Astrónomos descubren inusual estrella “parpadeante” cerca del centro de la galaxia
La estrella gigante bajó paulatinamente su brillo hasta casi desvanecerse, y luego volvió a aparecer. Los investigadores creen que este “parpadeo” se debe a un objeto oscuro y alargado, aún desconocido, que orbita la estrella y la eclipsa al pasar frente a ella. • Dante Minniti, académico del Departamento de Ciencias Físicas UNAB, es parte de esta investigación.
Un equipo internacional de astrónomos detectó una singular estrella «parpadeante» a más de 25.000 años luz de distancia, hacia el centro de la Vía Láctea. Se trata de una estrella gigante, bautizada VVV-WIT-08, que disminuyó 30 veces su brillo de forma gradual hasta casi desaparecer del cielo.
Muchas estrellas pueden variar su brillo cuando pulsan o son eclipsadas por otra estrella en un sistema binario, pero es excepcionalmente inusual que su brillo se debilite durante varios meses y luego reaparezca, como fue el caso de esta particular gigante que no se parece a ningún otro tipo de estrella variable conocido.
Dado que VVV-WIT-08 se ubica en una región densa de la Vía Láctea, los investigadores consideraron la posibilidad de que, simplemente, algún objeto oscuro se haya desplazado frente a la estrella gigante por casualidad. Sin embargo, las simulaciones mostraron que tendría que haber una cantidad demasiado grande de cuerpos oscuros flotando por la galaxia para que esto fuese probable.
Así, los investigadores creen que VVV-WIT-08 podría pertenecer a un nuevo tipo de sistema binario compuesto por una de estas estrellas gigantes “parpadeantes”, cien veces más grandes que el Sol, y una compañera de órbita que aún no ha sido vista. Esta compañera, que podría ser otra estrella o un planeta, está rodeada por un disco oscuro que cubre a la estrella gigante, causando que desaparezca y reaparezca en el cielo.
“Aunque la forma alargada sugiere la presencia de un disco inclinado, la estructura y composición de este objeto son un misterio”, comenta Dante Minniti, astrónomo de la Universidad Andrés Bello quien es parte de esta investigación.
El hallazgo, publicado hoy en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, fue liderado por el doctor Leigh Smith del Instituto de Astronomía de la Universidad de Cambridge, en colaboración con científicos de la Universidad de Edimburgo, la Universidad de Hertfordshire, la Universidad de Varsovia y la Universidad Andrés Bello.
“What Is This?”
VVV-WIT-08 fue encontrada por el sondeo VISTA Variables en la Vía Láctea (VVV Survey), un proyecto de largo aliento que utiliza el telescopio VISTA, instalado en Cerro Paranal, para observar la parte central de nuestra galaxia buscando estrellas con brillo variable. “Cuando comenzamos el proyecto VVV hace unos quince años era innovador porque no había big data, y nunca nos imaginamos que íbamos a hacer descubrimientos tan interesantes como éste”, dice Dante Minniti, líder del equipo científico tras este sondeo.
“Estamos descubriendo varios objetos nuevos en nuestra galaxia, que merecen un estudio más profundo porque no sabemos qué son. A los objetos más raros los denominamos WIT por las siglas de ‘What Is This?’ en inglés (‘¿Qué es esto?’)”, explica el doctor Minniti.
Existe otro ejemplo de un sistema estelar de este tipo, que se conoce hace mucho tiempo. La estrella gigante Epsilon Aurigae es eclipsada parcialmente por un enorme disco de polvo cada 27 años, pero su brillo sólo se atenúa alrededor del 50%. Un segundo ejemplo, TYC 2505-672-1, se encontró hace unos años y tiene el periodo de órbita más largo de estos sistemas binarios “eclipsantes”: un récord de 69 años, que ahora VVV-WIT-08 podría batir.
El equipo de investigadores también ha encontrado dos más de estas peculiares estrellas gigantes además de VVV-WIT-08, apoyando la idea de esta nueva clase de «gigantes parpadeantes».
Sumando estos pocos casos, habría cerca de media docena de posibles sistemas estelares de este tipo, compuestos por estrellas gigantes y grandes discos opacos. «Ciertamente hay más por encontrar, pero el desafío ahora es descubrir cuáles son los compañeros ocultos y cómo llegaron a estar rodeados de discos, a pesar de orbitar tan lejos de la estrella gigante», señala Leigh Smith. «Logrando eso, podríamos aprender algo nuevo sobre cómo evoluciona este tipo de sistemas».
La publicación (preprint) está disponible en arXiv.org