CAPSI UNAB expuso avances en atención psicológica ante red de centros universitarios de la Región de Valparaíso

La salud mental ha sido una creciente preocupación de las comunidades universitarias en los últimos años. Lo que era percibido como un aspecto poco valorado, accesorio e irrelevante hace un par de décadas, ahora es piedra angular en el trabajo de las instituciones de educación superior.

Incluso, en su política de vinculación con el medio, el trabajo ha ido mucho más allá de los límites de las propias entidades, logrando establecer clínicas de atención psicológica abiertas a la comunidad.

Y para medir los avances y reconocer los logros, en el auditorio principal de la sede viñamarina de la Universidad Adolfo Ibáñez se desarrolló el “2° Encuentro de la Red de Centros Clínicos Universitarios Región de Valparaíso”, cuyo mensaje fue “Fortaleciendo la visión y acción de nuestros practicantes”.

Fue allí donde el Centro de Atención Psicológica de la UNAB, CAPSI, expuso parte importante de su experiencia en la zona, a través de sus propios estudiantes.

Así fue descrito por Macarena Norambuena, directora del CAPSI de la UNAB sede Viña del Mar, quien destacó la construcción de una red para trabajar articuladamente como un gran apoyo para la salud pública y para enfrentar la crisis de salud mental que experimenta la sociedad.

“Somos ocho clínicas de atención psicológica universitaria de universidades de la Región de Valparaíso y logramos articularnos  y formar una gran red de atención psicológica”, explicó la docente, quien mencionó que “esta es una vinculación con el medio para poder atender gratuitamente a toda la población y articularnos… algunas tienes un enfoque más social, más ligado a lo penalista, al derecho, a lo jurídico y derivamos entre nosotros. Es para apoyarnos y funcionar como una gran red y responder de la mejor manera a las demandas de la comunidad”, aseveró.

CAPSIS UNAB en cifras

Mirada que fue compartida por Pablo Johnson, psicólogo supervisor de la CAPSI UNAB, quien detalló que en la actualidad se atiende un número cercano entre 320 y 350 personas al año.

“Somos un equipo de cuatro supervisores fijos, más algunos de asignaturas. Nosotros atendemos, en la clínica trabajamos con aproximadamente 40 practicantes, particularmente en este segundo semestre, que es cuando se concentran las prácticas diurnas, vespertinas y de los programas Advance, pero estamos todo el año, de alguna manera, trabajamos con practicantes y pasantes también”.

Y a la hora de exponer, la responsabilidad quedó en manos de dos estudiantes de la Carrera de Psicología de la UNAB, quienes expusieron de una manera concreta y específica el trabajo realizado el último año.

Experiencia formativa

Uno de ellos fue Loreto Navarro, quien cursa 5º año de Psicología en la UNAB, quien relató que “me ha dado mucha seguridad pertenecer a CAPSI porque claramente nosotros recién nos estamos insertando en el mundo laboral, y poder hacerlo en un espacio que sea supervisado y sea práctico, acompañados de profesionales que admiramos mucho y los encontramos muy competentes en el área, da mucha tranquilidad”, expuso, junto con detallar algunas cifras importantes, como las más de 3500 horas de atención a más de 300 pacientes que contemplaron desde menores de edad hasta personas mayores.

Gabriel Gallardo, que también cursa 5° años de psicología en la UNAB, destacó que el trabajo en el CAPSI se realiza en “un ambiente muy cercano, es como una familia, porque encuentro apoyo en los profesores, mis compañeros y mis compañeras, y es súper especial sentirse perteneciente de un lugar… y yo siento que formo parte de CAPSI, veo que mis futuros colegas también sienten lo mismo por mí y por el resto”.

Macarena Mena, psicóloga clínica y directora del Centro de Atención Profesional de la Universidad de Valparaíso, destacó la relevancia de esta red de clínicas que permite articular y coordinar atenciones, uniendo criterios, con un importante impacto en las comunidades beneficiadas.

“Creo que eso es justamente lo valioso, la multiplicidad de miradas, los distintos enfoques que las universidades tenemos, pero hay denominadores comunes que tienen que ver con la atención psicoterapéutica, con entregar servicios y prestaciones en el área de la salud mental que es tan importante hoy día”, apuntó.

Matías García, jefe de la Unidad de Salud Mental del Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota, y docente UNAB, mencionó que el objetivo era conocer el funcionamiento de los centros y apoyar desde estas instancias su trabajo. Sin embargo, no es lo único, porque el respaldo brindado por estas entidades en la atención de emergencias como el megaincendio de febrero pasado, fueron vitales para el sistema.

“Hemos pedido colaboración en momentos de crisis, como por ejemplo las emergencias y desastres que hemos tenido en los últimos tiempos, donde trabajar en conjunto nos ha permitido tener una mejor respuesta del sector ante un evento tan estresante como lo fue esta emergencia”.