VOZ DEL EXPERTO | Todo lo que debes saber sobre los exámenes preventivos de cáncer de mama
Kenny Contreras, académico de la Escuela de Tecnología Médica de la U. Andrés Bello, explicó detalles de los importantes exámenes gravitantes a la hora de pesquisar con tiempo el cáncer de mama.
El cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer en mujeres en Chile y se estima que los exámenes preventivos como mamografías y ecografía mamaria disminuyeron un 61 por ciento durante el periodo de pandemia por Covid-19.
Según datos del informe “Impacto de la pandemia en los servicios ambulatorios vinculados al cáncer”, realizado por la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile junto a IMED, al menos 5.325 exámenes se dejaron de realizar cada semana entre marzo y agosto del 2020.
Estos exámenes tienen una importancia gravitante a la hora de pesquisar con tiempo esta enfermedad y evitar la muerte. Pero aún son pocas las mujeres que no conocen todos los pormenores de este tipo de chequeo.
Kenny Contreras Mena, académico de las asignaturas de Radiodiagnóstico y de Radioterapia de la Escuela de Tecnología Médica de la U. Andrés Bello explicó todo lo que se debe conocer de la mamografía y ecografía mamaria.
¿En qué consisten los exámenes preventivos de cáncer de mama (mamografía y ecografía mamaria)?
Son exámenes considerados screening o rutinarios, que permiten pesquisar de forma temprana en la población principalmente femenina, alteraciones morfológicas y fisiológicas de la mama que pueden conducir o ser un cáncer de mama. Permite actuar de forma oportuna, y disminuir de esta forma su mortalidad. La mamografía es una imagen radiográfica obtenida por el uso de radiaciones ionizantes de baja energía, y que entrega una información en 2D. Por otra parte, la ecografía mamaria, es un examen que no utiliza radiaciones ionizantes, pero que nos permite obtener mayor información de los tejidos que componen la mana (adiposo y glandular).
¿Desde qué edad se deben hacer y quiénes deben hacerlo?
La mamografía se debe realizar en mujeres de 40 años o mayores, a menos que tenga antecedentes familiares y deba realizarse a una edad más temprana. Ejemplo, si a la mamá en una familia se le detecto un cáncer de mama a los 40, la hija debería realizarse el examen 10 años antes (a los 30). En cambio, una ecografía mamaria se debe realizar en personas menores de 40 años. Estos límites de edad, justamente, están pensados en la protección radiológica del paciente joven, por el uso de radiaciones ionizantes.
¿Tienen algún riesgo este tipo de exámenes?
El uso de radiaciones ionizantes para obtener una mamografía siempre conlleva un riesgo (efectos estocásticos), por lo mismo, el personal maneja nomas de protección radiológica para el paciente, y para el mismo. Algunas de ellas son la compresión de la mama, técnicas de exposición bajas, protecciones blindadas, tiempos cortos de trabajo, distancia, etc. En cambio, la ecografía no utiliza radiaciones ionizantes.
La mamografía se debe realizar en mujeres de 40 años o mayores, a menos que tenga antecedentes familiares y deba realizarse a una edad más temprana.
¿Cuál es el paso siguiente, en caso de que a una mujer le aparezca alterado un examen?
En pacientes de 40 años o mayores, si la mamografía sale alterada, y se diagnóstica con un BIRAD de 3 o más, ya en clasificación 3 es sugerente de malignidad, por lo que la conducta es que debe tomarse una ecografía mamaria y realizarse una biopsia. También los controles que eran anuales se deben acortar a 6 meses.
¿Las chilenas son responsables a la hora de realizarse estos exámenes preventivos?
Con el desarrollo tecnológico, mayor información, y con programas públicos y privados potentes, la prevención se ha masificado. Pero todavía existe el temor o mito de que la mamografía es dolorosa o que se pueden ver perjudicadas por el uso de la radiación.