Youth Speak Forum: ideas e innovación para afrontar el cambio climático
En dos jornadas, la sede Concepción de la U. Andrés Bello fue el punto de encuentro para que los jóvenes del Biobío se conecten con los dolores sociales y medioambientales, de manera que sean ellos mismos capaces de emprender soluciones.
El Youth Speak Forum reunió en la sede Concepción de la UNAB a expertos nacionales e internacionales para discutir y explorar cómo los modelos de negocios de impacto pueden ofrecer soluciones viables y sostenibles ante los desafíos sociales y ambientales actuales.
El evento, organizado por el Hub de Negocios Sostenibles de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Andrés Bello en conjunto con AIESEC Chile y con la colaboración de Corfo.
Esta actividad promueve la integración de prácticas sostenibles en los modelos de negocio, alineando los emprendimientos locales con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.
Luciana Mitjavila, directora ejecutiva del Hub de Negocios Sostenibles de la FEN de la UNAB, explicó sobre esta actividad que “buscamos conectar a los jóvenes con los dolores sociales y medioambientales, que se activen para el cambio y que diseñen emprendimientos que puedan ser soluciones para estos problemas desde el mercado”.
Mitjavila mencionó que “son activaciones más puntuales con los jóvenes y que nos permiten generar conexiones y que les quede una idea. Que los dolores sociales y medioambientales son buenas oportunidades y el emprendimiento es un camino”.
La directora ejecutiva del Hub de Negocios Sostenibles puntualizó que luego se conectan con la ruta Innova +.
“Trabajamos en conjunto con la Dirección de Innovación y Transferencia Tecnológica, donde anualmente vamos teniendo oportunidades donde los chicos pueden postular a emprendimientos, como en el Endowment”, sostuvo.
Youth Speak Forum: trabajo en grupo
Giselle Della Mea, experta internacional en Circular Design Thinking, formó parte del panel de expositores en este Youth Speak Forum que contó con la presencia de estudiantes de colegios del Gran Concepción.
La panelista uruguaya, fundadora de la empresa 3Vectores, explicó que su ponencia trató sobre cómo solucionar problemas, idear modelos de negocios y cómo partir en el emprendimiento bajo el paradigma del impacto.
“Hablé sobre cómo sensibilizar y dar conceptos más teóricos. También hicimos un taller práctico con una metodología de diseño de modelo de negocio impacto”, dijo.
Consultada por el aspecto que más cuesta en introducir en los jóvenes para emprender, Della Mea explicó el factor que incide en esto, precisando que cuando se trabaja en grupo y de forma multidisciplinaria, hay resultados concretos.
“Lo que más cuesta es el proceso es dominar el proceso creativo porque solemos tener un montón de ideas e inspirarnos, nos gusta todo. Pero pasar por ese filtro e identificar cuales son los patrones o las cosas comunes para aterrizarlo a un prototipo concreto, esa fuerza de la divergencia o convergencia es lo más difícil”, sostuvo Della Mea.
Cambio de paradigma
También desde Uruguay, María Soledad Salvador, investigadora y economista, evaluó el escenario existente en América Latina con respecto a ideas e innovación de los jóvenes y que derive en oportunidades de negocios.
En este sentido, Salvador expresó que “cuesta que logren en aterrizarlo en una idea. Siempre estamos creyendo que son las empresas las que tienen que cambiar y es otro el que tiene que hacerlo. En realidad, va desde uno, los paradigmas tienen que cambiar, pero desde cada uno, como pensarlo desde las personas, no tanto desde la empresa o el Estado”.
De acuerdo a esto, Salvador precisó que los cambios vienen desde los hogares y siempre viendo que los jóvenes, desde su formación básica, piensen en cómo hacer algo para cambiar el mundo.
Inspirar y experimentar
Rafael Kemelmajer, docente de la Universidad de Cuyo, Argentina, también fue parte de este encuentro.
El emprendedor hizo un especial ahínco en cómo se introducen las ideas en las nuevas generaciones, para que ellos descubran el camino en que, a futuro, puedan desarrollar emprendimientos.
“Lo primero tiene que ver con la inspiración, donde a partir de eso, se puede empezar a construir el aumento de la autoestima colectiva”, precisa Kemelmajer, quien deja en claro que más allá de las ideas de manera personal, lo que cuenta es que, al ser un aspecto grupal, es darse cuenta lo que pueden lograr.
En este aspecto, Kemelmajer puntualiza que es clave pedir ayuda y consejo a quienes sí lograron cosas, para seguir este círculo virtuoso.
“La segunda parte tiene que ver con experimentar”, explicó el docente, quien agregó que “donde ellos lo lleven a la práctica, que esto no es un juego, entonces donde uno se da cuenta que todo es posible, que no está tan lejos como a uno se lo dibujan”.
Es clave, según Kemelmajer, que los jóvenes puedan rearmar los dogmas y paradigmas y ser flexibles.
“Eso lo hemos visto poco en las generaciones anteriores y para poder sobrevivir a los desafíos que se vienen, una de las principales habilidades es la de trabajar juntos y la adaptabilidad al cambio. Nada es permanente”, explicó.
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