BioBíoChile | El caso de la sanadora de Rosario en Chile

En los últimos días, la atención mediática se ha centrado en la presencia de la líder de la agrupación religiosa Soplo del Dios Viviente, movilizando a miles de personas que acuden a las actividades organizadas en distintos puntos de la Región Metropolitana, en busca de su atribuida capacidad de sanación.

“Comprender la congregación que generan sus actividades, requiere volver a visitar algunos de los planteamientos fundamentales sobre la conducta religiosa. Desde la tradición psicoanalítica, Freud propuso que la religión representa uno de los motivos de cohesión social más fuertes y constituye la base del lazo social que mantiene unidos a los individuos, estableciendo al mismo tiempo, una serie de límites conductuales en el intercambio social”, puntualizó el docente de Psicología en la Universidad Andrés Bello, Sede Viña del Mar.

En este sentido, según explica el académico, la ilusión, que caracteriza el sentimiento religioso y que participa en la construcción de su condición social e histórica, está motivada por la necesidad de cumplir el deseo de encontrar respuestas a los grandes misterios y problemas que la vida plantea como seres humanos, entendiendo así la homogeneidad mental que han presentado los feligreses, dispuestos a soportar largas y extenuantes horas de espera por un interés común, por el mismo sentimiento y por la capacidad de influenciarse mutuamente.

Por otro lado, en cuanto a la relevancia de la religiosidad en la vida cotidiana de la ciudadanía, Claudio Donoso indicó que parte de la sociedad ha perdido el sentimiento de esperanza en las diversas instituciones, siendo esta una oportunidad para depositar su fe en rituales colectivos y en la noción de comunidad.

La «Sanadora del Rosario»

“El impacto social generado por el caso de Leda Bergonzi representa un mensaje claro y contundente para las instituciones, las clases dirigentes y la opinión pública, la movilización social no es causada por los algoritmos de las redes sociales, la cantidad de seguidores o la propagación de noticias falsas. Sino, más bien responde a un profundo sentimiento de unidad con otros y una voluntad colectiva históricamente refrendada, que supera largamente la capacidad de traducción de una disciplina de las ciencias sociales”, concluyó.

Visite la columna de opinión completa publicada en BioBíoChile, 10 de enero del 2024.