Chile actualiza su Política Nacional de Desarrollo Urbano con foco en la equidad territorial y la participación ciudadana
El seminario “Política Nacional de Desarrollo Urbano Lecciones y Resultados”, abierto al público, reunió a autoridades locales, regionales y académicas para discutir los aprendizajes del proceso y los desafíos que enfrenta el país en materia de planificación y equidad territorial.
En el Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello se presentaron los principales resultados del proceso de actualización de la Política Nacional de Desarrollo Urbano (PNDU), iniciativa liderada por el Consejo Nacional de Desarrollo Territorial (CNDT) durante los últimos 18 meses.
El encuentro fue moderado por Beatriz Mella, directora del Centro CIUDHAD, quien destacó la convergencia de miradas entre el nivel nacional, regional y local. “Lo más potente de este proceso es que no se queda en un documento técnico, sino que abre el debate sobre cómo planificar el Chile de los próximos 30 años, integrando voces diversas y reconociendo la diversidad territorial del país”, afirmó.
La presentación estuvo a cargo de Paola Jirón, presidenta del CNDT, quien subrayó que la inequidad territorial es hoy el principal problema de las ciudades chilenas y que la nueva política busca responder a ese desafío con un enfoque participativo y descentralizado.
“Podríamos haber escrito la política en una oficina con cinco personas, pero decidimos hacerlo distinto: viajamos, conversamos, dialogamos y recogimos miradas diversas en 16 diálogos nacionales, talleres con municipios, universidades y organizaciones sociales”, explicó.
El CNDT
El CNDT, creado en 2023 tras la fusión de los consejos urbanos y rurales, asesora al Presidente de la República en materias territoriales. Con 49 consejeros provenientes del sector público, privado, academia y sociedad civil, el organismo elaboró una propuesta que incorpora principios de pertinencia territorial, intersectorialidad, descentralización, resiliencia, sustentabilidad e innovación, entre otros.
Entre las novedades de esta actualización se incluyen ámbitos antes ausentes, como la movilidad, el espacio público y la gestión de suelo, además de un énfasis en la coexistencia socioecológica frente a la crisis climática.
“Chile es uno de los países más vulnerables al cambio climático y nuestras ciudades aún no se están adaptando. Esta política propone medidas para enfrentar inundaciones, incendios, alzas de temperatura y escasez hídrica”, advirtió Jirón.
Una mirada desde lo local
El seminario también contó con un panel de conversación que permitió aterrizar la política en distintas escalas territoriales. La alcaldesa de Las Condes, Catalina San Martín, valoró el carácter participativo del proceso y lo comparó con la experiencia de su municipio: “En los primeros meses de gestión decidimos salir a buscar problemas en los barrios, reunirnos con vecinos en plazas y recoger inquietudes directamente. Ese enfoque es más largo, pero genera decisiones más legítimas y efectivas”.
San Martín advirtió, sin embargo, que la capacidad de los municipios para implementar políticas depende de la disponibilidad de equipos técnicos y de la flexibilidad normativa. En el caso de Las Condes, relató que el proceso de actualización del plan regulador comunal lleva más de seis años entrampado en trámites administrativos. “Cuando las reglas del juego son rígidas y poco claras, lo que se produce no es culpa de las inmobiliarias, sino de los propios municipios que no logran actualizar sus instrumentos de planificación”, dijo.
A escala regional
Desde la escala regional, Isabel Brain, jefa del Departamento de Planificación del Gobierno Metropolitano de Santiago, destacó que la nueva política nacional entrega lineamientos para fortalecer la planificación metropolitana en un contexto de descentralización. “Santiago es una ciudad fragmentada, con 52 comunas donde muchos problemas —como la movilidad, la seguridad o la gestión ambiental— no terminan en un límite comunal. Desde el gobierno regional queremos pensar el territorio con mirada de largo plazo, reequilibrando la distribución de empleos, vivienda y servicios”, explicó.
Brain adelantó que la Región Metropolitana está actualizando su Plan Regulador Metropolitano, que buscará impulsar un modelo de ciudad más policéntrica, ecológica y resiliente. “Queremos aplicar ‘acupuntura urbana’: intervenir en áreas de oportunidad que puedan acoger nuevas viviendas, empleos y servicios, reduciendo la desigualdad territorial y mejorando la calidad de vida”, añadió.
Aprendizaje y proyección a futuro
La nueva Política Nacional de Desarrollo Urbano, ya aprobada por el CNDT, será entregada al Presidente de la República en los próximos meses para su promulgación oficial. Sus lineamientos generales se complementarán en 2025 con un plan de acción que definirá responsables, plazos y fuentes de financiamiento.
Para Jirón, el mayor aprendizaje es que la planificación urbana no puede hacerse de espaldas a la ciudadanía ni replicando modelos extranjeros sin adaptación. “Chile tiene desafíos propios: desigualdad, envejecimiento, pueblos originarios, crisis climática. Lo que buscamos es una política flexible, con sistemas de monitoreo constantes, que permita ajustes rápidos y pertinentes a la realidad de cada región y cada municipio”, concluyó.