Campus Creativo se adjudicó fondos del Concurso Nacional Ciencia Pública de Espacios Públicos Regionales para proyecto de reforestación del Desierto de Atacama
El proyecto “Un Bosque en el desierto: Reforestación comunitaria en la Región de Atacama” fue postulado por el director de periodismo, Claudio Broitman y el coordinador de proyectos de ServCrea, Juan Gili. Con él esperan promover la creación y mantención de un bosque para la comunidad de Diego de Almagro.
El Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, realizó este año un nuevo llamado al “Concurso Nacional Ciencia Pública de Espacios Públicos Regionales para el desarrollo del proyecto” con el objeto de promover el desarrollo e implementación, en las diferentes macrozonas del país, de espacios públicos y accesibles dedicados a la divulgación y socialización de la Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, mediante el desarrollo de experiencias memorables.
En esa línea desde Campus Creativo presentaron el proyecto “Un Bosque en el desierto: Reforestación comunitaria en la Región de Atacama” que busca apoyar e impulsar la instalación de un bosque nativo en Diego de Almagro, iniciativa impulsada por la comunidad, la Ilustre Municipalidad de Diego de Almagro y la agrupación comunitaria «Hijos del Chañar» y que cuenta con el apoyo de Conaf- Atacama.
El equipo de la U. Andrés Bello, liderado por el director de periodismo, Claudio Broitman y el coordinador de proyectos de ServCrea, Juan Gili, está además integrado por Francisco Velásquez profesor de la escuela de periodismo, Valentina Pizarro y Lucas Rojas, parte del equipo del CREA de Campus Creativo.
“Creo que es importante señalar que este es el segundo concurso de Ciencias Públicas que nos otorgan como Universidad” destaca el director de periodismo, además explica que este es su tercer proyecto en la región, por lo que conoce la zona y a sus comunidades.
“Este proyecto toma una iniciativa territorial y a la luz de las distintas herramientas que podemos aportar busca perpetuar en el tiempo esta iniciativa, que es un bosque en Diego de Almagro” explica Broitman.
Fue justamente la posibilidad de aportar desde la interdisciplina lo que impulsó a este equipo de Campus Creativo a postular con este proyecto, esperando aportar a través de las carreras de periodismo, con la gestión comunicacional de este hito; y por parte del CREA con la instalación de sombreaderos, paneles informativos y registros audiovisuales.
Un bosque en el desierto
Desde principios de 2021, un grupo de habitantes se ha organizado para la plantación, mantención y conservación de un espacio que han denominado como “Parque Maribel y Joaquín” en honor a Maribel Mallea (26) y su hijo Joaquín (7) víctimas de un femicidio, perpetrado por la ex pareja de la mujer.
Este espacio de media hectárea, ubicado justo al lado del Liceo Manuel Magalhaes Medling, último hito de la comuna antes de dar paso a la carretera, está pensado para responder a múltiples propósitos. Entre ellos está el ser un sitio conmemorativo de un evento que marcó a los habitantes de Diego de Almagro; proteger a los estudiantes del liceo de la emisión de un polvillo dorado, que libera la mina de hierro “Carmen”; educar a niños y jóvenes sobre la importancia del cuidado y la conservación del Medioambiente; y dar vida a un lugar de encuentro para los más de 13 mil habitantes de la comuna.
La idea de plantar un bosque en el desierto nació en el marco de las consultas ciudadanas realizadas a nivel municipal, donde el medioambiente fue el punto con menor relevancia dentro de la comunidad. “Eso nos motivó a cambiar las cosas” explica Juan Pablo Astudillo, concejal y fundador de «Hijos del Chañar«.
Esta agrupación a la fecha ha entregado más de 2300 árboles y esperan llegar a los 5 mil en 2025, esto gracias al apoyo de CONAF (Corporación Nacional Forestal) y a los avances realizados dentro de un vivero propio en el que procesan semillas y germinan árboles.
“El desierto es una hoja en blanco que nos invita a llenarla y la llenamos con árboles, es cuestión de perseverancia y dedicación. Llevamos casi tres años consagrándonos a eso, a escribir con árboles” cuenta Astudillo.
El proyecto de la U. Andrés Bello se pondrá en marcha a fines de este año y espera ser un aporte a la educación de la comunidad sobre la importancia de la conservación de estos espacios mediante una plazoleta con sombreaderos, paneles informativos y talleres didácticos sobre la fitorremediación de los entornos desérticos.
Juan Gili comenta que:
Para la generación de la experiencia, se propone la creación de un módulo de educación y regeneración ambiental, que contiene un núcleo de especies nativas que servirá de reforzamiento para el trabajo avanzado por la comunidad. Este módulo se proyecta como la “primera piedra” o punto inicial para comenzar un proceso de reforestación comunitaria.