Académica de Medicina UNAB explica la importancia de su formación en Políticas Públicas en Derechos Humanos
Sandra Tapia, académica de la Escuela de Medicina de la U. Andrés Bello, culminó el Curso Internacional de Políticas Públicas en Derechos Humanos, realizado por el IPPD del Mercosur y la Comisión Interamericana. La abogada detalló cuál es la importancia de esta formación.
El Curso Internacional de Políticas Públicas en Derechos Humanos, del IPPD del Mercosur y la Comisión Interamericana, busca formar a actores relevantes de la región en el enfoque de derechos humanos en las políticas públicas.
“La formación recibida consistió en el estudio sobre Democracia y Derechos Humanos, Sistema Interamericano, integración regional, políticas públicas, el enfoque de derechos, igualdad y no discriminación y sistema de indicadores para los derechos humanos”, describe Sandra Tapia, académica de la Escuela de Medicina de la U. Andrés Bello sobre el Curso realizado.
“Esta instancia de capacitación tiene un gran reto, que es producir políticas públicas con enfoque de derechos humanos, y para ello se enriquece con la experiencia de todos los alumnos provenientes de muchos países de la región, los que provienen de la sociedad civil y de cargos relevantes en sus Estados”, agrega la abogada, Magister Bioética, vicepresidenta CMEIS del MINSAL y presidenta del Comité Ético Científico Ad Hoc Vacunas COVID 19.
«El conocimiento de los docentes de la Facultad de Medicina en derechos humanos es fundamental para preparar a nuestros estudiantes para ejercer la Medicina del futuro».
¿Qué importancia e impacto puede tener esta formación que tuvo en la Escuela de Medicina?
El impacto de esta formación en el enfoque de Derechos Humanos es absolutamente relevante para la docencia en la Facultad de Medicina, de partida por que es precisamente este enfoque el que ha generado los cambios más importantes en su ejercicio, como también en todas las carreras de colaboración médica. Es así, que desde la Declaración de Derechos Humanos (1948) en adelante, claramente se puede identificar el cambio en la relación médico paciente, basada precisamente en el concepto de paciente como persona, es decir, como sujeto de la medicina y, por tanto, ello implicó el reconocimiento de su dignidad, no solo en el ámbito de los derechos civiles y políticos, sino también en el ámbito sanitario. Por tanto, el conocimiento de los docentes de la Facultad de Medicina en derechos humanos es fundamental para preparar a nuestros estudiantes para ejercer la Medicina del futuro, con ese enfoque en todas sus áreas, por lo que además del Juramento de Hipócrates, también será necesario que egresen conociendo la Declaración Universal de Derechos Humanos y demás instrumentos nacionales e internacionales de protección de los mismos, de manera que sus relaciones con el paciente y el entorno sanitario, sean siempre desde esos mínimos morales, lo que implica el respeto a la dignidad humana, buen trato, calidad en la atención, no discriminación arbitraria, inclusión, enfoque de género y tolerancia de todas las diversidades.
¿Esa es la formación para los futuros profesionales?
Creo que este sello debe tener los profesionales de la salud del futuro y para ello estoy dispuesta a trabajar desde la formación de pregrado, dimensión que creo, debería ser transversal en todas las carreras y asignaturas de nuestra Facultad. En este escenario será la Bioética y la Ética Profesional las herramientas para lograr una excelente relación médico paciente y la toma de decisiones justas, reflexionadas y fundamentadas, en un mundo que exige de todos los actores del sector salud el respeto a los Derechos Humanos, como condición esencial para un ejercicio profesional virtuoso, como asimismo, para la convivencia, el desarrollo, y la paz social.
¿Cómo fue la experiencia personal?
En lo personal el Curso, ha sido una formación muy relevante que me ha permitido elaborar un proyecto de política pública con dimensión de derechos, consistente en la creación de un Comité Nacional de Investigación Científica con Seres Humanos para Chile, con autonomía de gestión, normativa y financiera, integración plural y con dimensión transversal de género, representativa de la participación ciudadana, con competencias y atribuciones claras, con rendición de cuentas y probidad administrativa, como referente nacional e internacional (desde Chile) de defensa y promoción de los derechos humanos, política pública para Chile, que es la creación de un Comité de Ética de la Investigación Nacional con enfoque de derechos Humanos, el que ha sido presentado a la Comisión Ministerial de Ética de la Investigación, del MINSAL. Además, me permitirá aportar con la dimensión de derechos humanos a mis alumnos de la Facultad de Medicina, esperando que se haga extensible a todas las carreras de la salud, como sello de nuestra Universidad.