaciones académicas en torno a la profesión. De hecho, actualmente estoy terminando una investigación doctoral, y esa conexión con lo académico me parece clave en la docencia universitaria de hoy.
¿Cuáles son los temas que más te mueven dentro del periodismo?
-Siempre me ha interesado la fusión del periodismo y la literatura, y la crónica latinoamericana, y las nuevas narrativas digitales. Me mueve el cruce de periodismo y la tecnología. Eso es clave. Mi primer libro, “Equipaje de mano”, lo escribí en distintos cibercafé del mundo. En esos años lo más tecnológico era la llegada de internet. Hoy es la Inteligencia Artificial, a la que desde hace un tiempo paso conectado varias horas al día. No hay periodismo sin tecnología, y eso ocurre incluso desde la época en que un tipo de apellido Gutenberg inventó esa Inteligencia Artificial del siglo XV que se llamaba Imprenta.
¿Cómo es vivir en Silicon Valley?
-Es como vivir en el futuro. Me lo dijo un profesor allá, y terminó siendo totalmente real. Yo viví en Palo alto en 2016 y 2017, y me tocó ver cosas que hoy nos parecen tan normales. Faltaban un par de años para la pandemia, pero ahí ya se vivía como si estuviéramos en un encierro permanente. Todo era delivery, todo era online, había los primeros ensayos de autos sin chofer, las primeras realidades de Inteligencia Artificial. Recuerdo que estando allá publiqué en la revista Sábado, de El Mercurio, una crónica de cómo era jugar Pokemon-Go, el primer fin de semana de su lanzamiento oficial. El juego llegó a Chile casi un año después.
-¿Cuáles son tus 3 libros favoritos? ¿Cuál está leyendo en esto días?
-Los libros favoritos siempre van cambiando, pero con el paso del tiempo se mantienen “A partir de Manhattan” de Enrique Lihn, “El año del pensamiento mágico” de Joan Didion, y “La guerra moderna” de Martín Caparrós. Actualmente leo, de casualidad, un libro viejo que recuperé en una mudanza y que me está gustando mucho: “Chicos prodigiosos” de Michael Chabon.
-Películas o series favoritas, y ¿Por qué?
-Me gustan las películas de guion, como The Truman Show. El último semestre vimos con uno de mis cursos la película Her (Ella), que es del 2013, la de Spike Jonze protagonizada por Joaquin Phoenix. El curso no podía creer que fuera tan actual, con toda la relación sentimental que nos toca vivir con la tecnología y la inteligencia artificial. Las películas de guion resisten el paso del tiempo, esa es la gracia. Igual que una buena crónica.
-¿Cuáles son tus principales hobbies?
-En alguna época fue dormir en hoteles. Era un periodista portátil que vivía viajando, y transforme la vida de hotel en mi pasatiempo. De hecho, escribí un libro que se llama “Hotel España” donde cuento todo esto. Hoy, creo que mi mayor hobbie es escribir libros.
-¿Puedes contarnos una anécdota o una experiencia que más te marcó dentro de todas esas historias que has podido conocer en tus viajes por el mundo?
-Cada viaje te marca, y eso que parece un lugar común es muy cierto. De todos uno saca una lección. En Argentina me compré una vaca para escribir un libro, recorrí América Latina buscando al nuevo Messi, en Barcelona pude sobrevivir gracias a una promoción de hamburguesas, en Silicon Valley armé mi propia Universidad. He pasado más de 15 años viviendo fuera de Chile escribiendo historias. Pero nunca olvido el día que recibí el email del Centro de Religión y Medios de la Universidad de Nueva York, donde me invitaban a pasar ocho meses en Manhattan para pensar en cómo se arma una religión. Me marcó que una universidad te financiara proyectos de esas características. De ahí salió mi libro “Un dios portátil”, que ganó el Premio Municipal de Literatura de Santiago del 2022 y al poco tiempo se tradujo al francés como Un dieu à soi.
-¿Qué sueños te quedan por cumplir?
-Me conformo con ver a mis hijos más grandes, todavía no tienen más de cinco.
-¿Qué se viene para ti en el futuro cercano y lejano?
-Espero seguir en las clases, que me gusta y me nutre. Además, voy a dirigir el primer Diplomado en Escritura Creativa del Campus Creativo. Y estoy trabajando un par de libros en simultaneo, uno de ellos tiene que ver con la tesis de doctorado que estoy terminando y que pronto deberé ir a defender a la Complutense de Madrid.